viernes 22  de  marzo 2024
JUSTICIA

Condenado en Florida en polémico caso mantiene confianza en la justicia

Flavio Santisteban cumple 17 años en prisión por un accidente en el que murieron cuatro personas y por primera vez habla en la cárcel con TELEMUNDO 51 y DIARIO LAS AMÉRICAS
Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI.- Resulta poco probable que una persona condenada a prisión, por posibles fallas en el procedimiento legal utilizado, manifieste confianza en el sistema penal de un país.

Sin embargo, en el caso de Flavio Santisteban, quien fue condenado a 17 años de carcel por un accidente automovilístico en el que murieron cuatro personas en 2005, a pesar de que sostiene su inocencia, igualmente se mantiene firme en la convicción de que el aparato judicial de Estados Unidos es eficiente y funciona.

Gracias a la colaboración informativa entre TELEMUNDO 51 y DIARIO LAS AMÉRICAS tuvimos acceso a Wander Everglade Correctional Institution, donde cumple condena Santisteban.

Durante una entrevista, desde el interior de la prisión, Santisteban dijo no solo que confía en la justicia de este país sino que tampoco se arrepiente de haber emigrado a Estados Unidos, “en busca de una mejor vida”.

Este hombre de 44 años, declarado culpable en un trágico accidente ocurrido en la autopista Turnpike, solo siente como una “gran pérdida” el hecho de que hoy no esté junto a la familia porque la que fuera su esposa decidió dar por terminada la relación hace unos cuatro años. Debido a la ruptura del matrimonio nunca más ha vuelto a ver a su hija.

La confianza que mantiene Santisteban en el sistema judicial estadounidense contrasta con la huelga de hambre que realizó por más de 40 días, hace poco más de un mes, sin que las autoridades tuvieran en cuenta su reclamo y el de su madre Rosario Yara, para que el caso sea reabierto y asumido por la justicia federal.

Tras haber concluido el ayuno, el abogado de Santisteban, Bryan Camareno, presentó por segunda ocasión esa petición, el pasado 31 de octubre.

¿Qué impacto han tenido en su vida las consecuencias de ese accidente?

Lo he perdido todo; perdí familia, perdí bienes materiales, que es lo de menos porque eso lo voy a recuperar, pero lo que más me ha chocado es que perdí a mi familia, una familia buena que tenía, mi hija. Pregúntame otra cosa.

Si pudiera hablar con el juez y con la fiscal que lo juzgaron, ¿qué les diría?

No sé, porque no creo que eso vaya a suceder nunca. De hecho, cuando ellos trataron de buscar declaraciones, no las dieron. Porque ¿qué me van a decir? Dime tú qué me pueden decir, que por qué me sentenciaron, y buscaron la manera de hacerlo siendo yo inocente. ¿Por qué? ¿Porque les hacía falta dinero? ¿O porque la ley judía lo permitía? Qué se yo. ¿Qué me van a decir? Ellos no me pueden decir a mí en mi cara el porqué yo soy culpable, porque ellos saben que no es verdad. Entonces, ¿qué me van a decir? Eso no va a ocurrir nunca. Entonces, ¿qué les voy a decir? Yo sé por qué me sentenciaron. Ellos no me van a contestar la verdad. Aparte, yo no creo que eso vaya a ocurrir nunca.

¿Cuál cree que debió ser el proceder correcto en este caso?

El proceder correcto hubiera sido no levantarme cargos porque no tenían evidencias para hacerlo. Ellos trabajaron tres años para encontrar evidencias que nunca hallaron y celebraron un juicio con nada, tú sabes, con nada. Ahí el proceso normal era un proceso como le dijo el fiscal al abogado: si Flavio no tiene alcohol o drogas en el sistema, esto murió. Tú sabes, es un accidente independientemente de lo que haya pasado. Vamos a quitar que yo no hice nada, porque en realidad yo no hice nada. Que esa es otra cosa que mucha gente me dice: ¿por qué no te acogiste a un trato? Porque a mí el abogado me dijo que me podía conseguir hasta dos años [de prisión]. Hasta más, en el juicio, él me dijo: vamos a decirle al juez que le dé la opción a los jurados de encontrarte culpable de homicidio culposo, que lo más que lleva es un año en prisión. Yo le dije: no, ¿por qué? Si yo no soy culpable. Mira, si yo fuera culpable, si yo creyera que había cometido el más pequeño error, que cualquiera lo puede cometer, acepto mi culpabilidad y acepto un trato porque si soy culpable; hay que pagar. Pero si no lo hice, ¿por qué tenía que aceptar ese trato? Entonces, yo le dije, no.

