jueves 28  de  marzo 2024
DEBATE

Rechazan posibilidad de consulado de Cuba en Miami Beach

En general, las intervenciones en contra coincidieron en señalar que abrir una sede diplomática era legitimar la dictadura de los Castro

Con una votación unánime en contra de la posibilidad de una representación diplomática cubana en La Playa, el comité hispano de Miami Beach dio un primer golpe a la iniciativa del alcalde Philip Levine de permitir en esa ciudad un consulado “de los Castro”, como afirmaron una y otra vez quienes intervinieron en una tumultuosa audiencia.

El recinto estaba repleto de representantes del exilio histórico, muchos de ellos sin residencia en Miami Beach, quienes aprovecharon la oportunidad para expresar sus puntos de vista en contra de la sede diplomática de una ciudad donde su edil sigue muy de cerca las políticas del partido demócrata y de la administración del presidente Barack Obama. Esto significa, por supuesto, la política de apertura económica y diplomática hacia la isla.

Durante la audiencia, los momentos más difíciles fueron aquellos en los que los que estaban a favor del consulado salieron a expresar sus opiniones. En medio de abucheos, protestas y comentarios irrespetuosos, estos pocos que expresaron su apoyo a Levine tuvieron que vérselas con un auditorio adverso.

En un momento dado, el presidente del Comité Hispano, Alex Hernández, amenazó con cancelar la audiencia ante los gritos y chiflidos que produjo la intervención de Ricardo Herrero, director ejecutivo de la organización  Cuba Now, quien dijo que “al año, 400.000 cubanos viajan a Cuba, esto significa que al día hay más viajeros en el aeropuerto esperando el avión hacia la isla de los que hay en este recinto”.

La exalcaldesa Matti Herrera Bower expone su oposición a la apertura de un consulado cubano en La Playa 

En general, las intervenciones en contra coincidieron en señalar que abrir una sede diplomática era legitimar la dictadura de los Castro, dar la oportunidad para el espionaje de agentes de la inteligencia cubana, irrespetar el sufrimiento de las víctimas del castrismo –los fusilados, los encarcelados por sus ideas políticas, los que murieron en el estrecho de la Florida, tratando de llegar a las costas de Estados Unidos – y romper la tranquilidad de una ciudad que se vería alterada para siempre con la presencia de representantes del régimen de La Habana.

Otra de las líneas de ataque fue la de señalar que Ricky Arriola y Philip Levine habían viajado a la isla para hacer negocios. Como es de público conocimiento, el edil de La Playa es dueño de la empresa Royal Media Partners,  que produce todo el contenido de medios que hay en los cruceros de la empresa Royal Caribbean Cruises Ltd.

También algunos que hicieron uso de la palabra relacionaron a Fidel Castro con Hitler, y a la represión en Cuba con el holocausto, en directa alusión al hecho de que el alcalde de Miami Beach es judío. Incluso, alguien dijo que Levine debía pedirle perdón a Israel por su propuesta.  Y otro se preguntó qué pasaría con la comunidad judía si abrieran representaciones diplomáticas de la autoridad palestina, de Hamas o ISIS en Miami Beach.

A favor

Los pocos que estuvieron a favor de la idea de Levine, argumentaron que también en Estados Unidos hay representaciones diplomáticas de Rusia o China, que ya es tiempo de iniciar un intercambio con los residentes de la isla, que desde el punto administrativo no tiene sentido abrir un consulado en Tampa, que el Condado de Miami Dade tiene representaciones diplomáticas de casi todo el mundo –incluso de países hostiles a los intereses de Estados Unidos- y por eso no se entiende por qué no puede haber una sede diplomática de Cuba.

Hubo momentos dramáticos de aquellos que recordaron a sus seres queridos que debieron dejar por obligación en la isla, de los que fueron fusilados o torturados en la cárcel, o de los que llegaron a Miami, muy jóvenes, solos, en la llamada operación Pedro Pan.

Este miércoles habrá un nuevo debate en la reunión de la comisión de Miami Beach. Hay una resolución que prohíbe que el municipio haga negocios con Cuba y, por supuesto, que permita una representación diplomática del régimen.

La decisión tomada por el Comité Hispano este lunes no tiene fuerza de ley ni compromete la votación de los comisionados. Sólo hace recomendaciones.

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