viernes 29  de  marzo 2024
ANALISTA COLOMBIANO

El irónico desenlace del Palacio de Justicia

MIAMI.- No resulta lógico que un coronel hubiese actuado solo sin ninguna orden. Las víctimas del Palacio merecen justicia, eso es cierto, pero no se puede sólo acusar a un grupo de militares por esos delitos y más cuando no existen pruebas contundentes que sólo sindiquen a Plazas Vega o a los militares de haber cometido dichos crímenes de lesa humanidad.

Diario las Américas | CRISTHIAN MANCERA MEJÍA
Por CRISTHIAN MANCERA MEJÍA

MIAMI.- Es irónico como en Colombia quienes defienden la democracia terminan detrás de las rejas, y quienes atentan contra la democracia terminan indultados y de alcaldes de ciudades importantes. Como consecuencia de diferentes fallos en contra de militares, incluido el coronel Plazas Vega, en donde fue condenado por crímenes que se presentaron durante la toma del Palacio de Justicia por la guerrilla del M-19, resulta irónico ver cómo el coronel y otros militares terminaron siendo responsabilizados por los hechos del Palacio de Justicia y los guerrilleros aun están sin pagar por su responsabilidad en dicho holocausto bajo la impunidad que otorgó César Gaviria al M-19. 

Esto con el fin que se firmara la paz tal y cual lo hará Juan Manuel Santos con las FARC y el ELN. Ha sido claro el ensañamiento en contra del coronel Plazas Vega debido a que si bien es cierto se cometieron violaciones de derechos humanos (aun no se sabe quien los cometió) y, lo mas preocupante, si existieron órdenes del alto Gobierno de desaparecer a quienes eran guerrilleros y habían actuado en contra del Estado colombiano, habrá que responsabilizar al expresidente Belisario Betancourt por estos actos y a su gabinete.

Lo absurdo es que Belisario terminó hablando de arte mientras sus soldados terminaron en la cárcel sin que haya un juicio político por su nefasta gestión durante esos hechos.

No resulta lógico que un coronel hubiese actuado solo sin ninguna orden. Las víctimas del Palacio merecen justicia, eso es cierto, pero no se puede sólo acusar a un grupo de militares por esos delitos y más cuando no existen pruebas contundentes que sólo sindiquen a Plazas Vega o a los militares de haber cometido dichos crímenes de lesa humanidad. 

Las muertes de los magistrados, el manejo de la crisis y su desenlace final es responsabilidad del presidente Betancourt y es él quien debe responder por dichos crímenes, como también su ministra de comunicaciones, quien dejó sin comunicación a los magistrados en el momento en que más necesitaban ser escuchados. La razón por la cual Sanín dio esa orden se debe conocer y se debe establecer responsabilidades reales.

No se puede seguir permitiendo que sólo un grupo de militares pague por los hechos del Palacio de Justicia. Ni mas faltaba, o todos en la cama o ninguno, pero es inaceptable que los guerrilleros estén libres e indultados y los encargados de defender el país están siendo enjuiciados por hacer su trabajo.

Espero que la legislación que busca revertir estos escenarios de persecución a las fuerzas armadas sea aprobada, no sólo para beneficiar al coronel Plazas Vega, sino a las fuerzas armadas que seguro serán perseguidas por los nuevos congresistas de las FARC que la famosa paz de Juan Manuel Santos le brindara al país.

Este escenario irónico del Palacio de Justicia sólo nos da la enseñanza de que los indultos no pueden incluir derechos políticos a los guerrilleros debido a que resulta irónico que un jefe guerrillero después de haber matado, destruido y acabado con el país años después resulte haciendo política y ejerciendo un cargo de elección popular. Este tipo de escenario lamentablemente lo volveremos a ver con la paz de Juan Manuel Santos, y ojalá quienes votaron por la famosa paz no se arrepientan después de ver a un país y un ejército rendido ante el terrorismo. No se puede permitir que se perdone todo sin que haya responsables por tantos crímenes cometidos por las FARC y ELN. ¡Esto no puede permitirse más!

Los guerrilleros son enemigos del país y no se puede seguir otorgando beneficios sólo por firmar la paz. Se debe pensar en las consecuencias hacia el futuro ya que así como no se permitió que los PARAS tuvieran derechos políticos, tampoco los guerrilleros. Todos o nada.

Finalmente, lo que le sucedió al coronel Plazas Vega es una burla al país y nuevamente vemos cómo la justicia ampara los derechos de los terroristas y no de los colombianos de bien. Es claro que los guerrilleros son artistas en camuflarse de civiles y manipular la opinión pública para lograr sus más altos objetivos. Ejemplos de esto sobran en América Latina, y, al parecer, en Colombia no aprendimos la lección. La justicia colombiana desde hace un tiempo ha venido siendo permisiva con los políticos que son aliados del terrorismo y en cambio no le duele perseguir a sus soldados sin piedad. Que irónico,¿no?

Defienden la democracia y después terminan perseguidos por el mismo sistema que juraron defender. ¡Qué horror! Para que exista justicia en el caso del Palacio de Justicia habrá que enjuiciar a todos los responsables de ese día, empezando por Betancourt, y, si no, entonces no enjuiciar a nadie. 

Eso de coger a un solo miembro de las fuerzas como chivo expiatorio resulta ridículo e irónico. Sólo esperamos que el proceso de La Habana no sea otra forma de otro Gobierno liberal de rendir el país ante quienes lo han martirizado durante décadas. ¿La paz? ¡Sí! Pero sin impunidad, con referendo  y sin Asamblea Constituyente, pero lo más importante, sin repetir escenarios de impunidad como los del Palacio de Justicia en donde reino la oscuridad y no precisamente la paz.

El autor es director y fundador de Latribunacolus  y de United Languages Mediagroup.

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