viernes 29  de  marzo 2024
EL JARRÓN CHINO

Tirar la primera piedra

Las torturas de la Agencia Central de Inteligencia a presos detenidos tras la masacre del 11 de septiembre de 2001, que han salido a luz esta semana, han abierto la barra libre para que desde todos los rincones del planeta se critique sin piedad al Gobierno de los Estados Unidos

Por MANUEL AGUILERA

Siempre me he negado a subirme al carro del antiamericanismo. Es una postura facilona que esconde muchos complejos y en la que coinciden personas de distintas nacionalidades, ideologías opuestas y religiones dispares. Procedo de un país que lo practica contradictoriamente. Mientras se consume cine y televisión “made in USA”, se hacen colas para comprar sus productos y se practica un ciego seguidismo cultural, queda muy “cool” despellejar al imperio, criticarle en su papel del policía del mundo y atacar los valores de americano medio.

En el culmen de este odio sin sentido, el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero quiso “castigar” la intervención estadounidense en Irak haciendo un feo a la bandera americana, permaneciendo sentado durante un desfile en Madrid al paso de unos soldados que portaban las barras y estrellas. Insultar y menospreciar a los Estados Unidos parece que genera votos entre los progres del mundo. Seguramente se les ha olvidado que en muchas de las conquistas sociales, este país ha sido pionero y que no se puede pretender impartir lecciones desde Teherán o La Habana, lugares donde los derechos humanos son pisoteados cada día.

Las torturas de la Agencia Central de Inteligencia a presos detenidos tras la masacre del 11 de septiembre de 2001, que han salido a luz esta semana, han abierto la barra libre para que desde todos los rincones del planeta se critique sin piedad al Gobierno de los Estados Unidos.  Lo chocante es que no es lo mismo que te censure un responsable político de un país  de tradición democrática a que lo haga alguien de la cuerda del presidente ruso Vladimir Putin, algún cerebro del régimen de Corea del Norte o los jefes de la mara bolivariana en su versión venezolana, ecuatoriana o boliviana.

Al gobierno de Estados Unidos parece que todo el mundo le tiene ganas. Y no está en mi ánimo justificar la tortura, pero hay muchos matices interesantes que recordar en medio de la tempestad de críticas.  Como por ejemplo, el shock que supuso el atentado de las Torres Gemelas y la dificultad de gestionar una crisis en esas condiciones. La matanza del 9/11 no fue un ataque solamente a Estados Unidos, el objetivo era aterrorizar a todo el mundo libre. Como siempre, fueron los americanos quienes tomaron la iniciativa. Con la certeza de que si son duros e implacables serán criticados de la misma forma en que si no actúan, serán cuestionados por su parálisis.

Por último recordar aquella frase bíblica de “quien esté libre de culpa que tire la primera piedra”.  A los malos oficiales no les vamos a recordar sus atropellos diarios a la población, ya los denunciamos a diario. Pero si podemos recordar cómo algunos gobiernos europeos utilizaron la guerra sucia y el terrorismo de Estado para combatir la amenaza terrorista en su país.  Felipe González en España contra ETA; Margaret Thatcher contra el IRA en Gran Bretaña o los alemanes contra Baader Meinhof.

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