domingo 24  de  marzo 2024
ARTES PLÁSTICAS

Museo de arte cubano en Miami exhibe importante exposición hasta el 28 de mayo

La institución museológica American Museum of the Cuban Diaspora acoge una muestra del artista Luis Cruz Azaceta y reitera su disposición de abordar "en el contexto la experiencia de casi 60 años de diáspora"
Diario las Américas | LUIS LEONEL LEÓN
Por LUIS LEONEL LEÓN

MIAMI.- A finales del pasado año el American Museum of the Cuban Diaspora, con sede en Miami y conocido como El Cubano, abrió sus puertas con la exposición Dictators, Terrorism, War and Exiles, de Luis Cruz Azaceta, uno de los más irreverentes, experimentales, inquietos, comprometidos y prolíficos creadores del largo y sostenido éxodo cubano. Esta exhibición, curada por el profesor y crítico Alejandro Anreus, podrá visitarse hasta el 28 de mayo.

La institución museológica El Cubano, en colaboración con el Greater Miami Convention & Visitors Bureau, celebra el Mes de los museos en Miami, que se desarrolla durante todo mayo. Durante el evento, Cruz Azaceta mostró por primera vez su obra Orlando 2016, en honor a las cuarenta y nueve víctimas de la masacre en la discoteca Pulse, Orlando, el 12 de junio del pasado año.

Interpretar la cultura cubana desde la diáspora

Hace unos días El Cubano abortó el proyecto de la exhibición que bajo el nombre de Cintas at The Cuban tenía programado para inaugurar en junio próximo de conjunto con la Fundación Cintas, fundada gracias al patrimonio del prominente empresario y mecenas del arte Oscar Benjamín Cintas y Rodríguez, nacido en Sagua La Grande a finales del siglo XIX y quien fuera embajador de Cuba en EEUU de 1932 a 1934.

Antes de morir en 1957 en la ciudad de Nueva York, el filántropo dejó instrucciones para crear una fundación dedicada a reconocer a creadores cubanos residentes fuera de la isla. Desde 1962 la fundación lleva su apellido y en 1963 se comenzaron a entregar becas hasta ahora concedidas a más de trecientos cubanos residentes fuera de la isla en condición de exiliados.

Según la fundadora y directora del Museo Americano de la Diáspora Cubana, Ileana Fuentes, la cancelación de este proyecto resultó dolorosa, pero fue una decisión unánime de la junta directiva.

“Las becas Cintas han apoyado a extraordinarios artistas cubanos, pintores, diseñadores, arquitectos, escritores, fotógrafos, músicos, cineastas, que viven y realizan su arte fuera de Cuba. Camino que se entronca con la razón de ser de este museo, que desde su nombre especifica bien su área de trabajo”, dijo Fuentes a DIARIO LAS AMÉRICAS.

“Cintas fue, por más de medio siglo, la entidad más antigua radicada en Estados Unidos que apoyaba exclusivamente a los artistas de la diáspora cubana. Fueron premiadas figuras como Luis Cruz Azaceta, Iván Acosta, Oscar Hijuelos, Reinaldo Arenas, Antonio Benítez-Rojo, Jesús J. Barquet, José Kozer, Carmen Herrera, Félix González-Torres, María Martínez-Cañas, Tania León, Andrés Duany y muchos otros”, subrayó la ensayista y curadora, que arribó a EEUU en 1961durante el éxodo de menores Operación Peter Pan y ha dedicado gran parte de su vida y esfuerzos a la documentación, el estudio y la promoción de las artes y la literatura de la diáspora cubana.

En un mensaje publicado en el sitio web de Cintas se informa que a partir de este año la fundación “cumplirá con los deseos de su fundador, Oscar B. Cintas, y le otorgará becas a cubanos y descendientes de cubanos, ya bien vivan en Cuba o fuera de Cuba”.

“El nuevo curso de estas becas ya no coincide con los objetivos fundacionales de El Cubano, que es el museo sobre nuestra diáspora”, aseveró Fuentes, organizadora de la primera retrospectiva de artes plásticas de la diáspora cubana, Outside Cuba/Fuera de Cuba: Artistas cubanos contemporáneos, exposición itinerante que entre 1987 y 1989 viajó a museos de Nueva York, Oxford, Ohio, Puerto Rico, Atlanta, Georgia y al Center for the Fine Arts (hoy el PAMM) en Miami, y cuyo libro-catálogo homónimo es referencia obligatoria sobre el tema.

“Nuestro propósito es interpretar la cultura cubana en el contexto de la experiencia de casi 60 años de diáspora, destacando nuestras aportaciones a la comunidad multinacional y multiétnica a la que pertenecemos”, insistió Fuentes.

Jesús Rosado: No Castro, no problema

El historiador del arte Jesús Rosado, quien compartía con Fuentes la curaduría de la exposición que El Cubano retiró de su agenda, al enterarse del cambio en la entrega de becas, renunció al proyecto con una carta abierta:

“No, amigos míos, como se dice en la jerga del dominó, paso. Renuncio al proyecto de curaduría”, escribió el intelectual radicado en Miami, y agregó: “¿Cómo voy a prestarme al juego de crédulos y fantasiosos que no tienen la más puñetera idea de lo que es política cultural en un estado totalitario?”.

Rosado defiende que hay numerosos temas de los que deben ocuparse los estudiosos de las ciencias sociales en la diáspora como “la operación Peter Pan, los vuelos de la libertad, los caídos en el Escambray, los héroes y mártires de la Brigada 2506, Camarioca, el Mariel, los balseros del 94, los desaparecidos en el estrecho de la Florida, el hundimiento del remolcador 13 de marzo, los más de 500 artistas visuales exiliados, los cientos de logros en el teatro, la literatura, el cine, la música, la danza, en la esfera política, en el deporte, en las ciencias, la experiencia del presidio político, gran parte del cual partió al exilio. Sesenta años de desarraigo, dolor, sacrificios, triunfos, éxito innegable en Estados Unidos, España, México, Argentina, Chile, Suecia, Checoslovaquia, Francia, Australia”.

“Mi afiliación a El Cubano tiene que ver con su misión: estudiar, preservar y divulgar el patrimonio cultural de la diáspora. Con el cambio de agenda de la Fundación me paso y me levanto de la mesa. No transijo con esa forma de jugar el dominó entre auténticos cubanos. Claro, sin castrismo, amigos de Cintas, pueden contar conmigo, estaría dispuesto a jugar otro partido. No Castro, no problema”, concluyó en su misiva Rosado.

Los derechos humanos y las libertades

“Somos un museo destinado a documentar, exhibir e interpretar el arte, la cultura y la historia de la diáspora cubana posterior a 1959. Nos dedicamos a recoger y preservar documentos históricos y culturales relevantes, obras de arte y artefactos que documenten y a través de los cuales se interprete y analice el patrimonio cultural y el legado de los cubanos en la diáspora”, puntualizó la directora de El Cubano.

La también profesora universitaria, señaló que para el museo es una prioridad “orientar y acatar los principios que garantizan los derechos humanos y las libertades de la humanidad. Sobre estas bases convenimos realizar el trabajo conjunto con la fundación Cintas. La memoria de Oscar B. Cintas y la misión histórica de su fundación, han sido una de las inspiraciones de este museo, pero estos cambios recientes marcan un curso diferente para la fundación, un curso que no coincide con nuestros propósitos. La memoria de Oscar B. Cintas, y la histórica misión de su amada fundación, están bien vivas dentro de las paredes de El Cubano”.

Aunque el museo recibe apoyo del Departamento de Asuntos Culturales del Condado de Miami-Dade y generosos socios comunitarios como Bank of America, “las donaciones individuales y los ingresos de membresía siguen siendo la mayor fuente de financiación para los museos en el mundo. Ni el nuestro, ni ningún museo puede sobrevivir sin el apoyo de patrocinadores. Las membresías y las generosas contribuciones filantrópicas compensarán considerablemente el costo de operaciones del museo, además de proporcionar los fondos para programas educativos”, concluyó.

Para más información, consulte el portal Thecuban.networkforgood.com en internet.

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