jueves 28  de  marzo 2024
MIAMI-DADE

Eduardo J. Padrón: "Se fue el dictador pero sigue la dictadura"

El presidente de MDC reflexiona sobre la muerte de quien forzó a su familia a enviarlo en un avión a EEUU para ponerlo a salvo, y lo que podría suponer el deceso del dictador para el futuro de la isla
Por JESÚS HERNÁNDEZ

MIAMI.-Entre los 14.000 menores cubanos que conocieron el dolor del exilio a muy temprana edad, cuando sus padres optaron por la Operación Pedro Pan para enviarlos a EEUU y salvarlos del adoctrinamiento de Fidel Castro, destaca Eduardo J. Padrón, presidente de Miami Dade College (MDC), con sus racionales reflexiones y una Medalla Presidencial de la Libertad que demuestra el valor de sus palabras.

Hace algo más de 50 años, cuando Padrón era apenas un adolescente, el mundo parecía estar teñido de blanco y negro, y tal vez por ello, a golpe de enseñanzas, hoy valoramos mejor la utilidad y el valor práctico de las cosas.

DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con el presidente de MDC sobre su percepción acerca de la muerte de quien forzó a su familia a ponerlo a salvo en un avión y lo que ello podría influir en el futuro de la nación caribeña.

- Usted vivió en carne propia uno de los capítulos más conmovedores de la historia reciente de Cuba, cuando miles de niños y adolescentes tuvieron que dejar atrás a sus familias sin comprender plenamente qué sucedía. ¿Cómo recuerda esa etapa tras la muerte de Fidel Castro?

Desde que supe de la noticia regresa, recurrente, la imagen de mis padres haciendo el sacrificio supremo en aras de nuestra libertad. Éramos mi hermano y yo. Es una decisión difícil pero a la larga definitoria de quien soy. Para nosotros algo incomprensible en ese momento. Separarnos de lo que más queríamos, ponte a pensar, que tamaña responsabilidad para ellos y para nosotros hacia un mundo desconocido, donde se habla otro idioma. Me he preguntado muchas veces si yo hubiera hecho lo mismo con mi hijo. No sé. Hay que colocarse en aquel contexto tenebroso provocado por el hombre que nos alivia con su desaparición.

-Los cambios no son fáciles, muchos menos en un país como Cuba con características muy propias, tras casi 58 años de dictadura. ¿Cómo percibe el futuro de Cuba tras la muerte de Castro?

Me gustaría ser dueño de la bola de cristal. Solo podemos especular porque hemos estado apartados de esa circunstancia. Se fue el dictador pero sigue la dictadura. El futuro de prosperidad y libre albedrio que se merecen mis compatriotas, con su reconocido talento, se puede demorar pero llegará irremediablemente. Los cambios, sin duda, deben ocurrir adentro. Se difuminó el cerebro del mal, el cielo comienza a despejarse.

-El presidente electo Donald Trump anunció que revertiría las órdenes del presidente Barack Obama respecto a Cuba, que relaja el embargo comercial dictado sobre la isla hace 54 años, o que al menos revisaría las órdenes. Si eso sucede, ¿cree que podría incidir en el proceso de cambios en Cuba?

A través de la historia, hemos visto como la retórica de las campañas no necesariamente se convierten en las políticas de los gobiernos. Cuba hoy no tiene otra alternativa que abrirse a la economía de mercado después del fallido experimento de los últimos 57 años. En mi opinión lo tendrá que hacer con o sin los Estados Unidos. El presidente electo ha demostrado ser un negociante pragmático y creo que aplicará su conocimiento a estas relaciones que han sido tan complejas y debatidas. La confrontación no es el mejor camino, tampoco el hacer concesiones a cambio de muy poco. Hay que hallar un punto medio, siempre pensando en el bienestar del pueblo de Cuba, nunca de los inversionistas, ni de la nomenclatura militar gobernante.

-Y en toda esta ecuación el exilio cubano en Miami continúa siendo importante. ¿Cuál debe ser la posición de los cubanos en Miami respecto al curso de los cambios en Cuba?

El exilio, generosamente, ha sostenido a sus familiares en aquella debacle. Es algo tremendo, un chantaje que el castrismo conoce a cabalidad y del cual se aprovecha. Hay que colaborar con el cambio. Nunca dividir sino incluir. El exilio es vanguardia de lo que puede lograr un pueblo en libertad y retaguardia para contribuir con ese progreso.

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