jueves 28  de  marzo 2024
BÉISBOL

Jackie Robinson siempre fue el primero de su clase

Miami.- Hace 53 años que Jackie Robinson fue el pionero de su raza en recibir votos para ingresar al Salón de la Fama del béisbol, lo que terminó de catapultarlo como un emblema 

Miami.- IVÁN GONZÁLEZ ROMERO

@ivanGonRom

La mejor temporada de Jackie Robinson en su carrera de 10 años en las mayores tuvo recompensas. Era 1949, su tercera campaña con los Dodgers de Brooklyn, así que no había pasado suficiente tiempo como para despejar las rabias en su contra.

Más rabia aún debió haberle dado a quienes promulgaban la superioridad de una raza que un hombre negro se convirtiera en campeón bate de la Liga Nacional con .349, además de liderar la casilla de robos con 37. El 12 de julio de aquel año, Robinson había comenzado el Juego de Estrellas por la Liga Nacional como su segunda base, para ser el primer negro en hacerlo. En aquella ocasión se fue de 4-1, con doblete y tres anotadas.

Robinson ya había sido primero en otros renglones. El 18 de abril de 1946 se había convertido en el primer pelotero negro en romper la barrera racial, lo que no sólo le abrió el camino a los grandes atletas marginados en la gran carpa, sino que ayudó a cambiar los derechos civiles en Estados Unidos.

En 1997 fue el primero y el único en la historia con su número retirado en todo el béisbol de las mayores. Antes había coleccionado otros hitos, como el haberse convertido en el primer negro que trabajó como analista de juegos de televisión, así como el primer vicepresidente de esa raza en una corporación.

En 1949 fue el primer negro en ganar el premio al Jugador Más Valioso, así que el 24 de enero de 1950 fue premiado por Branch Rickey, quien le convirtió en el jugador con el mejor contrato en toda la historia de la franquicia. Ese día le dieron un trato de un año por 35.000 dólares, en un equipo donde estaban Roy Campanella, Duke Snider, Gil Hodges, Pee Wee Reese y Don Newcombe.

 

ROMPIENDO BARRERAS

De tanto marcar hitos, la historia de Jackie Robinson se hizo sencilla de recopilar y a su vez le hizo sencillo el camino a la inmortalidad. Hace 53 años, un 24 de enero, se convirtió (¿cómo no iba a ser él?) en el primer negro en el Salón de la Fama.

Robinson debe ser uno de los mejores ejemplos para ilustrar lo que representa una lucha continua en la búsqueda de las metas. Fue estrella de cuatro deportes durante sus años de estudiante, pero jamás pudo obtener una beca, por lo cual se vio forzado a dejar sus estudios en la Universidad de California, Los Angeles (UCLA) en 1941 debido a problemas financieros.

Previo a su debut en las mayores, había tratado de convertirse en un jugador del más alto nivel, cuando hizo una prueba con los Medias Blancas de Chicago, en 1942. Ese mismo año fue reclutado para servir en el ejército de Estados Unidos en la II Guerra Mundial. En 1944 fue dado de baja y comenzó a jugar béisbol en las ligas negras.

La realidad es que Robinson no fue el mejor de los peloteros de todas las Ligas Negras, donde jugaron atletas que pudieron brillar en con fulgor al lado de los mejores de las mayores, pero fue quien tenía mejor preparación para resistir todas las presiones a las cuales se le sometió.

En 1962, con 124 de los 160 votos (77,5%), Robinson fue elevado al Salón de la Fama del béisbol en Cooperstown al lado del lanzador Bob Feller, quien obtuvo 150 votos (93,8%). 

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar