viernes 29  de  marzo 2024
Imverbrake

Comenzar de cero a los cincuenta es el gran reto

Jaime Arango, director general de la compañía Imverbrake, nos cuenta cómo se reinventa en Miami después de verse forzado a abandonar su país por la violencia imperante
Diario las Américas | CÉSAR MENÉNDEZ
Por CÉSAR MENÉNDEZ
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Jaime Arango desafía la creencia de que una persona a los 54 años no puede reinventarse. En entrevista exclusiva con DIARIO LAS AMERICAS, nos cuenta cómo es empezar de cero en Miami después de tener una vida de éxito en Venezuela.

¿Quién es Jaime Arango, a qué se dedica?

Soy venezolano nacido en Medellín, Colombia. A los cinco años mis padres se fueron a vivir para Venezuela y allí he desarrollado mi vida privada y los negocios. Soy el dueño de la empresa de piezas de automóvil Automotriz Romero.

¿Cómo empezó su negocio en Venezuela?

De joven trabajaba para otra persona, salía por los llanos con mi camión vendiendo piezas de automóviles, con el tiempo gané reputación y logré crear mi propia empresa. Era tanta la venta que a los 15 años ya los proveedores no me podían surtir la cantidad de mercancías que yo vendía a mis clientes y, entonces, me puse la meta de tener mi propia fábrica. Compré una de las fábricas de mis proveedores con todos sus trabajadores. En esa época funcionábamos con materia prima nacional y algunas que importábamos desde los Estados Unidos como barniz, granalla, pegamento. Así logré ser uno de los mayores vendedores de frenos para coches de mi localidad.

¿Por qué un hombre de negocios ya establecido decide emigrar?

La decisión la tomé en el año 2015 de forma rápida e instintiva. Es conocido por todos la situación que vive mi país. No sólo el deterioro de la economía, que con eso más o menos podíamos vivir, sino el incremento de la violencia. El detonante para emigrar fue el asesinato de un amigo cercano. Una persona buena que no se metía con nadie y lo mataron por gusto. Mi mujer y yo pensamos en nuestros hijos, en su seguridad, en su porvenir y tomamos la dolorosa decisión de emigrar. Cuando uno es padre tiene el deber no sólo de proveer, sino de cuidar a su familia.

¿Cómo es emprender a los 53 años en un entorno totalmente diferente?

Es bastante difícil, llegué sin conocer a nadie en el mundo de los negocios. He recibido ayuda de muy pocas personas. Dar los primeros pasos me recuerda a cuando emprendí con 22 años en Venezuela. Aquí he establecido una rutina que me permite analizar el mercado. De forma muy planificada, salgo todos los días a conocer a los potenciales clientes, les muestro los productos que vendemos, les explico cómo distribuimos, les damos nuestros precios y las facilidades de pago. Así voy, poco a poco, estableciéndome sin perder el optimismo y el sueño en el futuro.

Mucha de las visitas a los clientes las hago yo mismo, tengo el problema de no hablar inglés y por eso el objetivo que me he marcado como meta, en esta primero etapa, es el hispano de aquí de Miami. Tengo dos personas trabajando conmigo, estamos creando o consolidando la cartera de clientes y extendiendo las fronteras del negocio.

¿Qué comercializa aquí en Miami?

Nuestra especialidad es la venta y distribución de frenos para automóviles y camiones. Ahora mismo comercializamos productos norteamericanos y algunos que importamos de China. Distribuimos en todo Miami, principalmente en áreas de Hialeah donde tenemos bastantes clientes, y exportamos a Venezuela, porque allá mantengo mi fabrica.

¿Por qué no intentar otro negocio nuevo en los EEUU?

El negocio de los frenos es el que hecho durante los últimos 30 años de mi vida, domino todas sus aristas. Nadie me puede hablar de algo relacionado con él que yo no conozca. En esta etapa de posicionamiento en el mercado, es muy útil conocer a la perfección los productos que vendes, así los puedes explicar mejor y captar más clientes. No me veo haciendo otra cosa en mi vida, sería prácticamente pedirme un imposible. Me he reinventado porque he empezado de cero, sin amigos, sin clientes, sin conocer el mercado local , pero dominando a la perfección los productos que vendemos. Aunque el entorno comercial de Miami es amplio y con mucha competencia, con mis conocimientos sobre el negocio me voy abriendo muchas puertas y voy obteniendo buenos resultados.

¿Cómo llevas lo de las nuevas tecnologías?

Bueno, la empresa tiene su página web y por allí nos damos a conocer. Reconozco que debo actualizarme más en las nuevas tecnologías. Ya estuve viendo una plataforma de ventas que me sugirió un proveedor que organiza y facilita bastante el trabajo.

¿Volvería a venir a EEUU a comenzar de nuevo si tuviera a oportunidad de echar para atrás el tiempo?

Es una pregunta muy difícil y no te voy a responder de forma categórica. Yo soy venezolano, allá tengo mis amigos, mis clientes con quienes trabajé durante mucho tiempo, tengo mis trabajadores que son como mi familia y tengo mi tierra. Todo eso se extraña, sobre todo a mi edad. Aquí estamos bien y seguros, hemos superado las primeras etapas. Mis hijos se han integrado muy rápido, y la empresa se va posicionando. Ya no somos unos desconocidos tenemos clientes y estamos creciendo.

¿Cuál ha sido su máximo reto en el pasado y de cara al futuro?

El principal reto del pasado era llegar al punto de equilibrio de mi empresa, lograr funcionar con los ingresos obtenidos en el mercado local. Ya estamos en esa etapa. El otro reto era acostumbrarme a mi vida como emigrante sin mirar todo el tiempo atrás, en ese estamos trabajando. Vamos abrir un nuevo local para ensamblar mecanismos de frenos para los trailers de camiones que tienen un magnífico mercado.

¿Qué le dirías a un empresario latino establecido en su país que está pensando emigrar a los EEUU?

Lo mismo que me dijeron a mí, pensarlo bien, mire cuánto puede soportar allá y evalúe si las condiciones que le motivan a emigrar son permanentes o reversibles. La gran verdad es que comenzar de cero es tremendamente difícil.

Si es una persona joven, no le queda más remedio que enfrentarse al mundo. Aquí, si comienzas siendo joven, y trabajas mucho, seguro que te puede labrar un buen futuro. Algo que no está ocurriendo en muchos de nuestros países y, mucho menos, en Venezuela, pero ese día llegará porque nuestro pueblo es muy noble.

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