El presidente de Bolivia, Evo Morales, destacó este miércoles los nuevos acuerdos económicos con Brasil, logrados tras su visita de ayer en Brasilia a su colega Dilma Rousseff.
"Seremos socios en la industria de la petroquímica", señaló en conferencia de prensa. Morales dijo sentirse fortalecido por el apoyo de Dilma Rousseff para que Bolivia se convierta próximamente en centro energético del cono sur de Sudamérica.
Bolivia y Brasil comparten una extensa frontera común de 3.423 kilómetros desde Bolpebra (Bolivia-Perú-Brasil) hasta Puerto Bush (Bolivia-Brasil-Paraguay).
El presidente Morales precisó que Bolivia venderá gas licuado de petróleo y fertilizantes a Brasil y una comisión técnica definirá nuevos volúmenes de gas natural, porque se renovará el contrato que fenecerá en 2019.
Dijo que una comisión brasileña llegará a Bolivia el martes 23 para reunirse durante cuatro días con técnicos bolivianos para definir acuerdos para renovar un contrato de compra-venta de gas natural.
Brasil es el primer destino de las exportaciones bolivianas y el segundo mayor exportador de productos al país andino.
En 2015, el comercio bilateral alcanzó unos 4.000 millones de dólares. El gas natural importado de Bolivia por Brasil representa aproximadamente un 30 por ciento de la oferta de ese producto en el mercado brasileño. Las exportaciones brasileñas a Bolivia se diversificaron y están integradas básicamente por productos manufacturados.
Morales está satisfecho por el apoyo que recibió en los últimos días de sus colegas peruano Ollanta Humala y la brasileña Rousseff para habilitar un corredor bioceánico que unirá Atlántico-Pacífico.
La propuesta boliviana comprende el trazo de la línea férrea desde Brasil, pasando por Bolivia, para desembocar en los puertos peruanos del Pacífico y llegar hasta Asia.
A este corredor se unirían Uruguay, Paraguay y Argentina por la hidrovía Paraguay-Paraná. La línea férrea tiene 3.750 kilómetros de extensión y el costo aproximado es de 7.500 millones de dólares.
Morales, por otra parte, destacó el acuerdo de compra de 800 tractores brasileños para ser distribuidos a organizaciones campesinas de Bolivia para la producción de alimentos.
