domingo 17  de  marzo 2024
ASESORÍA LEGAL

Contratistas con licencias y sin licencias

Existe una subcultura en nuestra comunidad que es muy peligrosa y consiste en hacer negocios y construcciones sin licencia profesional...

Diario las Américas | RICARDO J. RODRÍGUEZ VACAS, ESQ.
Por RICARDO J. RODRÍGUEZ VACAS, ESQ.

Existe una subcultura en nuestra comunidad que es muy peligrosa y consiste en hacer negocios sin licencia profesional. Particularmente me enfoco en el área de las construcciones y los constratistas. Usar estas "compañías" o personas puede o no resultar "bien" para uno como cliente, pero muchas veces las partes involucradas corren grandes riesgos y tienen importantes pérdidas. Por un lado, el consumidor arriesga calidad, profesionalismo y seguridad, por un precio reducido, y por el otro, el ente sin licencia se arriesga a perder los derechos a cobrar por su trabajo, se arriesga a recibir multas y/o a ser arrestado por violación de la ley.

Ejemplo

Bernardino llegó de Bolivia a Estados Unidos con ideas grandes. Quería establecer una compañía de construcción  inmensa y ser el mejor constructor de la metrópolis. Al poco tiempo se dio cuenta de que las cosas en este país no eran cómo en su tierra natal. Desilusionado ante tanto "papeleo" y ley, decidió operar sin licencia y permisos.

Le fue bien al principio. Fabricaba quioscos para comerciantes en la ciudad de Opa-Locka. Un día una millonaria llamada “Fifí” Le Pepituá lo vio edificando en el mercado abierto o "pulguero". Encantada por su estilo rústico y simple, quiso darle la oportunidad de restaurar su mansión en el barrio de Coco Plum en Miami. Con toda la confianza del mundo, Bernardino aceptó la propuesta apenas la escuchó.

Trabajó durísimo invirtiendo todas sus ganancias en el "mega-proyecto". Formó equipo, compró herramientas y materiales, y hasta a veces invitaba a almorzar a sus empleados para agasajarlos por el esfuerzo que estaban haciendo.

Un día, “Fifí” tomaba té con una amiga y surgió el tema de la obra. La amiga le contó que una vez un contratista le puso un bombillo de luz de un color que ella no quería y que al quejarse descubrió que el supuesto contratista trabajaba sin permiso legal. Así, le advirtió a Fifi que se asegurara de que su contratista tuviera todas las licencias y certificaciones. 

Inmediatamente la señora Le Pepituá contactó a Bernardino y le preguntó por sus credenciales. Él le dijo que en este país no tenía licencias pero que no se preocupara que todo iba a salir bien. A ella no le gustó nada su respuesta y fue hablar con su examante que era abogado.

A los pocos días, Bernardino le entregó la casa renovada y le presentó su factura por miles de dólares. Sin embargo, Madame “Fifí” decidió no pagarle nada a Bernardino y le informó que lamentablemente estaba desilusionada con él y que no quería verlo nunca más.

Bernardino vio que su mundo se derrumbaba en ese momento. Perdió todo y estaba totalmente derrotado. Lo único que le dio un poco de consuelo emocional a la traición de la señora Le Pepituá fue enterarse de que durante una fuerte tormenta se derrumbó parte del techo de la casa que él había renovado. Lo malo de eso fue que el techo se cayó encima de Madame "Fifí" y la dejó internada.

Lecciones y la ley

Para el contratista que opera sin licencia: debe saber que trabajar bajo esa condición está visto negativamente por la sociedad, tanto así, que en este estado, aparte de la posibilidad de recibir cargos criminales, existen severas leyes civiles al respecto. Quizás la más dura de ellas es la que estipula que un contratista sin licencia generalmente no puede proceder para asegurar su pago por trabajo hecho y/o por contrato. La legislación ha establecido claramente su política social en este fórum señalando al contratista sin licencia como algo inaceptable.

Basado en nuestro ejemplo, Bernardino se ve en una posición muy difícil para recuperar su dinero. Muchos han criticado esta ley como severa pero muchos casos han respaldado la postura de los estatutos. La lección para contratistas es que operen bajo la ley y que se ajusten a las regulaciones y requisitos de licenciaturas. No hacerlo puede ser un golpe devastador.

Para el dueño o el que contrata un trabajo: como he dicho antes, a veces, lo barato sale caro. Vemos que a "Fifí" Le Pepituá casi le sale bien su jugada, pero no. Se le cayó encima el techo y la dejó internada. Cuando uno contrata a una persona o entidad no conocida, sin licencias y/o permisos, a veces la calidad de su obra se refleje inmediatamente, o después, cuando el contratista ya se ha esfumado. Recuerde que en estos asuntos es mejor tener una garantía del trabajo hecho y la paz mental de que todo está en orden. No se debe jugar la lotería donde tanto dinero y seguridad están en juego.

Consejos

Si usted desea asegurarse de que un contratista tiene licencia, debería exigirle que le muestre sus credenciales lo antes posible. Si el contratista lo tiene es algo muy sencillo que se puede proveer. También debería preguntar por una prueba de seguro. Si no está satisfecho con la respuesta, usted puede contactar al Departamento de Regulación de Negocios o a profesiones del estado. Para la Florida, se puede visitar el sitio online www.myfloridalicense.com.

Recuerde que a veces hay permisos o licencias locales, no estatales, y para obtener pruebas de ellas hay que contactar al ente gubernamental local donde la obra se está llevando a cabo.

La transparencia es lo más importante para nuestra sociedad y para nuestros negocios. Hoy en día tenemos muchas herramientas para prevenir fraudes y decepciones. Antes de entrar en contratos o invertir en proyectos de construcción, tómese su tiempo y verifique todo muy bien. Le aseguro que esto le dará más tranquilidad y fomentará una cultura donde el respeto, profesionalismo, y calidad de la industria sean valores compartidos y respetados por todas las partes involucradas.

Si tiene una duda o consulta legal sobre estos temas, no dude en contactarme en [email protected] 

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