viernes 29  de  marzo 2024
TECNOLOGÍA

Exposición retrata el mundo de los drones en Nueva York

Además de facilitar las inspecciones de lugares peligrosos como torres eléctricas, puentes o plataformas petroleras, también son útiles para los investigadores. Los drones pueden contar los ejemplares de una especie animal, seguir su migración y descubrir la presencia de furtivos

Son juguetes para adultos, transportan paquetes y también son polémicas armas: es difícil de predecir la forma en que los drones transformarán la vida humana. Una exposición en Nueva York celebra a estos aparatos voladores.

Romar Aracelio, del Museo de Navegación Marítima y Aeroespacial de Nueva York, no consigue hacer despegar su dron para el vuelo de exhibición. "Tengo que cambiar la batería", señala sobre el aparato, bautizado "Starchaser" (Cazador de Estrellas), que pese a su nombre no se levanta del suelo. A lo mejor se debe al WiFi en el edificio o a los muchos aterrizajes duros, reflexiona.

Aunque las dificultades para el despegue las tienen muchos pilotos aficionados que quieren conquistar los cielos con el zumbido de sus motores, eso no les quita el entusiasmo. Según los cálculos de la aseguradora Allianz Global Corporate & Specialty en un estudio del año pasado, tan solo en Estados Unidos hay surcando el cielo unos 1,9 millones de vehículos voladores no tripulados (Unmanned Aircraft System, UAS).

Se estima que hasta 2020 esta cifra va a triplicarse y que cada vez se sumarán más deportistas que participen en carreras con sus mini-helicópteros.

Además de la diversión, los drones están transformando otros aspectos de la vida. En diciembre, la plataforma online Amazon llevó a cabo por primera vez un reparto con ayuda de un dron completamente automático, al entregar a un hombre en Cambridge un pendrive de videostreaming y una bolsa de palomitas.

La empresa Uvionix planea incluso repartir bebidas, fast food, café o productos para el cuidado corporal. Lo único a tener en cuenta es que los productos no pesen más de 550 gramos y se compren a una tienda ubicada en un radio no mayor a diez kilómetros. Los Emiratos Árabes Unidos incluso quieren entregar a sus ciudadanos documentos por dron.

Se trata de una tecnología que cada vez usan más las fuerzas del orden, según muestra la exposición, que permanecerá abierta hasta diciembre en el portaaviones "Intrepid" en Nueva York.

Por ejemplo, en marzo los bomberos enviaron un dron para tener desde el aire una mejor perspectiva de un incendio en un edificio de seis pisos en el Bronx. El dron utilizado costó 85.000 dólares (unos 71.600 euros). "El tejado empezó a desmoronarse", explica el vicejefe de bomberos Dan Donoghue. "Teníamos buenas imágenes y eso nos ayudó a tomar decisiones para apagar el fuego".

Además de facilitar las inspecciones de lugares peligrosos como torres eléctricas, puentes o plataformas petroleras, también son útiles para los investigadores. Los drones pueden contar los ejemplares de una especie animal, seguir su migración y descubrir la presencia de furtivos. "Podemos reunir enormes cantidades de datos incluso de las zonas más aisladas o extremas", señala David Johnston, del Marine Lab de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte. "Los drones transforman la manera en que investigamos el entorno marino y aprendemos de él".

En la agricultura, pueden informar mediante sensores infrarrojos sobre la salud de las plantas y las plagas. Según la exposición, los productores de Japón ya usan hoy más de 10.000 UAS para mejorar o facilitar su trabajo en el campo. Inversores estadounidenses estiman que los drones de uso agrícola aportarán en los próximos diez años hasta 82.000 millones de dólares (unos 69.000 millones de euros) al crecimiento económico.

Pero que el avance tecnológico no está exento de polémica se ve claramente en el debate sobre la obligatoriedad de registrar los drones o que haya una especie de carnet de conducir, así como en la controversia por el uso de los drones en ataques armados en los que han muerto innumerables inocentes en operaciones en Pakistán, Afganistán y Yemen.

"No sabemos cuántos cientos de civiles inocentes han muerto en estos ataques", escribió el ex presidente estadounidense Jimmy Carter ya en 2012 en el "New York Times". "Esto sería impensable en tiempos pasados".

Pero los tiempos cambian y ahora incluso se está hablando de aviones sin piloto. Un modelo de una empresa en Boston se llama "Terrafugia TF-X" y parece una mezcla entre nave espacial y automóvil. Este dron-taxi promete llegar hasta los 320 kilómetros por hora y aunque suena a ciencia ficción, se supone que llegará al mercado en 2030.

FUENTE: dpa

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar