martes 26  de  marzo 2024
TRABAJADORES

Sindicatos protestan contra despidos e inflación en Argentina

Las centrales obreras reiteraron su "reclamo para declarar la emergencia ocupacional" por medio de una ley que está tratando el Parlamento para prohibir los despidos sin causa por 180 días o exigir el pago de una doble indemnización en caso de despido

BUENOS AIRES.- EFE

Los sindicatos realizaron este viernes una multitudinaria protesta en Buenos Aires contra las políticas laborales que lleva adelante el Gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, para reclamar por la pérdida de puestos de trabajo, que cifraron en más de 130.000 en los últimos cuatro meses.

Las centrales obreras reiteraron su "reclamo para declarar la emergencia ocupacional" por medio de una ley que está tratando el Parlamento para prohibir los despidos sin causa por 180 días o exigir el pago de una doble indemnización en caso de despido.

A su vez, ratificaron "la plena vigencia del derecho de huelga sin ningún protocolo de seguridad" que les impida manifestarse en las calles.

En un documento leído por el sindicalista Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), las centrales sindicales advirtieron que "este es un llamado de atención al Gobierno, que debe realizar anuncios concretos".

"El pueblo argentino sigue con inocultable preocupación la evolución de las medidas económicas hasta aquí aplicadas" por el Gobierno de Macri ante "la inflación, la devaluación" y "la caída del empleo público y privado".

Macri asumió el pasado 10 de diciembre. Desde entonces, además de una fuerte devaluación, hubo un incremento de tarifas de entre el 300 y 700 por ciento en servicio públicos como el transporte, agua, electricidad y gas. Además, más 130.000 despidos en los sectores público y privado, afirman los gremialistas.

En ese marco, reclamaron la sanción de "una ley de emergencia ocupacional" que el presidente amenaza con vetar si es aprobada por el Congreso. En ese caso, advirtieron los gremios, convocarían a una huelga general en todo el país.

"Es urgente tomar medidas de naturaleza social económicas para que las soluciones no se dejen en manos del mercado y los grupos que concentran la riqueza", intimó el documento sindical.

Los organizadores indicaron que hubo alrededor de 300.000 personas en la manifestación con motivo del Día del Trabajador que se celebra el domingo.

"Quien se beneficia con las ultimas medidas económicas (es) acaso un puñado de empresas monopólicas dedicadas a la extracción de materias primas, acaso el sector financiero", añadieron.

Reclamaron también por la fuerte inflación, que el Gobierno estimaba en 25 por ciento para este año, una meta que parece difícil que pueda cumplir. Consultoras privadas indican que el aumento de precios rondará el 40 por ciento en 2016.

"La aceleración de la inflación, como la devaluación, demuestra que se ha resuelto trasladar el costo de esta política sobre las espaldas del pueblo trabajador", afirmaron en el documento.

El titular de la Confederación General del Trabajo (CGT) Azopardo, Hugo Moyano, denunció que el Gobierno "toma medidas para proteger a un sector de la sociedad en forma inmediata", en alusión a los poderosos, "y tarda demasiado para proteger" a los mas vulnerables, que son "los que sufren las crisis".

"Esto no es en contra de nadie, es a favor de los trabajadores. Y el que se ponga en contra de los trabajadores, sí lo vamos a enfrentar", dijo el dirigente camionero al cerrar el acto.

El secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky, dijo: "No queremos volver a ver en las escuelas a los pibes (niños) pidiendo un plato de comida".

En su discurso, Yasky advirtió a Macri que si decide "ignorar o vetar" la ley de emergencia laboral, "este acto va a ser una miniatura en comparación con el acto" que van a realizar para que se respete la norma antidespido.

También participaron de la movilización ​dirigentes opositores del Partido Justicialista (PJ, peronista).

El jefe del bloque de diputados por el Frente para la Victoria (FpV, kirchnerista), Héctor Recalde, calificó como "una pueblada" el acto realizado por las centrales sindicales y consideró que "el Gobierno tiene que tomar nota de la enorme cantidad de gente que había para rechazar esta ola de despidos".

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