martes 19  de  marzo 2024
ELECCIONES EN EEUU

Hillary Clinton y Donald Trump a debate frente a frente por primera vez

La campaña electoral se realiza en un contexto negativo donde el 57% de los estadounidenses están frustrados con la contienda, 55% están disgustados y 43% están asustados
Por VERÓNICA EGUI BRITO

El primer debate presidencial -programado para este 26 de septiembre- será un espectáculo: el evento del año con una proyección que superaría los 80 millones de espectadores, cifra récord que se mantiene desde 1980 cuando la contienda entre Jimmy Carter y Ronald Reagan. Esta vez la disputa es entre la experiencia política de Hillary Clinton para suceder a Barack Obama, y el nacionalismo de Donald Trump con el que promete “cerrar las fronteras”.

Precisamente, el 79% de los estadounidenses que se muestran dispuestos a votar por Clinton aseguran que la experiencia de la demócrata es la razón principal por la que la eligieron como su candidata, mientras que el 47% de los que apoyan a Trump destacan que su falta de experiencia -al ser un candidato anti establishment- es la razón por la que lo apoyan, de acuerdo con el más reciente estudio del Pew Reseach Center realizado entre el 16 de agosto y el 12 de septiembre a 4.358 adultos.

Cada candidato tiene que pulir su estrategia para salir victorioso en la primera contienda televisiva: Clinton debe asegurarse que los estadounidenses la vean como presidenciable, mostrándose como la mejor opción, al tiempo de destacar lo peligroso que puede ser Trump para el futuro del país. Mientras que la tarea del magnate es mostrar a su contrincante demócrata como una ladrona (por todos los escándalos de corrupción relacionados con la Fundación Clinton que empañan su nombre), y además debe enfocarse en un público muy específico: trabajadores de bajos salarios y personas mayores, advierte Dennis Anderson, profesor de Gestión de la Información del St. Francis College de Nueva York.

Para añadirle más controversia a una campaña ya bastante escandalosa se sumó un imprevisto: la explosión en Chelsea, Nueva York. Un atentando terrorista ocurrido a una semana del evento donde 29 personas resultaron heridas. El hecho de que nadie muriese genera menos impacto emocional en la población estadounidense que vive fuera del estado. Para los neoyorkinos la seguridad nacional es un asunto prioritario, pero no necesariamente opina lo mismo el resto de ciudadanos, para quienes la migración es un elemento sobresaliente, y ahí podría beneficiarse Trump, explica Anderson.

Aunque Clinton es la candidata mejor preparada sobre las políticas que enfrenta el país, tiene muchas vulnerabilidades: el reciente enfoque mediático sobre sus supuestos problemas de salud, así como la controversia por los correos electrónicos, temas que seguramente pondrá Trump en escena, donde él tendrá que comportarse como presidenciable y no ser políticamente incorrecto porque ya no le estaría hablando solo a sus partidarios sino a toda la nación, estima Steffen Schmidt, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Iowa.

Sobre el caso concreto del atentado en Nueva York, Trump salió victorioso al tomar una posición mucho más dura que Clinton, quien parecía insegura en sus respuestas.

El desafío de Clinton es presentarse como alguien con quien la gente se pueda identificar, que sea digna de confiar, pero hasta ahora no ha tenido éxito sobre ello. Esta es la razón principal por la que no está aplastando a Trump en las encuestas. Es un momento muy incierto, pronostica Anderson. Al tiempo que explica que el republicano debe centrar su discurso recordando que la demócrata está ocultando cosas, y exponerla como alguien débil para liderar el país.

Disgustados con la campaña

Un factor importante que precisa el sondeo de Pew para ambos grupos, es que más allá de los atributos de su candidato, no son el contrincante que adversan: 33% de los seguidores de Trump y 32% de los partidarios de Clinton toman su elección en oposición al otro candidato.

Entre los partidarios de Clinton, su experiencia en 32% de las veces se menciona con tanta frecuencia como la oposición a Trump. Para los partidarios del republicano, la oposición a la exSecretaria de Estado es uno de los factores más frecuentemente citados para apoyar a su candidato, con casi la misma cantidad citando su condición de ser político independiente (27%) o sus posturas políticas nacionalistas y radicales (26%).

Esta "oposición como soporte", explica Pew se lleva a cabo en el contexto de una campaña electoral con muchas más probabilidades de explotar los aspectos negativos que los positivos: 57% de los estadounidenses dicen haberse sentido frustrados, 55% disgustados o 43% asustados. Mientras que quienes tienen emociones positivas son minoritarias: 31% están interesados, y 15% optimistas. Sin embargo, solo 9% de los votantes reportan ser indiferentes en la campaña.

Las sensaciones negativas sobre la campaña aumentaron durante el verano. La participación de los votantes diciendo que han estado sintiéndose frustrados ha aumentado ocho puntos porcentuales, del 49 al 57%. Asimismo, una mayor proporción dice ahora que están disgustados: 45 frente a 55%, mientras que muchos reportan sentir más miedo ahora que hace dos meses 37 al 43%.

Quien gane el primer debate tendrá una gran ventana electoral. En un año electoral tradicional los dos primeros generalmente capturan la atención de todos, porque a través de ellos la población suele aclarar su opinión. De hecho, aunque existen cuatro fechas pautadas: 26 de septiembre, 4, 9 y 19 de octubre ya Trump ha mostrado su intención de solo hacer dos.

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