jueves 28  de  marzo 2024
SOCIALES ANA REMOS

Emilio Estefan le pone "sabor" al lujo en el Design District

Diario las Américas | ANA REMOS
Por ANA REMOS

Hace años, Craig Robins (dueño de DACRA) me comentó durante una cena en casa de Iran Issa Khan sus planes de convertir el entonces semi abandonado Design District en un destino de lujo con boutiques de marca, restaurantes y hoteles de primera, apartamentos y arte. Pensé que estaba loco. Era un área peligrosa a la que no iría casi nadie. He seguido con mucho interés el desarrollo de su proyecto a lo largo de los años, he sido cronista y testigo de la apertura de tiendas como Hermes, Louis Vuitton o Cartier, he disfrutado sus nuevos restaurantes y el ajetreo que se vive allí durante Art Basel, y he admirado la auténtica obra de arte que Craig ha logrado crear. Su sueño, hecho realidad. Pero también me he sentido desolada cuando a veces he paseado sus calles medio vacías y me he preguntado si aquello sobrevivirá. Por suerte, este marzo aterrizó en el Design District, justo en su centro neurálgico (su Palm Court, la preciosa plazuela poblada de palmeras con su monumental escultura de Buckminster Fuller y sus lujosas boutiques), Emilio Estefan con su Estefan Kitchen para cambiar aquel barrio para siempre.

Es la primera vez que Emilio y Craig, dos de las fuerzas motrices más poderosas de Miami, colaboran en un proyecto juntos. El restaurante, que dirige el chef Odell Torres, sirve un menú cubano gourmet, sofisticado y creativo, absolutamente exquisito. La decoración – que, como la arquitectura, es obra de José Vidal, Manuel Fernández y Michele González-Vidal, de V3- está inspirada en la Cuba de los 50. Además de las mesas y el gran piano, el espacio tiene un precioso y gigantesco bar de mosaicos donde sirven los mejores licores, incluyendo los “Chusma Fina”, un delicioso trago que Emilio y Gloria inventaron una noche en Nueva York al mezclar los restos del champagne de ella con el mojito que tomaba él. Un pianista toca en vivo, “de sol a sol”, boleros, baladas y canciones famosas, y los camareros y “bartenders” (que han sido seleccionados entre aquellos capaces de cantar) lo acompañan de cuando en cuando o cantan solos a capela, dejando a los comensales gratamente sorprendidos. El lugar cuenta también afuera con un “café express” que sirve las típicas coladas, batidos, jugos y repostería para llevar. La ciudad ha autorizado recientemente a los Estefan a añadir 12 mesas afuera, bajo las palmas y con ventiladores portátiles para refrescar el calor. Los fines de semana, Estefan Kitchen tiene además presentaciones musicales fantásticas: el Buena Vista Social Club, un trío cubano que toca guaguancó con tumbadoras, o gitano que interpreta rumba; un grupo de cumbia, boleros con bandoneón y acordeón, jazz, música europea… Por si todo esto fuera poco, Emilio produce desde abril, en colaboración con el Design District, las Palm Court Performances Series: viernes musicales gratis y “al fresco”, con la Miami Symphony Orchestra y algunos de los más talentosos músicos locales, incluyendo a la mismísima Emily Estefan, la benjamina de la familia, que se ha convertido en el hit musical del momento. Ayer fue el último concierto de la temporada (con asistencia de más de 3,000 personas), que retorna en septiembre, pero a partir de ahora, tendremos todos los fines de semana los mejores Happy Hours de la ciudad, con música en vivo y DJs. ¡Gracias Emilio! Por ti, boutiques como Hermes, por mencionar sólo una, tienen “sabor” (¡no lo tienen en ninguna otra ciudad del mundo!) y el Palm Court huele a café cubano. ¡Insuperable!

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