MIAMI.- Carlos Hernández, alcalde de Hialeah y candidato a la reelección, dijo este martes ante los comisionados de Miami-Dade que “es el momento de que el Condado cuestione la integridad de la Comisión de Ética”.
MIAMI.- Carlos Hernández, alcalde de Hialeah y candidato a la reelección, dijo este martes ante los comisionados de Miami-Dade que “es el momento de que el Condado cuestione la integridad de la Comisión de Ética”.
Hernández llegó a la sede de la Comisión del Condado con 14 cajas, cada una ellas con copias de 6.000 correos electrónicos, 1.000 documentos, CDs con imágenes de entrevistas a Joseph Centorino (director ejecutivo de la Comisión de Ética) y el desarrollo de la conferencia celebrada el pasado 10 de marzo, organizada por Barry University y dicho organismo de control, sobre los retos legales y éticos que significaría hacer negocios con Cuba, a la luz de la apertura de relaciones con la isla.
“No tendría problema si ese seminario hubiera sido organizado por entidades privadas, pero se utilizaron fondos públicos. Y Joseph Centorino le mintió al pueblo cuando dijo que ese seminario no le iba a costar un centavo a los contribuyentes”, denunció Hernández frente a los comisionados.
El presidente de la Comisión condal, Esteban Bovo, explicó que le había permitido al alcalde de Hialeah hacer su presentación por el privilegio individual que tiene como funcionario elegido por el voto popular y por estar a la cabeza de la segunda ciudad con mayor población hispana de Estados Unidos.
Tres razones
Hernández, en su intervención de 20 minutos, adujo que no presentaba su queja por razones personales, sino como cubanoamericano, alcalde de Hialeah y persona que paga impuestos.
El edil explicó que el municipio que encabeza había hecho un pedido formal de documentos públicos con el objetivo de saber si el evento organizado “para hacer negocios con Cuba” no había sido hecho con dineros públicos.
En correos electrónicos citados por Hernández, se muestran comunicaciones internas entre Centorino, el comisionado Nelson Bellino, la directora de comunicaciones de la Comisión de Ética (Rhonda Sibilia) e incluso un email enviado por nuestro editor de noticias locales (Jesús Hernández) pidiéndole a Centorino una respuesta sobre la denuncia del alcalde de Hialeah sobre el supuesto uso de dineros públicos para financiar el evento organizado con Barry University.
De acuerdo con Hernández, la Comisión de Ética y su equipo de funcionarios emplearon seis meses en la preparación del seminario que se llevó a cabo el pasado 10 de marzo. Supuestamente, el foro se empezó a preparar desde septiembre de 2016.
Citó las razones por las que fue creado ese comité de fiscalización de la gestión pública y se preguntó si tenían algo qué ver en el desarrollo sobre una conferencia de cómo hacer negocios con Cuba.
Para qué sirve
Llamó la atención de los comisionados para que se indague en la tarea de Centorino, los miembros del ente fiscalizador y su equipo de investigadores, a quienes cuestionó por “sus altos salarios”.
Dejó en claro que le parece importante la tarea de la Comisión de Ética, pero se preguntó si en este momento su función era “educar a los representantes del pueblo, a los cabilderos y consultores, o tratar de enlodar a quienes ocupan cargos de elección popular”.
Al respecto propuso que los dineros destinados a la investigación del despacho de Centorino, sean más bien invertidos en la oficina del fiscal estatal para contratar más investigadores o para fortalecer al FBI.
Cuestionó, por lo tanto, la “credibilidad e integridad” de la Comisión de Ética, y no le pareció un contrasentido que un alcalde dedicara tiempo y recursos de su municipio a investigar a otra entidad gubernamental. “Nadie está por encima de ley”, justificó.
Centorino, en su momento, en mensaje a DIARIO LAS AMERICAS, explicó las razones del evento organizado en parte por la entidad que dirige: “el COE no toma la postura de que nadie debería hacer negocios en Cuba. Asume la posición de que cualquiera que esté considerando hacerlos necesita saber sobre las posibles trampas que podrían enfrentar aquellos que participan en esa actividad. Este programa tiene una importante función educativa al proporcionar esa información. La Comisión de Ética no tiene agenda política y no promueve puntos de vista políticos”.
Fallo en contra de Hernández
La Comisión de Ética, creada en 1996 como un organismo independiente del Gobierno condal, falló en contra del alcalde Hernández en 2015, al encontrarlo culpable de violar el código de ética.
Hernández, según dicho fallo, les mintió a los medios de comunicación cuando les informó a los periodistas que el ingreso obtenido de un préstamo que le hizo al joyero Luis Felipe Pérez (acusado y condenado por un fraude piramidal) había sido por pago de capital y no de intereses.
Este hecho se supo meses después, durante el juicio al exalcalde de Hialeah Julio Robaina, cuando Hernández confesó bajo juramento, en condición de testigo, que “Felipito, el Joyero” le hacía pagos del 36% por intereses, una tasa por encima de lo permitido desde el punto de vista legal.
La Comisión de Ética lo multó con $4.000 dólares, que Hernández se negó a pagar. A su vez, esa entidad lo demandó con el fin de obligarlo a entregar esa suma de dinero.
El alcalde de Hialeah pagó su deuda con 28 baldes cargados con 400.000 centavos de dólar. La Comisión de Ética aceptó finalmente esa forma de pago.