miércoles 20  de  marzo 2024
Dra. Marisel Elías-Miranda

La responsabilidad, clave para el éxito de nuestros niños

El cumplimiento de las responsabilidades comienza desde que el niño es pequeño

Por EDUCACIÓN AL DÍA

Escucho frecuentemente a los padres decir que su hijo no es responsable. “Saliste a tu padre.” “Eres un desastre.” Son frases que son dichas con facilidad y sin pensar en las consecuencias. No se resuelve nada con utilizar frases que dañan la autoestima y las relaciones entre padres e hijos, además los aleja aún más del propósito deseado. Los lamentos se pueden evitar si comenzamos a enseñar el valor de la responsabilidad desde una temprana edad. La familia juega un rol muy importante  con esta  enseñanza, comenzando con el ejemplo de los padres y la familia. Es un valioso regalo que les servirá para toda una vida.

El cumplimiento de las responsabilidades comienza desde que el niño es pequeño. Los padres deben de establecer expectativas en el hogar y también cuando comienzan la escuela. Parte de esta enseñanza comienza con la comunicación entre padres e hijos. Durante este proceso, los padres deben de motivar a los niños a asistir a la escuela todos los días y enfatizar la importancia de llegar a tiempo. En algunos casos, los niños tienen un expediente con  muchas ausencias y llegadas tarde a la escuela, pero la realidad es que la mayor parte de las veces, la culpa la tienen los padres. He visto casos en los que los padres llevan a sus hijos pequeños a fiestas que duran hasta las dos y tres de la mañana. Al día siguiente, los padres e hijos no se pueden levantar a su hora para cumplir con la responsabilidad de ir a la escuela, y sobre todo, ser puntual.

Las expectativas deben de ser explicadas a los niños y las rutinas establecidas desde el comienzo, de manera clara y sin gritarles. Establecer rutinas tales como las horas de las tareas y comidas, las horas de descanso y actividades extracurriculares los ayudarán a reforzar la conducta deseada.

Cuando los niños no siguen las normas, tienen que saber que hay consecuencias. Entre las consecuencias, está el diálogo y la explicación. Por ejemplo, si no termina las tareas, no puede salir a jugar. Cuando el niño cumple con su responsabilidad, es importante que lo elogie, un abrazo y una señal de aprobación, le hará bien. No acostumbre a los niños a siempre recibir un regalo a cambio de la conducta deseada.

Asignar tareas para ayudar en el hogar también los ayudará a cumplir con las responsabilidades. Puede ser tan simple como ayudar a mamá a recoger los juguetes y a mantener su cuarto organizado.

La tarea de la escuela es la responsabilidad del niño y no de los padres. Hacerle la tarea para que al día siguiente el niño cumpla con la maestra y esté feliz, aleja al niño de la responsabilidad. Los padres pueden guiar a los niños a hacer la tarea, pero no hacerla por ellos. Hay que motivar a los niños con la tarea para que ellos sientan que pueden lograrla por sí mismos.

Los padres, la familia y la comunidad en general, tenemos la gran responsabilidad de fomentar los valores perdidos para lograr un futuro mejor. Comencemos hoy, con uno de los valores más importantes, que es la responsabilidad. Juntos podemos lograr ciudadanos responsables en nuestra sociedad.

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