domingo 17  de  marzo 2024
ESCENA

El reencuentro con la creación del cineasta cubano Orlando Rojas

El realizador de Una novia para David regresa a la gran pantalla con un oportuno documental sobre la bailarina cubana Rosario Suárez
Por JESÚS HERNÁNDEZ

MIAMI.- Con un puñado de imágenes que costaron un montón de esfuerzos, el realizador fílmico Orlando Rojas apuesta por mostrar la esencia de una mujer con grandes dones artísticos que no renuncia a dar más, a pesar del tiempo que le ha tocado vivir. Es el documental La reina de los jueves, la historia de la bailarina clásica cubana Rosario Suárez, que logró ser prima ballerina bajo la sombra de la absoluta Alicia Alonso en Cuba, y que el Tower Theater, en Miami, acoge en su estreno comercial este viernes 30.

Charín, como usualmente le llamaban los amigos e incluso los fans, obtuvo el sobrenombre de La Reina de los Jueves durante sus grandes días de gloria en La Habana, cuando, según aseguran sus seguidores, la afamada directora de Ballet Nacional de Cuba (BNC), Alicia, no le permitía formar parte de la cartelera los fines de semana.

“No soy un baletómano pero conocí a Rosario Suárez cuando era muy joven y desde entonces mantuvimos una relación de amistad”, relató Rojas, a quien recordamos como el director de los filmes cubanos Una novia para David (1985) y Las noches de Constantinopla (2002), que hoy hace posible una de las mejores programaciones de cine internacional de Estados Unidos, precisamente en el Tower Theater, con el soporte necesario de Miami Dade College.

“En La Habana”, recuerda Rojas, “la cartelera de ballet del Teatro Nacional corría de jueves a domingo, y el jueves era el día más malo, cuando usualmente iba menos público y la prensa especializada no acudía”.

Sin embargo, Rosario lograba llenar la sala de teatro y crear un ejército de seguidores que la aclamaban tanto, o más, que las cada vez menos asiduas presentaciones de Alicia.

“Después de Alicia Alonso”, continuó el realizador, “no hubo en el ballet cubano otra bailarina con tanta creatividad, exquisitez técnica y escénica como Rosario. Eso, unido a otros pormenores, como la rivalidad de la absoluta, el abuso de poder y las ansias que Rosario aún tiene para continuar, me lanzaron a realizar este documental”.

Rojas propone, a través de imágenes recaudadas y otras realizadas por él, documentar la carrera artística de la bailarina, a un lado y el otro del Estrecho de la Florida.

El actor Jorge Luis Álvarez, que fue el protagonista del primer filme de Rojas y el segundo esposo de Charín, se ocupó de grabar las presentaciones de la bailarina en La Habana y otros escenarios y facilitó una buena parte de las imágenes.

Repercusiones

Antes de llegar a la pantalla del Tower, el documento fílmico obtuvo el Gran Premio Mejor Documental, del 2016 Miami International Film Festival, que otorga el público, así como el galardón para trabajos en proceso de realización Latinofusion for Best Film, del Festival de Cine de Guadalajara 2009, además de formar parte del programa en los festivales Dance in Camera Film Festival, en Nueva York, y el Cine Las Américas Film Festival, en Texas.

“Si esta historia hubiera sido contada al revés, criticando primero lo que le sucedió a Rosario en Miami, este documental podría haber tenido más repercusión internacional”, resaltó Rojas, en franca referencia al embeleso que gira en torno a la supuesta apertura políticocultural que atribuyen a la isla caribeña.

No obstante, Rojas, que cuenta con el éxito de la programación del Tower y ve en este documental un símbolo de vida, asegura que aún le queda mucho por hacer y espera la oportunidad de “poder hacer más”.

El proyecto del documental estaba prácticamente “engavetado”, pero “alguien” oyó hablar de La reina de los jueves y preguntó por el realizador.

“El productor Dennis Scholl sacó de la gaveta el documental. Escuchó hablar del proyecto y me pidió ver el trabajo. Gracias a él podemos presentarlo hoy”, enfatizó el director.

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Desarrollo

Rojas no recurrió a testigos que hablaran de la protagonista. En vez de invocar la técnica de “hablar de ella”, el guion se asienta en las imágenes, la voz de un narrador, que es interpretada por el actor cubano Gerardo Riverón, y las pocas palabras que el director logró obtener de la entrevistada.

De esta manera, La reina de los jueves aborda primero el regreso de Alicia Alonso a la isla en 1960, luego de saborear las mieles del éxito en Nueva York y ciudades europeas, para aceptar la oferta de la entonces naciente revolución cubana y fundar una escuela de ballet que procuraría el ascenso internacional del BNC, hasta llegar a ser una de las entidades de danza clásica más aplaudidas del mundo.

Unos años después surgió Rosario, con apenas 15 años de edad, cuando ingresó en el BNC en 1968.

“Fue creciendo hasta caracterizar los grandes roles de El lago de los cisnes, Giselle, Las sílfides, La bella durmiente del bosque, La fille mal gardée y Don Quijote, pero nunca Carmen, que era únicamente interpretada por Alicia”, recordó Rojas.

El documental aborda cómo la bailarina enfrentó a Alicia unos años después y deja entrever, tal vez sin proponérselo, sus necesidades más profundas, cuando dice que, siendo una figura internacional del ballet, “no podía ni comprar medicinas” a su hija cuando enfermaba.

“Charín no quería hablar. No quería ni que el documental se realizara. El respeto por la escuela de ballet cubana e incluso por Alicia no le permitía hablar. E inclusive pensó que hablar podía perjudicarle, cuando aún hay muchos que alaban a la prima ballerina de Cuba por sobre todas las cosas”, rememoró el director.

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La bailarina cubana Rosario Suárez ejecutando la pieza <i>La muerte del cisne</i>.
La bailarina cubana Rosario Suárez ejecutando la pieza La muerte del cisne.

El exilio

Luego de una exitosa presentación en Madrid, Suárez optó por pedir asilo político en España en 1994 y más tarde partió hacia Miami, donde, finalmente, se afincó.

Con un acto de bienvenida y un par de exitosas presentaciones en Miami, Suárez logra el apoyo necesario para fundar la compañía Ballet Cubano de Miami y más tarde una academia con su nombre, a las que dedicó el tiempo contra “viento y marea”.

Faltó el apoyo financiero para seguir adelante. Miami, bastión de la antidictadura castrista, con todos sus millones de dólares, no estaba dispuesto, en las palabras entre líneas de la gran bailarina; a financiar un proyecto cultural, como el que tuvo Alicia en Cuba.

“Ahora es diferente, los artistas van y vienen, actúan allí y en otros países, (y reciben remuneración), pero a Rosario le tocó vivir otra época”, señaló Rojas, quien considera la participación de la bailarina en el documental “un acto de contrición”, que de alguna manera guarda cierta relación con su carrera como cineasta.

“Yo sabía”, confiesa Rojas, “que, como Rosario con su carrera, me suicidaba como cineasta cuando salí de Cuba. Vine a Miami a sobrevivir como creador”.

Estreno comercial viernes 30, 7 pm., en el Tower Theater, 1508 SW 8 Street, Miami. Consulte el portal Towertheatermiami.com para más información.

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