sábado 16  de  marzo 2024
LIBERTAD DE PRENSA

Familia Ortega monopoliza medios de comunicación en Nicaragua

MANAGUA.- El empresario mexicano Ángel González, mantiene un duopolio en el país junto a la familia presidencial que por otra parte, continúa acaparando más medios de comunicación para acallar críticas, fortalecer perfiles ideológicos y políticos, lo cual es considerado un ataque más a la endeble libertad de prensa y por consiguiente, a la ínfima democracia 

MANAGUA.- JOSUÉ BRAVO / Especial

El traspaso definitivo del canal 2 de la televisión en Nicaragua a nombre del empresario mexicano Ángel González, ha sido calificado como el más reciente “zarpazo” del presidente Daniel Ortega, que ha sido criticado incluso por la Iglesia Católica en la nación centroamericana.

González, mantiene un duopolio en el país junto a la familia presidencial que por otra parte, continúa acaparando más medios de comunicación para acallar críticas, fortalecer perfiles ideológicos y políticos, lo cual es considerado un ataque más a la endeble libertad de prensa y por consiguiente, a la ínfima democracia.

Control de los medios 

Estos días González tomó control del canal otrora líder de audiencia y crítico del sandinismo en sus mejores tiempos, que había comprado en 2011 a los Sacasa, la familia nicaragüense que mantuvo la gerencia hasta inicios de este año. En Canal 2, el mexicano es su mayor accionista por medio de la empresa TV Móvil.

Esta maniobra estaría encaminada a otro traspaso que le permitiría a la familia Ortega-Murillo tener control absoluto de la televisora y ampliar el número de medios de comunicación, a cambio de una frecuencia televisiva repetidora para el mexicano.

Es lo que se maneja en Nicaragua, a falta de una explicación oficial de los operadores de González, de la familia Sacasa y hasta del Gobierno mismo.

La reciente presencia de dos hijos de Ortega y Rosario Murillo, Laureano y Juan Carlos, así como 14 despidos, incluyendo la productora del noticiero TV Noticias y contratación de personal nuevo, refuerzan la tesis de que la familia gobernante se haría del control del Canal 2, según la prensa local. En el noticiero estelar Canal 2 también ha mostrado apertura en sus informaciones. Ahora aparecen entrevistas con funcionarios públicos que antes se negaban a darles entrevistas a sus periodistas.

Las riendas del canal fueron asumidas inicialmente por el venezolano Ignacio Barrera, director de Contenidos de Albavisión (distinto a la Alternativa Bolivariana para los pueblos de Nuestra América), la empresa de González, integrada por decenas de radios y al menos 23 canales en el continente. Barrera sería el encargado de traspasar el medio de comunicación a los Ortega – Murillo, aunque a nivel de gerencia ahora es manejado por Carlos Pastora, quien dirige el grupo mediático de González en Nicaragua.

En este país, González tiene los canales 9, 10 y 11, así como un grupo radial. Ha sido cercano de Ortega, al recibir un trato especial con varias frecuencias que le ha otorgado el Gobierno en los últimos años. Inicialmente el mexicano fue socio del Canal 4, la primera televisora sandinista en Nicaragua desde que la revolución perdió el poder en 1990.

En Nicaragua se da como un hecho que ahora Canal 2 se uniría a los tres canales de audiencia nacional que tiene la familia de gobierno. Ellos son el 4, 8 y 13, dirigidos por los hijos de Ortega y Murillo, quienes además manejan un grupo de radios y medios digitales por donde abruman a los nicaragüenses de propaganda partidaria y gubernamental. Canal 6, la frecuencia del estado, también transmite las actividades oficiales del Gobierno.

El 4 es dirigido por Tino y Daniel Edmundo, el 8 por Juan Carlos y el 13 por Camila, Luciana y Maurice Ortega Murillo. Las radios son manejadas por Rafael Ortega Murillo. Daniel Ortega hace y deshace no solo con los medios de comunicación, sino con empresas que también manejan amparado a los réditos millonarios que le deja la cooperación venezolana, la cual es administrada con discreción por su gobierno, a pesar de haberse iniciado mediante acuerdos de país a país.

