jueves 28  de  marzo 2024
EEUU

¿Qué dijo el Supremo sobre el veto migratorio de Trump?

Tras tres meses y medio de debates y suspensiones, la orden ejecutiva que procura detener la entrada de supuestos terroristas al país vuelve a relucir
Por RUI FERREIRA

MIAMI.- A los ciudadanos residentes en seis países de mayoría musulmana les va a ser más difícil a partir del viernes ingresar a Estados Unidos u obtener una visa. El Tribunal Supremo ha decidido por unanimidad permitir la aplicación de una parte del veto migratorio, delineado en la controversial orden ejecutiva de la Casa Blanca de limitar el ingreso de los nacionales de seis orígenes al país.

El presidente Donald J. Trump proclamó de inmediato una victoria absoluta de sus planes y agradeció al tribunal el respaldo que le ha dado. La realidad, sin embargo, es más compleja. Los jueces se han reservado el derecho de estudiar la orden completa, incluyendo las instrucciones de implementación diseminadas por los departamentos de Estado y Seguridad Interna, cuando regrese en octubre después de las vacaciones de verano.

Lo interesante de la postura del Tribunal Supremo, han coincidido analistas, es que la orden ejecutiva de Trump parecía ser absolutista, sin márgenes para una negociación y menos con términos medios. Según el analista Jay Michaelson, los jueces han encontrado un punto intermedio: “El Tribunal acordó escuchar los argumentos de una forma rápida el próximo otoño. Pero mientras tanto, ha apoyado la decisión de las cortes inferiores contra un veto [migratorio] hacia aquellos que tienen relaciones de buena voluntad con los ciudadanos y las instituciones de Estados Unidos, mientras, sorpresivamente, ha aplicado el veto a los que no tienen ese tipo de nexos”.

Significado

¿Qué significa esto? “Que si una persona es un refugiado sirio atrapado en una campo de refugiados en Turquía, el veto migratorio de Trump entra en efecto y no puede ingresar a Estados Unidos. Pero si tiene un pariente en Estados Unidos o ha sido aceptado en una universidad estadounidense, o ha logrado un trabajo en una empresa estadounidense, entonces el veto queda suspendido y puede ingresar al país”, comentó Michaelson.

Para algunos esto puede parecer un poco confuso porque el veto migratorio se sustenta, en lo que sus adversarios consideran, una discriminación religiosa. Para estos, si la discriminación religiosa es inconstitucional, cómo puede seguir en efecto en estos casos. Peor aún, si el veto se basa en consideraciones de seguridad nacional, qué razones tienen los jueces para impedir al Gobierno de aplicarlo.

La razón es muy simple. “Este tipo de decisiones jurídicas en caso similares están sujetas a la total discreción del Tribunal, que considera que ambos bandos tienen razones válidas y mientras toman una decisión definitiva deben balancear esos intereses”, agregó el analista. Es una cuestión de lógica común aunque pueda parecer confusa.

Pendiente

Pero no es una victoria total para ninguno de los dos lados. De hecho, la Casa Blanca había emitido una orden ejecutiva inicial tan dura que terminó por ser sustituida por otra más “digerible” jurídicamente y que, incluso, sacó de la lista al séptimo país incluido inicialmente: Irak. De momento solo afecta a Siria, Yemen, Irán, Somalia, Sudán y Libia.

La base de la decisión del Supremo no es, como pretende La Casa Blanca impedir el ingreso por términos absolutos de seguridad nacional, sino que considera también la cuestión de los derechos individuales de los viajeros. Y también de sus parientes o empleadores en Estados Unidos, que tienen todo el derecho de ver a sus familiares o recibir a sus empleados.

Aunque la decisión, emitida en una sentencia de 16 páginas, levanta parcialmente el veto, no se debe tomar esto como una indicación de la decisión del problema en su totalidad. Los abogados y analistas comentaban el lunes que en este caso era de esperar un acuerdo entre los jueces conservadores y liberales. Pero esto no quiere decir que cuando tengan que analizar la orden ejecutiva como un todo, vayan a existir unanimidad y se esperan realmente opiniones distintas, lo cual haría el proceso mucho más lento. Habrá audiencias, un período de reflexión y las opiniones de los jueces quedarán reflejadas en la sentencia final.

“Este es un proceso lento. El Presidente podrá declarar victoria. Ahora no la tuvo, el Tribunal decidió dejar una puerta abierta. Su victoria podrá venir cuando los jueces decidan al término del proceso. Es natural que voten según su pensamiento, liberal o conservador, pero no será unánime. Será lento”, opinó el lunes el abogado Alex Rubinstein a la cadena Fox.

Recuérdese que la orden ejecutiva, en sus dos versiones, establecía una prohibición de ingreso durante un plazo de 90 días hasta que La Casa Blanca terminara de establecer una política definitiva. La decisión del Tribunal Supremo varía este plazo: La Casa Blanca puede comenzar a contar sus 90 días a partir de ahora, pero solo los podrá aplicar en aquella parte en la cual el Supremo mantuvo el veto, no en la en la que lo ha levantado. Lo más natural es que el Ejecutivo no haga nada por el momento y espere la decisión final, han agregado especialistas. “Sería mucho más práctico en este proceso que ya ha dado mucho de qué hablar”, afirmó Rubinstein.

La directora legal del National Inmigration Center, Karen Tumlin, comentó a The New York Times que en el otoño van a pedir al Supremo que, sencillamente, permita el ingreso a todo el mundo que quiera venir a Estados Unidos. “Pensamos que es repugnante hacia nuestros valores que [los viajeros] sean tratados de formas diferentes dependiendo de dónde vienen y cómo rezan”, afirmó.

De todos modos, independientemente del desenlace en otoño, la versión terminará por aflojar la orden ejecutiva que prohíbe la entrada a todos, porque los jueces ya han permitido por unanimidad el ingreso de algunos y es muy poco probable que den marcha atrás.

FUENTE: Especial

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