lunes 25  de  marzo 2024
VENEZUELA

Trágico país chévere...

Con 18 años que lleva ya en el Poder el castrochavismo ladrón me pregunto aún más angustiada que hace bastante tiempo en qué concluirá este horror... Volteo hacia el Caribe y allí como espejo para ver que nada es imposible
Diario las Américas | ELEONORA BRUZUAL
Por ELEONORA BRUZUAL

Desde una tierra arrasada y con una población maleada y humillada a diario no tanto por las colas del hambre, la carencia de todo lo elemental y los chantajes de unos delincuentes empoderados sino por la destrucción de los valores morales que quizá algunos tuvieron y que hoy ya sin ninguno, se les ve riendo mientras les muestran una bolsa con unos pocos alimentos y la obligatoriedad de un carnet para tener derecho a comprarla, porque estemos claros, no es regalo esa bolsa, también es otro negocio de estos desalmados comunistas que tienen secuestrada a Venezuela, y millones de degradados nos devuelven una imagen que es la misma que la de un animalito irracional moviendo la cola y saltando frente a un pellejo.

Con 18 años que lleva ya en el Poder el castrochavismo ladrón me pregunto aún más angustiada que hace bastante tiempo en qué concluirá este horror… Volteo hacia el Caribe y allí como espejo para ver que nada es imposible, está Cuba, padeciendo desde hace 58 años esa misma tragedia, esos mismos vejámenes y sus habitantes sabiendo que tiene demasiados cómplices la inmunda tiranía como para abrigar otra esperanza que no sea abandonarla y buscar donde sea y se les permita un poco de dignidad de vida.

18 años que son un escupitajo en el rostro de los estultos que se han llenado la boca diciendo ¡Nosotros no somos cubanos! y han sido más complacientes y más resignados. Esos que jamás demostraran el coraje de aquellos que fusiló el comunismo castrista y murieron gritando ¡Viva Cristo Rey! o subieron a las montañas del Escambray y fueron exterminados, los que vivieron la traición de un Kennedy que les hizo llegar a una cita con la muerte y el presidio en la escaramuza sangrienta de Playa Girón.

Y les confieso que sumo y sumo días preguntándome: ¿Qué carajo somos…?

Y cuando alguien exclama que está chévere me digo si ese estulto alguna vez pensó que no puede llamarse “país chévere” un lugar donde un militarote y sus secuaces lo secuestraron todo: Estado, instituciones, recursos económicos y hasta la capacidad de reacción. Llamar “País chévere” una tierra cuyos nacionales permitieron que los Castro le escogieran al moribundo Chávez un heredero que ni siquiera es venezolano. Llamar a Venezuela “un país chévere” si aquí a diario mueren decenas de ciudadanos a manos del hampa envalentonada e impune y nada pasa. “País chévere” donde sucumben de mengua neonatos, niños, jóvenes, mujeres y hombres de todas las edades y pocos hablan de eso… “País chévere” donde los cubanos son los comandantes de los cuarteles e instalaciones militares, y esos oficiales venezolanos, gordos y pecho peludo son tan cabrones que ni siquiera hacen ruido para no sobresaltarlos… “País chévere” que da pasaportes a los terroristas y los niega al ciudadano.

Cómo estar “chévere” si vemos a los resentidos izquierdosos convertidos hoy en multimillonarios y a mucho seudo opositor buscando tratar de hacer lo mismo desde esas cuoticas de Poder que les asigna el castrochavismo para tenerlos como la otra cara de una moneda falsa y denigrante en la que se ha convertido la política.

Cómo puede ser “Un país chévere” si los jerarcas de la iglesia católica venezolana –la de mayor feligresía- son satanizados por el narcorégimen mientras todo sigue igual allá en la sede vaticana que desde hace mucho, maneja la doble moral y la complicidad y una cosa le escuchamos a cardenales, obispos y sacerdotes venezolanos y otra muy distinta a los figurones de la cúpula de Roma donde igual que hace años un esbirro chavista –Iván Rincón Urdaneta- fue condecorado con una orden papal importantísima, hoy se presta Bergoglio ese papa comunista y sus emisarios a mantener al costo en vidas que sea, esta tragedia, como lo hizo aquel otro cómplice, el Cardenal Bertone, el amigote de los tenebrosos hermanos Castro y acercó a Benedicto XVI a unos bandoleros cuyo historial es la negación de la más elemental norma cristiana, la de la Libertad y la Dignidad del hombre. “País chévere” donde los dialogueros infames de la oposición ya anuncian viaje al Vaticano, preparan maletas y se les hace agua la boca pensando en los sabrosos restaurantes de la ciudad eterna… Políticos opositores ocupadísimos aquí, viendo si queda otra gobernación u otra alcaldía para lanzarse de candidatos.

“País chévere”, donde los escándalos son costumbre y no primicia… Donde no hay más delitos que puedan sacudirlo ni componendas que puedan asquearlo. Guarida y no país donde el modismo “Chévere” se convirtió en sinónimo de estulticia.

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