De los grandes medios en Nicaragua con independencia solo quedan el diario La Prensa, el de mayor tradición, Radio Corporación y Canal 12.

El otro medio impreso de importancia en Nicaragua, El Nuevo Diario, fue vendido hace 4 años a un banquero, aunque continuamente se le asocia al gobierno por haber abandonado el papel beligerante hacia el poder y adoptó un perfil más blando, sin críticas al estado. Igual existen canales pequeños en la capital y en algunos departamentos plegados a la información oficial.

El gobierno sandinista, por medio de Telcor, el ente regulador de la prestación de los servicios de telecomunicaciones y correo, cerró este año dos canales de cable en el departamento de Chinandega, occidente del país. El gobierno alegó una deuda en la renovación de la concesión para el cierre, pero también eran canales críticas a la gestión del gobierno.

Efectos negativos 

El especialista en medios de comunicación y exdecano de la carrera de comunicación social de la Universidad Centroamericana en Managua, Guillermo Rothschuh, opina que el acaparamiento de los medios audiovisuales de parte de cualquier político o de cualquier grupo empresarial tiene efectos negativos para la libertad de expresión y por lo tanto afecta la democracia.

“En Nicaragua asistimos desde finales del siglo pasado a un proceso concentracionario. Tanto de parte del empresario mexicano-estadounidense Ángel González como de la familia del presidente Daniel Ortega. Lo grave es que ambos han creado un duopolio televisivo. De nueve canales que operan en VHF solo uno está fuera de la égida de González y de la familia presidencial. El Instituto de Telecomunicaciones y Servicios Postales ha inclinado la balanza a su favor”, explica Rotschuh.

Rotschuh recuerda que González desembarcó en Nicaragua durante la década de los noventa mediante la compra de la frecuencia de Canal 10 a los empresarios Carlos Reinaldo y César Augusto Lacayo, así como a Juan Bautista Sacasa, en abierta violación a la Ley de Telecomunicaciones (Ley 200).

Luego amplió su portafolio mediante la entrega (de Telcor) de la frecuencia de Canal 11. Para que esto ocurriera Telcor movió de esa frecuencia al empresario Carlos Pellas y lo mandó a Canal 14. Para que esto pudiera darse González tuvo que regresar las acciones que había venido adquiriendo de Canal 4 propiedad de la familia presidencial. “De aquí en adelante el ente regulador ha venido actuando de manera parcializada. No intervino en la compra de Canal 8 por parte de Albanisa y la familia presidencial en enero de 2010. Luego ambos grupos fueron nuevamente favorecidos con la entrega de las frecuencias de los canales 9 (González) y 13 (familia presidencial”, recordó el especialista.

La venta de Televicentro Canal 2 es más que emblemática. Fue uno de los primeros canales en Nicaragua, fundado en diciembre de 1965. Ha sido el de mayor alcance y mantuvo un perfil informativo independiente, crítico al sandinismo. Fue el de mayor audiencia y por lo tanto, la señal que transmitía los principales eventos de Nicaragua y el mundo.

“La forma que se ha dado esta operación no permite determinar con certeza quién es el verdadero dueño de Canal 2. Lo que sí quedó claro fue que Telcor otorgó la frecuencia (repetidora) de Canal 7 a González. En recientes declaraciones al diario digital Confidencial, Carlos Pastora, representante de los intereses de González en Nicaragua dijo que Ratensa no iba administrar Canal 2, pero esta semana anuncio que él sería el encargado de la administración, no así de TV Noticias, que quedó bajo la dirección de la familia presidencial”, según Rotschuh.

