jueves 28  de  marzo 2024
PROFESOR UNIVERSITARIO

El tiempo pasa…

Por ello comparto el rigor de estudiar previamente las decisiones que se toman, valorar beneficios y riesgos, causas y efectos, así como los factores de relación que se necesitan coordinar, dadas las acciones que se adopten y sus implicaciones generales o en el tiempo

Diario las Américas | EUGENIO RODRÍGUEZ BALARI
Por EUGENIO RODRÍGUEZ BALARI

-No pretendo rememorar la bella y melancólica canción del afamado canto autor cubano Pablo Milanés. Me oriento hacia la importancia de optimizar el tiempo de vida de que disponemos y reflexionar sobre el tema; de manera nos sirva para saltar obstáculos y viabilizar caminos. 

-Haciendo un acercamiento al proceso de cambios que vive Cuba, suscribo ante todo la conveniencia de que las vías que se tomen sean las correctas y se implementen bien; huyéndole a las improvisaciones, deseos subjetivos o aferramientos ideológicos, no hay tiempo para más equivocaciones.

Por ello comparto el rigor de estudiar previamente las decisiones que se toman, valorar beneficios y riesgos, causas y efectos, así como los factores de relación que se necesitan coordinar, dadas las acciones que se adopten y sus implicaciones generales o en el tiempo.   

-Es de rigor profesional o sentido de responsabilidad, que para decidir cuestiones sensibles que involucran a la sociedad en general o puedan tener trascendencia o impactos futuros; las nuevas decisiones que se establezcan y por supuesto de acuerdo al grado de su complejidad, antes de generalizarse deben someterse a procesos experimentales en escalas reducidas, pero ojo, sin dilatarlas innecesariamente.  

Las metodologías en ciencias sociales, al menos así lo contemplan.  

-Lo que sucede en Cuba con los ajustes al modelo tiene que ver con esto, pero el tiempo disponible para que las transformaciones den beneficios es corto aunque muy importante.                                                                                                                  

Esto último precisamente es lo que no se tiene claro, o sea si las autoridades de Cuba se afanan por encontrar un equilibrio racional entre esos aspectos y además, si se discriminan los asuntos de acuerdo al grado de complejidad e importancia, porque no todo requiere experimentación y se dilaten las decisiones. 

-Me inscribo entre los cubanos que aunque considerándolas imprescindibles, aprecian limitadas y lentas las transformaciones realizadas; por supuesto me expreso así, partiendo del análisis de la situación general del país y en especial de la población.

-Con frecuencia en Cuba o fuera de ella, he escuchado decir “que el proceso de ajustes del modelo o como le quieran llamar a la reforma, va lento y por consecuencia limitado, …que si ello es por temor a que se escape el proceso de control, si el país (sociedad) no se encuentra aún preparado para cambios mayores, para ganar tiempo no sé para qué, o porque se toma como referencia negativa o equívoca, lo sucedido en la URSS al simultanear la reforma económica con la política (perestroika y glásnost) y conocer sus resultados”.

Otras personas consideran “que se trata de decisiones políticas conscientes y previstas en los lineamientos del partido, que como se sabe fueron decididas en su sexto congreso y que para imprimirle mayor rapidez o profundidad a estas, será necesario que transcurra el séptimo congreso (abril del 2016) y se proyecte de una manera más amplia y urgente.”                                                                                                                                                    

Otros individuos “responsabilizan a corrientes políticas retrogradas, ancladas en el pasado ideológico, o los que apuntan a una burocracia conservadora que cuida intereses; y no faltan los que piensan que en el pueblo subsiste una mentalidad política, que no se encuentra preparada para asimilar  transformaciones mayores, sin que se vean resultados inmediatos y tangibles para todos. 

-De mi parte considero que en el tiempo transcurrido, las razones de lentitud y limitaciones de las reformas,  probablemente no se deba sólo a una de ellas y si a una mezcla de todas; pero lo inobjetable dentro de la complejidad es, que las autoridades del país están en la necesidad de avanzar con la mayor rapidez y amplitud, so riesgo de que al no producirse los ritmos de crecimiento económico y los beneficios esperados y haberse dilatado tanto en el tiempo; este el tiempo, entonces se convierta en enemigo de ellas, generando apatía y pesimismo, lo que dialécticamente se transformará luego en cuestionamiento político. 

-Desde mis años de investigador en las ciencias sociales concienticé, que el tiempo es una categoría socioeconómica de enorme importancia, válido para individuos, la sociedad y la misma economía.

Muchas gentes lo aprecian y saben valorar. 

-En diversos países son frecuentes las investigaciones sociales sobre presupuesto de tiempo y tiempo libre; ellas dicen mucho sobre como este se aprovecha y su relación con las economías, su crecimiento, eficiencia y productividad; pero también sobre el modo y calidad de vida de las gentes.

-Ello me inclina  hacer otros comentarios conceptuales sobre el tiempo, porque cuando este se valora se intensifica nuestras vidas, porque todo tiempo que se pierda lo será para siempre, no retorna, no vuelve, no podremos nunca más contar con él, por lo que subestimarlo es inconciencia y desmerito humano.

-Comprendamos que minutos u horas que no las utilicemos y se pierdan, no volveremos a contar con ellas, por lo que resulta sabio adquirir la comprensión de su aprovechamiento al máximo.

-Dado lo reducido de la existencia humana, el tiempo posee un valor significativo y resulta en esencia lo que vivimos. Derrocharlo estérilmente es sencillamente como dejar de vivir.                                                                                                                                                            

Los individuos meritorios valoran la importancia de su tiempo de vida y lo agradecen, es el mayor obsequio que puedan recibir; cada minuto, hora o día de que disponen, arrebatárselo es como despojarlos de su más preciada fortuna. 

-Sólo los vagos permanecen inactivos o trabajan por hábitos y sin realizar esfuerzos, en cambio, los laboriosos lo hacen con devoción y entusiasmo aprovechándolo al tope.

Nadie vive mayor tiempo del que se vive con conciencia, por eso nada iguala el valor del tiempo.

Los bienes materiales se consumen pero se renuevan, van y vienen pero el tiempo no.

-El corto tiempo que nos ofrece la vida es necesario aprovecharlo de manera fructífera (individual o socialmente), porque paralizarse mientras otros se esfuerzan por avanzar, significa retroceder en la vía y nos coloca en situación de atención geriátrica.          

Optimizando el tiempo enriquecemos (material y espiritualmente la existencia) y se comprende que las buenas acciones son más convenientes y sencillas que las malas.

-A los que no aprendan las lecciones que nos ofrece el tiempo, no se organicen bien, en particular a poner en orden ideas o acciones, más cuando de sociedades se trata; lo corto de la vida humana les imposibilitará construir su proyecto; porque si analizamos el tiempo que vivimos, al eliminar la niñez, la adolescencia y luego la ancianidad, nuestra vida madura es verdaderamente corta y todos queremos vivirla lo mejor posible. 

-Termino recordándoles sólo una estrofa de la canción El tiempo pasa de Milanés que dice:

“Vamos viviendo, viviendo las horas que van muriendo, las viejas discusiones se van perdiendo entre las razones”.

Aprendamos todos, la lección que nos brinda el tiempo.

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