viernes 29  de  marzo 2024
Fútbol

Alemania: La maldición del campeón

Esta vez se quebrantó el axioma del delantero inglés Garry Lineker, al aseverar que el fútbol es "un deporte de once contra once y siempre ganan los alemanes"
Diario las Américas | EDUARDO MORA BASART
Por EDUARDO MORA BASART

La Copa del Mundo Rusia 2018 ha vivido una fase de grupos sinuosa, sin excluir momentos límites como la clasificación de Argentina para octavos de final.

El equipo campeón de Brasil 2014, Alemania, fue eliminado este miércoles. El Kazan Arena devino escenario del quebranto teutón al vencerlos Corea del Sur 2-0, que anotó los dos goles en tiempo de descuento. El primero de Young-Gwon Kim en el minuto 93 y el segundo de Heung-Min Son en el 96, quedando, por primera vez, eliminada en la fase de grupos. Ni los ataques constantes o el asedio a la puerta coreana, en los últimos quince minutos del complementario, doblegaron la puerta defendida por Cho Hyun-woo.

Así la Mannshaff caía en las redes de la “maldición del campeón”. Fenómeno que algunos perciben como tendencia, pues en el 2002 Francia, campeona de la Copa precedente, fue eliminada en el primera fase; en el 2010, Italia; en el 2014, España y ahora Alemania. Solo lograron ganar dos veces consecutivas Italia, en Francia 1938, y Brasil, en Chile 1962. Esta vez se quebrantó el axioma del delantero inglés Garry Lineker, al aseverar que el fútbol es “un deporte de once contra once y siempre ganan los alemanes”.

Desde su debut mundialista exhibieron un fútbol alejado de sus capacidades. Fueron superados 1-0 por México y vencieron a Suecia agónicamente. Sin embargo, cuando pensamos que su último partido podía devenir punto de giro, queremos creerlo del Argentina-Nigeria, llegó la hecatombe. Pero no solo fueron eliminados, sino finalizaron en el último lugar de su grupo, por debajo de Suecia, México y Corea del Sur.

La victoria de México sobre Alemania se asoció al buen desempeño de la Tricolor. Nadie se detuvo en la posibilidad de que la maquinaria de Löw estuviera resentida. Pesaban sus diez partidos ganados en la etapa de clasificación mundialista, con una diferencia de más 39 goles, y el título en la Copa Confederaciones de Rusia.

Sin embargo, algunos críticos alertaron sobre los problemas suscitados por la actual rigidez de pensamiento del técnico Joachim Löw. Al llegar a la selección en 2004, como asistente de Jürgen Klinsmann, Löw generó una revolución en el fútbol alemán, cambiando la dinámica de juego. Posicionando el “kurtzspielspass” o juego de pases cortos, contrapuesto al pensamiento táctico que apostaba por un juego robótico, lateral y defensivo. Pero el apego a jugadores como Mesut Özil, Sami Khedira o Jerome Boateng, quienes vieron pasar su mejor momento, ahora es percibido como un regreso a la ortodoxia futbolística que primaba hace más de una década.

Después de la derrota ante México el pasado 17 de junio, Löw aseguró que no echaría por la borda el esquema diseñado por Klinsmann, su amigo personal y compañero de estudios en la Academia de Entrenadores de Weisweiler. Oliver Bierhoff, director deportivo de la Federación Alemana de Fútbol, se mostró molesto por el criterio de Löw, siendo evidentes los problemas de la selección para encontrarse sobre la cancha.

El planteamiento de ese partido debía subvertirse hacia un juego más ofensivo, algo que se lograba, según muchos, enviando a la cancha a Jonás Héctor, enfermo en el debut, por Marvin Plattenhardt y alineando con Marcos Reus. Sin embargo, ningún cambio fue efectivo. Lo demás es historia.

Algunos se preguntan si llegamos al fin de la era Löw o si estamos abocados a una nueva “reforma futbolística” en Alemania, a la usanza de la desarrollada en el 2002, cuando el seleccionado dirigido por Berti Vogts fue goleado 3-0 por la Croacia de Davor Sucker, equipo revelación de esa Copa del Mundo. La derrota abrió una gran grieta bajo los pies de los directivos del fútbol alemán, al percibirse como expresión de una crisis generalizada.

Si la goleada de Alemania a Brasil 7-1 en el mundial de Brasil 2014 y el título logrado, llegaron a asociarse a los cambios en el fútbol alemán desde el 2002 hasta la actualidad, grandes interrogantes se ciernen sobre el futuro futbolístico de una nación que está fuera de esta Copa del Mundo, para algunos, víctima de un necesario cambio estratégico en el juego de su selección, y para otros, asociado a la “maldición del campeón”.

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