martes 19  de  marzo 2024
OPINIÓN

Salvemos a nuestra juventud

Todo ha cambiado y no necesariamente para la mejoría. Muchos de nuestros jóvenes están sufriendo por la falta de conexión familiar, la falta de guía, y por falta de amor
Diario las Américas | DR. SANTIAGO RIVERA
Por DR. SANTIAGO RIVERA

Permítanme hablar de un tema que pienso, nos ayudaría a comprender mejor la comunicación con nuestros hijos. Es muy importante criar muchachos sanos y conscientes de que según su actitud, podrán tener éxito el día de mañana.

Este mundo en que vivimos, ya la gente no tiene la misma compasión que existía hace muchos años atrás. Todo ha cambiado y no necesariamente para la mejoría. Muchos de nuestros jóvenes están sufriendo por la falta de conexión familiar, la falta de guía, y por falta de amor.

Hay muchos padres, que aún en su madurez, siguen en la oscuridad, en referencia a lo que le está sucediendo con esta generación. Es muy importante, y hay que crear consciencia sobre este asunto, entre más rápido mejor. Simple y sencillamente por nuestros hijos, por sus futuros, y por el mundo que tienen la capacidad de crear con la enseñanza adecuada.

De la única manera que vamos a dominar nuestra cultura, es si permitimos ser vulnerables con nuestros hijos y aceptamos que nosotros sólo somos un reflejo, el uno del otro.

Vivimos en un mundo repleto de personas con pocos sentimientos y empatía, hacia los demás. Con pocos recursos, y conocimiento, de cómo podemos llegar a tener más, y mejor comunicación con nuestros hijos. Deberíamos instruirnos lo mejor posible para evitar que ellos fracasen. Si nosotros llevamos el control de nuestras vidas, ellos también lo harán.

Muchos padres no se sientan a tomar inventario de ellos mismos y cuando aparece algún rasgo de algo que no nos agrada de nuestra persona, en vez de enfrentarlo, nos quedamos en la ignorancia de nuestra cultura.

Es triste la cantidad de jóvenes que les falta el calor, y la enseñanza adecuada para lidiar con todas las situaciones que ellos enfrentan a diario hoy en día. Hay tantos niños, adolescentes y jóvenes qué tienen problemas emocionales de algún tipo, a raíz de la falta de conocimiento de los que los crían. Por eso hoy, hay muchos jóvenes recibiendo terapia emocional.

Imagínense, que nosotros los adultos, a veces no sabemos cómo enfrentar nuestros sentimientos de la mejor manera, como van a pensar que un niño, adolescente, o joven, va a tener las herramientas necesarias para hacerlo?

Como en el vientre de su mamá, el niño recibe todo lo que mamá le da, sea bueno o malo, de esta misma forma necesitan recibir la enseñanza adecuada en preparación para el mundo. Si nuestros padres no nos dan las herramientas, para sobrevivir este mundo, por falta de las mismas, ¿qué podemos esperar?

A la vez entiendo que muchos de ellos no hacen caso, no usan sentido común, no usan razonamiento, y son desafiantes, pero a la corta o a la larga, lo aprenderán. Es muy lindo traer una criatura a este mundo por amor, pero más lindo es poner 100% de nuestra parte, para criar niños, jóvenes, adolescentes y luego adultos con juicio, empatía, amor propio y uso de razón.

Esta sociedad está creando jóvenes que no saben vivir una vida sana, y llena de virtudes, respeto y amor. A nosotros los padres, no nos entregan el niño o la niña con un manual de instrucción, como un artículo eléctrico. Ellos no nacen sabiendo, y más en esta era de tecnología e información, créanme que aprenderán rapidísimo.

En resumida cuenta, somos nosotros los responsables de enseñarles disciplina y una buena crianza. Esto no significa que hay que abusar, acosar, o faltarles el respeto a nuestros jóvenes. Así como nosotros exigimos respeto de parte de ellos, así ellos también merecen, que nosotros los respetemos a ellos por igual. No sigamos el ciclo de hace mil años atrás, porque quieran o no, el mundo sigue dando vueltas, y el tiempo no se detiene por nadie.

Si, nuestros niños son de energía, y llegan a nuestras vidas, llenos de inocencia y de curiosidad, queda de nosotros que les demos estructura, enseñanza y amor, mucho amor. No podemos esperar que nuestros hijos no sean producto de nuestros fallos.

Hagamos lo posible por criar niños, jóvenes, y adultos conscientes de su capacidad de comunicarse mejor y más efectivamente para salvar la juventud.

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