martes 19  de  marzo 2024
Exilio cubano

El drama de un opositor cubano se ahoga en la burocracia de Miami

El exprisionero político Orlando Fundora Álvarez pernocta a la intemperie desde hace seis meses aunque su caso es del conocimiento de las entidades que atienden a desamparados
Diario las Américas | MARIAM NUÑEZ MAS
Por MARIAM NUÑEZ MAS

Orlando Fundora Álvarez vive con su esposa Yolanda Triana debajo del puente grande que va a Key Biscayne, en Miami. Desde la improvisación de una furgoneta azul oscuro convertida en casa rodante, el matrimonio recorre a pie unos dos kilómetros para asearse en un baño público destinado a bañistas. Primero uno y luego el otro “porque hay que cuidar las cosas”. Para Yolanda esos kilómetros son “coser y cantar”, pero a Fundora le toma más de una hora desplazarse. Lleva un desfibrilador cardioversor implantable en el pecho, complicado con varias lesiones coronarias graves que le han hecho entrar y salir de hospitales más de 15 veces en los últimos 10 años. Todos sus movimientos han de ser lentos y delicados.

A Fundora le otorgaron un apartamento bajo la modalidad “Moderate Rehabilitation Program”, popularmente conocida como Sección 8, porque reunía todos los requisitos para ello. Todo bien hasta que tuvo que subir y bajar varias veces hasta un tercer piso sin ascensor. Su corazón no soportó el esfuerzo y terminaron viviendo tres meses en un albergue del condado Miami-Dade. Allí, la dinámica cotidiana del matrimonio se rompió debido a las normas estrictas y comprensibles de esos establecimientos. “No podía tomar siquiera los medicamentos en hora, pues Yolanda es quien me asiste en todo y ella estaba ubicada cerca, pero en otro recinto”, explica Orlando.

Son explicaciones simples, pero la complejidad surge precisamente de la simplicidad de unos trámites que no dan opción de explicar con pormenores una situación por la que Fundora terminó siendo enviado al final de la lista de espera en la que otras 30 personas con situaciones delicadas esperan también por una casa.

Según Annette Molina, portavoz del Departamento de Vivienda Pública y Desarrollo Comunitario del Condado, una sección 8 no es lo mismo que un plan 8 por lo que Fundora aplicó para un plan que tienen serias limitaciones en todos los sentidos. “Existe una lista de espera importante para solo 1.900 viviendas viables”

Orlando Fundora Álvarez ya estuvo la semana pasada en la portada y en las páginas que siempre dedica DIARIO LAS AMÉRICAS a las noticias locales. El titular no admitía indiferencia: “Un líder opositor cubano vive en Miami debajo de un puente” y la foto que lo acompaña era él mismo representado en el abandono.

Una semana antes, el programa “Hola! Ota-ola”, que conduce y dirige el presentador Alex Otaola, había dado la exclusiva de cómo y porqué este cubano, opositor y ciudadano del condado de Miami-Dade vive debajo de un puente. Avisado de la situación, en las plataformas digitales de Facebook de DIARIO LAS AMERICAS y Cubanos por el mundo, Tomás Regalado, alcalde de la ciudad Miami, avanzó posibles soluciones que aún siguen pendientes. Ante la pregunta del presentador Alex Otaola sobre cuál es la situación de Fundora, Regalado afirmó en vivo en el programa que “de hecho, estarían bajo el puente o estaban bajo el puente hasta hoy”. Después de esa aseveración del alcalde, ha pasado una semana y el matrimonio sigue viviendo a la intemperie.

Esta historia podría ser la de cualquiera de los cubanos emigrados, exiliados, expulsados de su propio país.

A pesar de las esperanza del anterior reporte, éste terminó siendo un relato triste, en el que han coincidido circunstancias propias y ajenas. Aquí entran en juego, desde la inoperancia de los protocolos públicos de atención al ciudadano, la dejación de deberes de políticos y de funcionarios, hasta la falta de solidaridad ante un compatriota por parte de las organizaciones dicen luchar porque se respeten los Derechos Humanos en Cuba.

El alcalde Tomás Regalado, llegó a activar a dos equipos, uno de atención a veteranos y a otro de atención a personas desamparadas. Pero nadie se presentó a ver a Fundora y a Triana que siguen bajo el puente. Sí recibió una llamada de Sergio Torres, coordinador de Servicios para los Desamparados de la Ciudad de Miami.