Flavio Santisteban2
Flavio Santiesteban fue originalmente sentenciado a 36 años de prisión tras ser declarado culpable de homicidio involuntario.
Flavio Santiesteban fue originalmente sentenciado a 36 años de prisión tras ser declarado culpable de homicidio involuntario.

¿Qué le diría a la familia de las personas que fallecieron?

Sobre el accidente ya yo se los he dicho [a los familiares de las víctimas]. Siento que hayan muerto porque nadie merece morir y menos de la forma en que ellos murieron. Pero yo no provoqué eso. Eso yo creo que a todos les dolió, pero yo no tuve nada que ver con eso. Esa es otra cosa que me molesta porque ellos saben que yo no tuve nada que ver con eso. Entonces, ¿por dinero? ¿Por cuatro pesos? Ellos en realidad no necesitan nada porque son gente de dinero. Entonces, tú sabes [la familia de las víctimas] por tus abogados que yo no tuve nada que ver con eso. Estás forzando una situación para cobrar un dinero. Me están haciendo un daño irreparable [la familia de las víctimas] sin mirar las consecuencias que me van a causar, por dinero. Me parece que eso está mal.

¿Se ha sentido desamparado, confía en que usted pueda ser reivindicado?

Sí, confío. En todas partes del mundo suceden estas cosas. Una vez una amistad me preguntó que si me sentía mal, si estaba arrepentido de haber venido a este país. Yo dije que no. Porque pasó, y eso a lo mejor me hubiera pasado en cualquier parte del mundo porque ese tipo de gente [funcionarios de la justicia que no hacen bien su trabajo] está en todas partes. Que haya cierta gente que use la ley a su manera para beneficiarse, eso lo hay en todas partes. Aunque el sistema judicial tiene sus defectos y me he dado cuenta de esto, pero nada es perfecto. Y yo creo que producto de que nada es perfecto, ellos se aprovecharon de eso e hicieron lo que les dio la gana. Pero creo en el sistema de justicia americano, tal y como está diseñado, no tal y como lo están manejando algunas personas. Por eso estoy luchando. Si no creyera ¿para qué lucho entonces? El caso mío, yo le digo a la gente [compañeros de prisión]: yo cambio mi caso por el tuyo con mucho gusto, porque tú tienes un caso legal, hayas hecho lo que hayas hecho; tienes argumentos legales que puedes argumentar, y puedes resolver. Pero yo no, porque no me estoy enfrentando a la ley, me estoy enfrentando a los que manejaron la ley, que no quieren que nadie sepa que ellos la manejaron para beneficiarse. Y ese es el problema con mi caso, que es tan difícil. Aquí ha habido gente que se ha quitado la vida por un tecnicismo. Ese el problema mío, y por lo que es tan difícil, porque mi problema no es con la ley, yo no violé ninguna ley; mi problema es con la gente que manejó y manipuló la ley, que no quieren que se sepa porque les va a costar caro. Y es gente, por lo que parece, con mucho poder.

Un caso que genera dudas

Flavio Santisteban conducía un camión por la autopista Turnpike, el 11 de febrero de 2005. Según su testimonio, sintió un golpe en la parte trasera de la “rastra” y se salió de la carretera. Después de detener la marcha, abandonó su vehículo y fue a auxiliar a las cuatro personas que viajaban en el vehículo que había colisionado el suyo.

Conforme a su relato, pudo escuchar las voces de los tripulantes del vehículo y comprobar que estaban bien, pero pocos segundos más tarde explotó la carga de combustible que transportaba en su camión y el fuego arrasó con todo lo que había en el perímetro del accidente, incluyendo el vehículo en el que se movilizaban las víctimas

Santisteban dijo que lo siguiente que recuerda es cuando despertó en un hospital con el cuerpo severamente quemado, y que junto a él se encontraba Cari Ann, quien hasta hace alrededor de 4 años era su esposa. Ella le comunicó que los cuatro pasajeros del vehículo habían muerto.

Las víctimas del siniestro fueron Gloria Meryl Halpern, Anita Epstein, Alain B. Klein y Deborah Klein, todos pertenecientes a familias judías de “gran poder económico”.

El cubano de origen español fue originalmente sentenciado a 36 años de prisión tras ser declarado culpable de homicidio involuntario, pero su sentencia se redujo a 17 años tras haberse hecho una revisión del caso, teniendo en cuenta algunas particularidades del proceso como los comentarios religiosos emitidos por el primer juez, en los que supuestamente se basó al momento de dictar la condena.

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Entrevista en video conducida por Adriana Mocciola para DIARIO LAS AMÉRICAS

Vea este miércoles, 23 de noviembre, a las 6 p.m., en el noticiero de Telemundo 51, el reportaje especial Muerte, dolor y sentencia, sobre el caso Santisteban.

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