jueves 28  de  marzo 2024
EDITORIAL

Los principios dolarizados

Miami.- Ayer hablábamos de política pero hoy ya empieza deslizarse el debate económico sobre lo que va a suponer, desde el punto de vista comercial, el restablecimiento de relaciones entre Washington y La Habana. Hace mucho tiempo que empresarios estadounidenses empujan para el levantamiento del embargo, no por razones humanitarias ni políticas, simplemente para aumentar su cuenta de resultados. Hay quien ha visto incluso ese fantasma en forma de dólar tras la intensa campaña de The New York Times para que la administración Obama moviera pieza en este asunto.

Diario las Américas | EDITORIAL DIARIO LAS AMÉRICAS
Por EDITORIAL DIARIO LAS AMÉRICAS

Miami.- Ayer hablábamos de política pero hoy ya empieza deslizarse el debate económico sobre lo que va a suponer, desde el punto de vista comercial, el restablecimiento de relaciones entre Washington y La Habana. Hace mucho tiempo que empresarios estadounidenses empujan para el levantamiento del embargo, no por razones humanitarias ni políticas, simplemente para aumentar su cuenta de resultados. Hay quien ha visto incluso ese fantasma en forma de dólar tras la intensa campaña de The New York Times para que la administración Obama moviera pieza en este asunto.

En este afán por obtener ingresos y negocios hasta de debajo de las piedras, dejando los debates morales aparcados, han participado políticos de ambos signos, tanto demócratas como republicanos. De hecho, tanto los hermanos Díaz-Balart como Ileana Ros-Lehtinen han “evangelizado” durante años a sus colegas para que no cayeran en la tentación de convertir a Cuba en una anomalía democrática a la que sacarle el jugo comercial como se ha hecho por ejemplo en China, donde se mira hacia otro lado en la violación de los derechos humanos siempre y cuando haya un buen dividendo sobre la mesa.

Bajo este panorama en el que la pérdida de principios duele menos cuando van acompañados de un premio económico, las empresas calientan motores. Sin embrago, los expertos contactados por DIARIO LAS AMÉRICAS aseguran que el proceso para que las compañías estadounidenses saquen tajada de la nueva relación será lento y largo.

Quienes lo notarán a corto plazo serán los comercios, “paladares” y hoteles a los que tendrán accesos turistas americanos armados con su tarjeta de crédito. La discusión está en si este respiro será aprovechado por el cubano de pie o simplemente se convertirá en oxígeno para que la decrépita maquinaria comunista de la isla continúe con su pasos torpes y lentos.

“Las noticias procedentes de Washington son muy alentadoras”, afirmó ayer un portavoz de General Motors, quien aseguró que estudiarán todas las posibilidades de aprovecharse de la nueva situación.  Compañías aéreas y de telecomunicaciones aguardan también su turno. Los dólares han dejado atrás a los principios.

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