viernes 29  de  marzo 2024
México

Trump se reúne con delegados mexicanos y anuncia construcción del muro

El nuevo presidente estadounidense amenaza con sacar a su país del tratado con México y Canadá, como ya ha hecho con el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). "Vamos a empezar a renegociar el Nafta, la inmigración y la seguridad fronteriza", proclamó el nuevo mandatario el domingo

WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, adelantó este miércoles que tomará sus primeras medidas en materia de seguridad nacional, entre ellas la construcción del muro en la frontera con México.

"Mañana será un gran día para la seguridad nacional. Entre muchas otras cosas, ¡construiremos el muro!", afirmó el magnate a través de su cuenta de Twitter, una vez que los medios locales habían desvelado ya sus planes.

Esos medios, citando a funcionarios bajo condición de anonimato, habían conjeturado con que Trump firmaría órdenes ejecutivas con las que pretende suspender el programa para refugiados y prohibir la entrada de inmigrantes provenientes de países conflictivos, además de activar el muro.

La CNN aseguró que los países afectados por esa prohibición de entrada a EEUU serían Siria, Libia, Somalia, Irán, Irak y Sudán.

De acuerdo con su agenda, Trump firmará las órdenes ejecutivas en una ceremonia en las instalaciones del Departamento de Seguridad Nacional, cuyo nuevo titular, el general retirado John Kelly, fue confirmado por el Senado el pasado viernes.

Se conoció que Trump invitó a la ceremonia a familiares de personas asesinadas por inmigrantes en situación irregular, lo que augura que también podría tomar algún tipo de medida con respecto a las deportaciones de criminales que prometió.

La mano dura con la inmigración fue una de las promesas que llevaron a Trump a la Casa Blanca con una inesperada victoria el pasado 8 de noviembre frente a la demócrata Hillary Clinton.

Inician con mal pie relaciones del nuevo Gobierno con México

Donald Trump recibirá este miércoles a una delegación ministerial del presidente Enrique Peña Nieto con la firma de una orden ejecutiva relativa al muro que quiere construir en la frontera con México.

El inicio de conversaciones entre México y el nuevo Gobierno estadounidense, con reuniones previstas para este miércoles y jueves, se topó con el anuncio de construcción del muro.

Poco antes, Peña Nieto había cancelado de manera sorpresiva, cuando ya casi tenía un pie en el avión, su participación en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en República Dominicana por "razones de agenda interna".

Los dos presidentes tienen previsto reunirse el 31 de enero en la Casa Blanca.

De aprobar Trump efectivamente una medida que suponga iniciar de alguna manera la construcción del muro fronterizo estando en Washington los enviados mexicanos, el movimiento será una gran bofetada a México.

La delegación mexicana está encabezada por los ministros de Economía, Ildefonso Guajardo, y Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y tiene previsto reunirse con miembros de la nueva administración estadounidense para trazar la ruta futura de la relación bilateral, con el foco puesto en la renegociación del Nafta o Tlcan, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

El nuevo presidente estadounidense amenaza con sacar a su país del tratado con México y Canadá, como ya ha hecho con el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). "Vamos a empezar a renegociar el Nafta, la inmigración y la seguridad fronteriza", proclamó el nuevo mandatario el domingo.

La cuestión migratoria, que se esperaba que estuviera también sobre la mesa, adquirirá otra dimensión si Trump llega a dar la orden de iniciar la construcción del muro. El viaje de Videgaray y Guajardo es el primer acercamiento oficial entre las administraciones.

No se esperan grandes anuncios tras los dos días de reuniones bilaterales en Washington, pero el hecho de que se empiecen a establecer parámetros y líneas de negociación, reduciendo la incertidumbre, se ve como algo positivo para México, como dijo esta semana el Fondo Monetario Internacional.

En materia comercial, aunque el ministro de Economía mexicano haya asegurado que su país "es indispensable" para Estados Unidos, lo cierto es que es México el que más tiene que perder si Trump da un puñetazo en la mesa y hace saltar el Nafta por los aires. Todo apunta a que el Gobierno canadiense de Justin Trudeau negociará por su lado.

Guajardo, uno de los negociadores del tratado que lleva en vigor desde 1994, y su compañero en la cartera de Exteriores se sentarán a conversar entre otros con el jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus, y el yerno del presidente, Jared Kushner, asesor senior.

Kushner y Videgaray fueron interlocutores en la organización del encuentro entre Trump y Peña Nieto que, en medio de la campaña estadounidense, tuvo lugar en agosto en Los Pinos y el cual hundió aun más la popularidad del mandatario mexicano.

"Nada habrá de estar por encima del interés de México y de los mexicanos", dijo Videgaray el martes. Guajardo aseguró que en las negociaciones hay "clarísimas líneas rojas" que su país no permitirá que se traspasen, como la exigencia de que México pague por el muro que Trump pretende construir en la frontera.

Desde la campaña electoral, Trump ha convertido a México en enemigo exterior de Estados Unidos y en esta batalla, la capacidad de movimiento del país del sur es limitada.

Manda el 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos y el intercambio bilateral asciende a 500.000 millones de dólares anuales. Trump ya logró frenar la expansión de empresas de su país al sur de la frontera, entre ellas los mayores productores de automóviles, General Motors y Ford.

En un desayuno el martes en la Casa Blanca con altos ejecutivos de varios fabricantes, entre ellos esos dos, prometió incentivos para quienes produzcan en suelo estadounidense. "Quiero que se construyan nuevas plantas aquí para vender automóviles aquí", escribió en su cuenta personal de Twitter.

El efecto Trump daña a México ya desde antes de que el republicano asumiera la presidencia. En los últimos meses, la cotización del peso frente al dólar presentó una gran volatilidad ante las dudas de cuál será el curso que tomará la política comercial de Estados Unidos.

Esta misma semana, el FMI confirmó que Trump ha arrastrado al vecino del sur a un terreno peligroso. El organismo con sede en Washington recortó su pronóstico de crecimiento para México este año del 2,3 al 1,7 por ciento.

FUENTE: dpa

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar