viernes 29  de  marzo 2024
Nicolás Maduro

Drama pintado con sangre, corrupción y muerte

Nicolás Maduro es un verdugo brutal, un canalla que una ciudadanía aletargada se ha calado y a pocas de sus infamias ha reaccionado
Diario las Américas | ELEONORA BRUZUAL
Por ELEONORA BRUZUAL

Puedo compartir de nuevo con todos Uds. mis lectores lo que he escrito durante mucho tiempo, semana a semana en esta columna ¿Pero es necesario? ¿Es que hay algo que no se conozca de la tragedia infinita que ha padecido y padece el ciudadano que malvive en Venezuela?

Durante años, desde antes de que con votos de cómplices y votos de incautos llegara a la presidencia el gran hampón que fue Hugo Chávez no he parado de hacer públicos sus crímenes, sus traiciones, sus canalladas. Lo mismo cuando ese enamoramiento por el tirano Fidel Castro y su espantosa dictadura, le hizo conocer y padecer la veracidad del dicho popular que afirma que ¡Hay amores que matan! y entonces nos “legó” un sucesor más infame, más bestia y traidor que él mismo… Monigote que los cubanos castrocomunistas se encargaron de colocarlo a su vera y mantenerlo hasta el momento de hacerlo su heredero y que esta marioneta terminará de destruir Venezuela y endosarles lo poco que aún nos quedara.

Nicolás Maduro es un verdugo brutal, un canalla que una ciudadanía aletargada se ha calado y a pocas de sus infamias ha reaccionado. Maduro el indocumentado, el extranjero, el fraudulento, el asesino, el depredador, el vergonzante ser que muestra a los venezolanos como la nación poseedora del mayor de los conformismos y la más ruin resignación. Maduro, al que no solo apoyan los cómplices del Vaticano y de UNASUR o Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijos esos tres bribones que saldrán millonarios a cambio de sacrificar a una nación, también le apoya su “liderazgo opositor” creado a la medida de sus intereses y que muy bien enfrió la calle, adormeció el coraje y se encargó con eficiencia de atornillarlo al Poder, vayamos a ver hasta cuándo…

Maduro con una prostituida Mesa de la Unidad (MUD) mal llamada democrática, porque democracia no es alcahuetear un Narcoestado y a ladrones en funciones de gobierno. La MUD constituida por una caterva de cínicos que me convenzo cada día que lo que buscan es eternizar al castrochavismo y sacarle partido a cuoticas de Poder que se les reparten como parte del plan. MUD en competencia con una Asamblea Nacional (AN) elegida con el voto mayoritario de los venezolanos hastiados de tanta corrupción, tanta muerte y tanta impunidad y resulta que nos sorprendieron con acciones que muestran a las claras la conchupancia con la Peste Roja.

AN donde esos partidos plenos de pillos mediocres estuvieron poniéndose de acuerdo con un régimen asqueroso y negociando componendas a espaldas de la ciudadanía que desesperada se ve burlada, arruinada, indefensa. Componendas que hasta el último día se vieron y que tres zánganos, dos de ese combo llamado Un Nuevo Tiempo, y un miembro de Acción Democrática nos mostraron al no asistir a una sesión vital de ese Poder Legislativo que resultó con bastantes bribones a jornal fijo.

Después de no existir duda alguna que Venezuela es la presa de los hampones cubanos y de los chulos españoles que integran Podemos y otras bandas rojas, toda una ciudadanía padece la eliminación de la moneda. La desaparición del dinero que con esfuerzo se pudo reunir, y deambulan sus habitantes desesperados sin tener para comer, para comprar un medicamento, cubrir una enfermedad, pagar una clínica, tomar un taxi, pagar un estacionamiento, comprarse un café…

Lo mismo que padecieron los cubanos el año 1961, cuando el asesino Ernesto Che Guevara, en funciones de Ministro de Economía creó la Ley No. 963 del 4 de agosto (1961) que instauraba el canje obligatorio de los billetes hasta ese momento en circulación declarando: «Es inaplazable eliminar la inseguridad y el riesgo resultantes del hecho de que los billetes cubanos actualmente en circulación vengan imprimiéndose en empresas extranjeras que están fuera del control efectivo del Gobierno Revolucionario”.

La historia vuelve a repetirse en Venezuela, la que fue por décadas ejemplo de democracia y hogar confiable para nacionales y extranjeros y hoy es la copia fiel de una isla cuya abyecta tiranía la convirtió en su provincia más al sur. Ahora padecemos un golpe a la economía exactamente igual, exceptuando con seguridad a narcochavistas, cómplices y boliburgueses, todos nos quedamos sin dinero en la mano y con mucho miedo y desesperación… Y esa seudo oposición política –como decía Forrest Gump- con Maduro y su banda “Son como pan y mantequilla”…

Es necesario que recordemos a Víctor Hugo que alertó: “La aceptación de la opresión por parte del oprimido termina en una cierta complicidad”.

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