viernes 29  de  marzo 2024
ANÁLISIS

Países caribeños prometieron votar resolución sobre Venezuela pero 4 fallaron

Venezuela se libró de una condena en la OEA, gracias a la influencia que aún mantiene sobre un grupo de naciones caribeñas a las que ha subvencionado petróleo durante años

CANCÚN (MÉXICO).- Diez países de la Comunidad del Caribe (Caricom) prometieron votar a favor de una resolución sobre la crisis de Venezuela consensuada con el grupo de los 14, pero cuatro retiraron su respaldo en el último minuto, informaron a Efe fuentes diplomáticas.

Éste fue el motivo por el que no se alcanzaron los 23 votos necesarios en la reunión de cancilleres celebrada el lunes en Cancún previa a la Asamblea General de la OEA, aunque al comienzo del encuentro los impulsores del encuentro anunciaron que tenían los apoyos para sacar adelante el texto.

Ese día se debatía un documento redactado por Antigua y Barbuda a partir de las dos propuestas de resolución presentadas en la reunión del 31 de mayo pasado en Washington y que no llegaron a votarse entonces ante la falta de acuerdo.

Sobre ese texto negociaron dos equipos formados por Brasil, Estados Unidos y Perú, en representación del grupo de los 14 impulsor del encuentro, y Antigua y Barbuda, Guyana y Barbados, en nombre del Caricom.

Estos tres países del Caricom afirmaron tener asegurados los votos favorables de al menos diez de los 14 miembros de esa alianza caribeña.

Los países con los que no contaban son férreos aliados de Venezuela, como San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, y Dominica.

Los cuatro países que retiraron su apoyo en el último momento están entre Granada, Haití, Surinam, Trinidad y Tobago, y Antigua y Barbuda.

Una de las fuentes diplomáticas consultadas dijo a Efe que el grupo de los 14 llegó a "tener la expectativa de 25 a 27 votos", contando incluso con aliados de Venezuela en la Alianza Bolivariana (ALBA), como El Salvador y Ecuador.

"Cuatro (del Caribe) se cayeron de golpe y que no se concretaran ni El Salvador ni Ecuador" hizo que el proyecto de resolución se quedara sin los apoyos necesarios en el último momento.

Para aprobar un texto en una reunión de consulta de cancilleres de la OEA se requieren 23 votos (dos tercios de los 34 Estados miembros representados en ese encuentro).

Una vez cerrada esa puerta, la únicas opciones que quedaban eran presentar un proyecto de resolución en la Asamblea General o introducir un párrafo sobre Venezuela en uno de los documentos generales ya propuestos acerca de la democracia o los derechos humanos.

La primera opción requería 24 votos solo para ser presentada, ya que el plazo había concluido el lunes por la mañana, lo que hacía imposible ese camino, pese a que para aprobarlo en la Asamblea solo se necesitarían después 18 respaldos.

El grupo de los 14 no presentó un texto el lunes dentro del plazo porque en ese momento contaban con tener los votos para aprobar la resolución consensuada en la cita de cancilleres.

La segunda opción de incluir un párrafo en otro proyecto de resolución solo era posible en la de derechos humanos, porque la de democracia ya estaba cerrada.

Sin embargo, el grupo -en el que están países como México, Estados Unidos y Brasil- consideró que ir por esa vía no era lo adecuado porque significaba "caer en el juego, de por sacar algo, que no fuera suficientemente sólido".

Estas naciones consideran, según las fuentes, que el cambio de último minuto de los países del Caricom el lunes se debió a presiones de Venezuela en torno a la deuda que esos estados tienen por el petróleo subvencionado durante años a través de Petrocaribe.

Venezuela se libra de una condena de la OEA

Venezuela se libró de una condena en la OEA gracias a las presiones que aún mantiene sobre un grupo de naciones caribeñas a las que ha subvencionado petróleo durante años, las cuales fueron más poderosas que las de EEUU, el único Estado del organismo con capacidad para contrarrestar la influencia de Caracas sobre el Caribe.

"El fracaso a la hora de asegurar los dos tercios necesarios para aprobar un texto condenatorio sobre Venezuela es un lamentable remanente de la considerable influencia que ese país llegó a tener en Latinoamérica y el Caribe", indicó hoy a Efe Peter Hakim, presidente honorífico del centro de estudios Diálogo Interamericano.

"Pero también muestra el declive de la influencia de Estados Unidos en la región", agregó el experto, uno de los grandes conocedores de la OEA.

Algunas fuentes diplomáticas presentes en las negociaciones lamentaron, en conversación con Efe, que EEUU no haya ejercido más presión para convencer a las naciones caribeñas indecisas de apoyar la resolución crítica con Maduro.

El texto, que se quedó a tres votos de la aprobación, pedía al Gobierno chavista reconsiderar la convocatoria de la Asamblea Constituyente tal como está concebida y proponía formar un grupo de países para acompañar una nueva iniciativa de diálogo en la nación.

En ese documento, para alcanzar los votos necesarios, el grupo de los 14 había renunciado a demandas clave como pedir la liberación de los presos políticos o el cese del enjuiciamiento de civiles en tribunales militares.

"Se enfrascaron en tratar de aprobar un texto que contuviera ciertas críticas, olvidando que para ayudar no se trata de aprobar un texto, sino de generar acuerdo con los Gobiernos cercanos al régimen y presionar todos para que se concrete un esfuerzo de diálogo renovado y serio, con garantías muy concretas", señaló a Efe Mariano de Alba, abogado venezolano experto en la OEA.

En su opinión, el chavismo "fue muy hábil" en vender su mensaje porque "es verdad que la región no puede imponer una solución y para poder hacer algo necesita primero el consentimiento del Gobierno venezolano".

El chavismo ha rechazado siempre cualquier mediación de la OEA, un organismo que considera al servicio de EEUU, y el pasado 28 de abril pidió su salida tras convocarse la primera reunión de cancilleres sobre la crisis del país en contra de su voluntad.

Esa retirada no será efectiva hasta 2019, por lo que en la OEA seguirá habiendo reuniones sobre la situación de Venezuela.

Como dijo el secretario general del organismo, el uruguayo Luis Almagro: "La OEA está en sesión permanente sobre Venezuela".

La siguiente será una tercera reunión de cancilleres, en una fecha y lugar por determinar, para tratar de aprobar la escurridiza resolución sobre la crisis política y social de Venezuela.

Pero, de momento, la delegación venezolana se va de Cancún "victoriosa" por haber evitado una condena tanto en el encuentro de cancilleres como en la máxima cita anual de la OEA: su Asamblea.

El grupo de los 14 no presentó el lunes, dentro del plazo, la resolución en la Asamblea -donde solo se necesitaban 18 votos- porque confiaban en sacarla adelante en la reunión de cancilleres.

Después asumieron que era imposible, porque solo para presentarla fuera de plazo necesitaban 24 votos (dos tercios de los 35 Estados miembros).

Si no habían conseguido los 23 necesarios en el encuentro de cancilleres (dos tercios de los 34 Estados representados en la sesión, todos salvo Cuba), menos iban a conseguir los 24.

Solo podían colar un párrafo en una resolución general de derechos humanos, con 18 votos, pero concluyeron que ese sería un paso sin fuerza.

"Lamentablemente un puñado de Estados, bolivarianos y caribeños, mantienen secuestrada a la OEA y la dejan impotente frente a una tiranía cívico-militar que viola derechos humanos y se aferra a cualquier precio al poder", resumió el director para América de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco.

FUENTE: EFE

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