BRASILIA. - DPA
"Le informé al expresidente que debíamos salir lo más rápido posible de allí para que su salida del edificio se hiciera antes de la llegada de eventuales reporteros y/o personas que pudieran fotografiar o filmar el traslado"
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El expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva se resistió en un primer momento a ser llevado a interrogar y afirmó que solo saldría de su casa esposado, informó la policía, que el viernes lo condujo a declarar sobre sospechas de corrupción.
"Le informé al expresidente que debíamos salir lo más rápido posible de allí para que su salida del edificio se hiciera antes de la llegada de eventuales reporteros y/o personas que pudieran fotografiar o filmar el traslado", informó el comisario de la Policía Federal Luciano Flores Lima, en un documento revelado en la noche del domingo por el programa Fantástico, de la TV Globo, y reproducido por medios locales.
"En ese momento, (Lula) dijo que no saldría del lugar a menos que fuera esposado. Dijo además que si queríamos recoger sus declaraciones, tendría que ser allí", añadió el comisario en el informe.
Flores le explicó a Lula que si se negaba a ir en ese momento al Salón Presidencial que la Policía Federal tiene en el aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo, él ve vería obligado a "dar cumplimiento a la orden de conducción coercitiva que portaba".
Agregó que Lula solo aceptó acatar la orden judicial tras conversar por teléfono con su abogado, Roberto Teixeira.
Según el comisario, se le comunicó al ex presidente que el lugar destinado al interrogatorio, en Congonhas, ya estaba preparado para recibirlo y era un lugar "seguro, discreto y alejado de eventuales manifestaciones que pudieran ocurrir de forma violenta".
Sin embargo, mientras Lula declaraba por más de tres horas en la sede policial, defensores y detractores del fundador del Partido de los Trabajadores (PT) protagonizaron violentos enfrentamientos en la puerta de su casa de Sao Bernardo do Campo, en las afueras de Sao Paulo, y también en los alrededores del aeropuerto.
El juez Moro, responsable de los procesos que se llevan a cabo en el marco de la Operación Lava Jato -que investiga la red de corrupción que operó en Petrobras- fue quien ordenó la "conducción coercitiva" de Lula para que fuera interrogado.
Lo hizo en base denuncias hechas por los fiscales que participan en el caso Petrobras, quienes afirman que existen "evidencias contundentes" de que Lula recibió "favores", costosos regalos e inmuebles por parte de constructoras implicadas en la trama ilegal.
El informe de Lima incluye detalles del interrogatorio, como por ejemplo que mientras el ex presidente era interrogado, parlamentarios del PT golpeaban la puerta de la sala en la que se realizó la audiencia y llegaron a forzarla.
"Tras la firma del documento (que contenía la declaración) fue permitida la entrada al salón de diversos parlamentarios federales que golpeaban la puerta e incluso llegaron a forzarla para entrar en ese recinto", apuntó Lima.
La pertinencia de que Lula haya sido conducido de manera forzada a declarar fue cuestionada por juristas y magistrados del Supremo Tribunal Federal, la máxima instancia judicial del país.
Según informó hoy el diario "Folha de Sao Paulo", varios magistrados de la Corte Suprema coincidieron con lo dicho por su colega Marco Aurélio Mello, quien afirmó el sábado que la conducción forzada en este caso no fue pertinente porque Lula acudió a declarar cada vez que fue citado.
Mello fue el único de los magistrados del Supremo que opinó sobre el asunto permitiendo ser citado por su nombre.
"¿Conducción coercitiva? Yo no lo comprendí", afirmó Mello el sábado, y enfatizó: No se avanza atropellando reglas básicas", enfatizó.
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