viernes 29  de  marzo 2024
EN LA BARCA DE "EL VIKINGO"

La pesadilla de los Marlins de Miami llega a su fin

El equipo vuelve a tener una temporada desastrosa

Diario las Américas | EDUARDO EL VIKINGO MARTELL
Por EDUARDO EL VIKINGO MARTELL

Se nos acaba la temporada de los Marlins de Miami como de costumbre sin nada de postemporada, muy malas noticias y poco que celebrar, cerrando esta campaña como ha sido el hábito en los últimos años. Muchos fracasos y pocas, si acaso, noticias positivas.

De hecho, este es el sexto año al hilo en que los peces terminan por debajo de la marca de .500, una costumbre que se ha asentado en la franquicia y que no importa los cambios, contrataciones o anuncios que hagan, siempre el resultado es el mismo, una campaña perdedora, lo que hace pensar que el ser perdedor ya es algo esperado en estos Marlins. Pensamiento este que debe aterrar pero no hace ni cosquillas en Miami.

De todas formas, no todo son malas noticias. Al fin y al cabo, el fin de este 2015 para los Marlins se siente como el fin de otra pesadilla que siempre llega en abril y se va en septiembre.

Ya hasta da envidia cómo los demás equipos disfrutan de la postemporada, entran y salen de la misma en camino al Clásico de Otoño que, mientras más pasa el tiempo, más lejos se ven esos playoffs en el horizonte de los Marlins.

La Serie Mundial de 1997 nos trajo el desmantelamiento de 1998. Después, el triunfo del 2003 nos trajo un par de años hasta el nuevo desmantelamiento del 2005. En el 2012 se inauguró el nuevo estadio (Marlins Park) lleno de ilusiones y esperanzas, pero a mediados de esa misma temporada, el desmantelamiento fue brutal, rápido y doloroso.

Esos tres años han marcado la historia del equipo de Miami que sigue en Grandes Ligas sin ser protagonista.

Es por eso que reitero que todo no son malas noticias porque el fin de la temporada significa el fin del sufrimiento para esos fanáticos de la pelota en el sur de Florida que año tras año son testigos del acto circense que nos regalan los Marlins.

La pregunta obligatoria es si el equipo tiene solución y si José Fernández y Giancarlo Stanton, como faros guías, pueden llevar a esta franquicia a aguas seguras, ganadoras y de abundancia en triunfos.

Mi primera reacción es un rotundo no. Cómo vamos a creer en un equipo que ha sido desmantelado en tres ocasiones. Cómo vamos a confiar en alguien que no espera ni que termine la primera temporada en el nuevo estadio para desmantelar. Cómo vamos a pretender que confiamos en un equipo que decide que su mánager sea alguien que se desempeña como gerente general y que sólo ha dirigido a nivel de escuela secundaria.

Así es difícil creer en que todo lo anterior tiene solución. La situación es bien complicada y da la impresión que sólo se puede empezar a arreglar con un profundo cambio en la estructura ejecutiva del equipo, donde siempre hay confusión, desaciertos y poca claridad.

Repito, la pesadilla de los Marlins llega a su fin con el mes de octubre, lo que nos coloca, una vez más, a ver los toros desde la barrera. Y vaya barrera que nos ha colocado Jeffrey Loria y compañía con tanta ineptitud y falta de liderazgo para llevar a este equipo a un mejor desempeño.

La fanaticada de Miami se merece un mejor producto. Con todo y las contrataciones que hicieron para comenzar este 2015, sobre todo los 325 millones de Stanton, estos Marlins no tocan ninguna tecla de manera correcta. Y ya lo decía hace algunas semanas, que la maldición que les acompaña es de marca mayor.

Como también es de marca, pero menor, lo que han ido logrando en sus 23 años de existencia. Con todo y las dos Series Mundiales que han ganado y que en Chicago los fans de los Cachorros dieran la vida por una sola de ellas.

Ya lo dije; no todo es negativo pues la pesadilla de los Marlins llega a su fin.

Ahora a pensar en el Heat de Miami.

¿No les parece?

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