viernes 29  de  marzo 2024
OPOSITOR CUBANO

Chalie Hebdo y la islamización de Europa

LA HABANA.- En los últimos tiempos la libertad de expresión se ha visto limitada por los fanáticos ideológicos, sean islamistas o comunistas

Diario las Américas | OSCAR ELÍAS BISCET
Por OSCAR ELÍAS BISCET

LA HABANA.- Al invadir  los fanáticos islámicos el edificio de la publicación satírica Charlie Hebdo y asesinar a varios de sus periodistas, los terroristas y sus benefactores  enviaban un fuerte mensaje de advertencia a los europeos y  al mundo occidental: Europa será islamizada. 

La Europa contemporánea de profundas raíces seglares, nacida de un traumatismo de la revolución burguesa liberal de 1789, cuando los montañeses dirigidos por Maximiliano Robespierre tomaron el poder y eliminaron al rey y a los girondinos e instauraron el régimen de terror y con él, la República, en 1793, y el primer socialismo o dictadura totalitaria en el mundo moderno.

Esa época impulsó la consolidación de la secularización social promovida por los fundamentos antirreligiosos. Asimismo el anticristianismo, el antisemitismo, el ateísmo, el evolucionismo darwinista, el agnosticismo, el fanatismo científico y racionalista, el secuestro de las escuelas públicas para promoción de su ideología secularista  y el divorcio de la ética y la moral de su base religiosa cristiana en estrecha relación por la interpretación del Estado secular forjaron las bases de la Europa actual.  Descrita por el presidente Václar Havel, al decir que Europa es la “primera civilización atea en la historia de la humanidad”. 

La Revolución Americana de 1776 influyó profunda e irreversiblemente en la Revolución Francesa (1789); incluso en las demás naciones europeas y latino- americanas,  sus principios de república democrática y libre continúan vigentes como ejemplo moderno para el mundo. Sin embargo existen profundas diferencias entre ambas revoluciones, que fueron definidas por uno de sus contemporáneos,  Alexis de Tocqueville, en su obra La democracia en América, “Los americanos conciben tan íntimamente las nociones de cristianismo y libertad en sus mentes, que es imposible hacerles concebir una cosa sin la otra”. 

El montañismo o jacobinismo socialista francés penetró en la sociedad estadounidense e influyó  negativamente sobre las instituciones de ese país, en especial las educacionales. Universidades fundadas con principios cristianos sufrieron profundas conversiones al secularismo ideológico, entre las más  notables están Harvard, Princeton y Columbia. Fundadas en 1636, 1746 y 1754, respectivamente.  En esos centros universitarios no existían contradicciones entre libertad y cristianismo porque se basaban en la libertad de religión como proceso inherentemente intrínseco de la naturaleza humana que nadie debe privar. Por eso la liberta religiosa es mucho más  que tolerancia. La primera es un derecho, un principio y la otra, una concesión, una conveniencia. La liberta religiosa es un derecho inalienable que se manifiesta en la libertad de culto, la libertad de conciencia y la libertad de expresión. Sin embargo el darwinismo social se apoderó de la enseñanza de esas instituciones educativas superiores con penetración en la sociedad en general y en la cúpula de poder de la nación estadounidense.

En los últimos tiempos la libertad de expresión se ha visto limitada por los fanáticos ideológicos, sean islamistas o comunistas. Las acciones terroristas de fanáticos islamistas y los gobiernos democráticos occidentales con posturas débiles ante las críticas virulentas y amenazas de muertes de clérigos  musulmanes y sus simpatizantes conllevaron a la masacre del personal de la revista Charlie Hebdo; o el temor de la compañía de cinematográfica Sony a no exhibir la película The Interview, una sátira al dictador norcoreano King Jong-un, en las salas de EEUU, amedrentados por una represalia desde esa nación comunista. Tan bajo han caído los dirigentes de esas naciones democráticas que advertidos de esos ataques no pudieron defender la libertad de expresión y a sus ciudadanos en su propio suelo.

Les expongo una anécdota personal, ocurrida cuando estaba injustamente encarcelado por el Gobierno cubano. Ésta es para aquéllos que me han acusado falsamente de fundamentalista religioso. Hoy la manifiesto como amor por el género humano y su libertad.

En el calabozo contiguo al que yo estaba, se encontraba un preso que sufría los tratos crueles e inhumanos de las autoridades militares. Él me dijo: “Doctor, sé que eres amante de Dios. Pero tengo que fumar y el único papel que tengo es el de la biblia. Con él voy hacer una breva (cigarro a mano y con residuos  de picaduras). No te disgustes. ¿Es malo?”.

Le contesté: “Esa biblia no es la única en la cárcel o en Cuba. Y si no es el original ni una copia antigua y es tuya”.  Me interrumpe:  “Ésta la hicieron en los noventa”, continúo. “Los cristianos que están aquí y yo no nos ofendemos. La sacralidad está en las ideas y no se puede destruir como las hojas. Fúmate las hojas pero antes léelas y pásamelas a mí para leerlas también”. Más tarde, él estaba en una lista para recibir el servicio religioso que nos negaron las autoridades de la cárcel. 

Mientras en Cuba, EEUU y el mundo crecen las conversiones hacia el cristianismo, Europa lo hace al islam.

*Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos

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