Regalado había dicho al respecto “usualmente cuando tengo un caso de alguien que dice estar sin casa, inmediatamente, el equipo de Sergio Torres intenta buscar a estas personas, sobre todo cuando son frágiles, son personas mayores o tienen niños. Efectivamente, el equipo de Sergio Torres los localizó por teléfono para informarles de la posibilidad de volver a un albergue mientras desde la alcaldía se les encontraba “una solución”.

El desamparo del matrimonio Fundora-Triana, sin embargo, no es un desamparo al uso, por el medio han concurrido factores que agravan su situación. “A veces tenemos que ir hasta donde hay un fax, no tenemos conocimiento de los trámites, la documentación está en inglés y nadie te explica nada”, argumenta Yolanda.

DIARIO LAS AMERICAS comprobó cada uno de los trámites realizados por la pareja, el proceso que siguieron y las consecuencias de la pésima asesoría recibida. No hay ley ni estatal ni federal que impida que los funcionarios del Departamento de Vivienda Pública y Desarrollo Comunitario del Condado de Miami-Dade se tomen en serio casos como este, de los que deben existir muchas variantes.

Burocracia sin alma

La burocracia sin alma suele traer las mismas nefastas consecuencias que la política sin alma, o que las organizaciones que preconizan ideales apegados a los Derechos Humanos pero en la práctica hacen dejación de sus deberes para con el prójimo.

El alcalde de Miami también mostró especial preocupación por este tipo de casos en que todo parece muy claro, pero que a la hora de la verdad nadie arrima el hombro simplemente porque no se han creado las condiciones desde los estamentos público, privado y sin ánimo de lucro. “Yo creo que es necesario que, además de los mecanismos oficiales, deben existir otros servicios que puedan atender este caso. Hay que tener una conversación más amplia en el que participen millonarios, mecenas, entidades, porque mañana nos encontramos a dos personas y hacemos lo que hay que hacer, porque son desamparados, pero no tenemos organizaciones que atiendan a los patriotas llegados de Cuba, estos casos tan especiales”.

No obstante, la política es también un estamento social concebido para atender a la ciudadanía con independencia de su estatus. También están los servicios públicos cuyo rol principal es inalienable del individuo verdaderamente necesitado.

DIARIO LAS AMERICAS estuvo a la espera, escuchando una grabación telefónica durante 45 minutos, en un intento por saber cómo funciona el Servicio a Desamparados de Miami-Dade. No pudimos llegar a saberlo. Las personas desamparadas no cuentan con computadora, ni con un celular operativo, y muchos menos con las herramientas sociales necesarias para acceder a un servicio público en condiciones.

Lo mismo ha pasado con el Comisionado Bruno Barreiro, que no ha respondido a llamadas realizadas por la producción del programa Hola! Ota- ola y tampoco ha respondido a correos electrónicos enviados desde la redacción de DIARIO LAS AMÉRICAS, a pesar de que conoce el caso ante el que ha prometido interceder y así sucesivamente hasta llegar a despachos de otros políticos prominentes. Recientemente hemos comunicado el caso a la oficina de la congresista Ileana Ross-Lethinen en Washington y seguiremos ampliando el círculo.

Al cierre de esta edición, la tarde del viernes 20 de octubre, Annette Molina, portavoz del Departamento de Vivienda Pública y Desarrollo Comunitario, explicó que “los mecanismos existentes no incluían un servicio de trabajador social por lo que los afectados, sea cual fuere su situación, debían acercarse personalmente al departamento de viviendas y aportar la documentación necesaria para que el caso, que se ha vuelto a abrir, siga adelante”.

El caso sigue abierto, pero si nadie asesora a esta pareja de cubanos opositores exiliados, su estancia bajo el puente seguirá prolongándose hasta poner su salud en grave peligro.

Por declaraciones exclusivas del propio alcalde Regalado se confirma que el sistema de viviendas públicas del Condado de Miami-Dade atraviesa una verdadera crisis a lo que se le suma una lista de espera de 51.000 necesitadas. “Hay una gran crisis con la que el gobierno condal tendrá que lidiar”. Orlando Fundara no puede esperar a que esa crisis se resuelva.

El relato es crudo y crudo lo hemos contado esta vez con la amplitud que merece. Orlando Fundora Álvarez, expresidente de la Asociación de Presos Políticos de Cuba, llegó a Estados Unidos como parte de amplias y complicadas negociaciones entre el régimen cubano y la Unión Europea. Amnistía Internacional lo denominó preso de conciencia, sufrió cárcel como preso político y ha tenido una historia complicada de idas y venidas que él mismo no quiere contar. Cómo alguien con un historial así, puede seguir desamparado a menos de milla y media del corazón de Miami. Un corazón que late fuerte cada vez que se violan las libertades en Cuba.

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