“El esquema con que funcionará es idéntico a la manera (ensociedad) que funcionó Canal 4 desde principios hasta 2007. El hecho que Ignacio Herrera, empleado de González en Albavisión, la sociedad que aglutina las televisoras propiedad de González en América Latina fuese quien recibió el traspaso de la administración de dicho canal de parte de la familia Sacasa-Pasos, sus antiguos propietarios, aclaró los nublados. Lo que ocurrió fue la formalización del traspaso, la compra había sido hecha desde hace rato”, sostuvo.

Contra la prensa independiente 

Comprar medios de comunicación no es la única manera gubernamental de coartar la libertad de expresión en el país. Desde que Ortega asumió su segundo mandato en 1997, eliminó la publicidad del gobierno a los medios independientes, grandes y pequeños, para trasladarla a los de su propiedad y afinidad. Esta misma línea la siguieron los otros poderes del estado, claramente dominado por los Ortega – Murillo.

También socavó en su momento la unidad de investigación del diario La Prensa, al contratar para sus medios a periodistas estrellas del diario. Lo mismo hizo con Canal 2 y otros medios adversos.

Según Rotschuh, en Nicaragua existe libertad de expresión nada más que condicionada y asediada por la concentración mediática. “El hecho que las licencias de radio y televisión estén vencidas pone contra la pared a los dueños de radioemisoras y a empresas que prestan los servicios de la televisión por suscripción. Igualmente el cierre de canales televisivos en los departamentos (provincia) de Madriz, Estelí y Chinandega crea un estado de miedo e incertidumbre”, sostiene.

“Los dirigentes políticos afines al gobierno en estos departamentos no gustan de la crítica y han solicitado dichos cierres. En otras palabras, existe un clima de censura y la autocensura con resultados adversos para la libertad de expresión. Por otro lado temas incómodos para el gobierno son pasados por alto en sus canales como los de propiedad de Ángel González. Voces, rostros y temas han sido invisibilizados de estos canales con efectos graves para la libertad de expresión”, añade.

El vicario de Familia y Vida de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio Fonseca, consideró lo ocurrido con Canal 2 como “un zarpazo a la democracia y prácticamente dejar sin espacios a las voces críticas del país”, según el diario La Prensa.

“Que el Gobierno esté controlando los medios de comunicación es un zarpazo a la democracia. En un sistema democrático se oyen todas las opiniones. Aquí se percibe de que esas opiniones disidentes se están silenciando con ese monopolio de los medios de comunicación; aquí parece que vamos a regresar a un periodismo de catacumba porque a medida que se van cerrando los espacios se va a venir una situación de que vas a hablar desde la clandestinidad”, lamentó el prelado.

Desde los años 80, cuando dirigió la revolución sandinista, Ortega ha dado mucho énfasis a la consolidación de medios de comunicación colectiva a su servicio. A partir del 2007 también ha realizado inversiones millonarias para la compra y reforzamiento de estaciones de radio, periódicos digitales y sus canales.

El ex comandante de la revolución y disidente sandinista, Henry Ruiz, cataloga al Presidente de Nicaragua como el Berlusconi Nica, en clara alusión al ex primer Ministro Italiano Silvio Berlusconi, quien tiene un emporio mediático en su país.

“Posiblemente va a intentar con el Canal 2, para tener un monopolio, que es la imagen que tienen tipos mafiosos, tipos como Berlusconi, que no deja de ser una práctica parecida en Nicaragua”, predijo hace 5 años Ruiz, cuando Ortega compró el Canal 8.

La afamada escritora Gioconda Belli, dijo que “En Nicaragua no tenemos libertad de expresión”.

“No necesariamente tienen que existir crímenes para que se ejerza una represión de la libertad de prensa, porque si es verdad que aquí no nos pasa lo que sucede en Honduras, donde hay tantos periodistas asesinados, si hay una muerte del debate, de la crítica, porque todo mundo se empieza a autocensurar y hay un ambiente donde no circula la información; el caso del (proyecto del) Canal (Interoceánico) es uno y otros temas”, dijo Belli.

“Eso es un problema serio para nosotros, porque las noticias nos llegan filtradas por los intereses de esa dos personas”, añadió.

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