martes 19  de  marzo 2024
LETRAS

Periodista Camila Acosta llega a la Feria del Libro de Miami

El libro "Del templo al temple, silencios y escándalos de la masonería cubana" es una investigación de Camila Acosta que además cuenta con un documental
Diario las Américas | GRETHEL DELGADO
Por GRETHEL DELGADO

MIAMI— La periodista y realizadora audiovisual cubana Camila Acosta presentará en la Feria del Libro de Miami su título Del templo al temple, silencios y escándalos de la masonería cubana, publicado por la Editorial Primigenios este año. El libro se podrá encontrar en el pabellón de Editorial Primigenios-Editorial Lunetra entre el 18 y el 20 de noviembre, y en Amazon.

Camila Acosta colabora con The New York Times, es corresponsal para ABC de España y escribe para CubaNet. En numerosas ocasiones ha sido víctima de ataques desde la prensa oficialista en Cuba, que incluso la ha llamado "terrorista" solo por ejercer su profesión y plantarle cara al régimen. Asimismo, se ha visto obligada a mudarse varias veces debido al constante asedio del régimen.

"Con toda la ingenuidad con que se comienza una investigación para lo que será la tesis de graduación, Camila Acosta se adentró en un mundo prohibido para los ajenos a la fraternidad masónica, la que siempre aparta a los profanos que se acercan a husmear. Nunca son bienvenidos; pero Camila, con su empeño, logró que se le abrieran las puertas. Los líderes del simbolismo y del escocismo comprendieron también que la fraternidad necesitaba sobrepasar sus puertas y acercarse a la sociedad. Y así sucedió", dijo sobre el libro Ángel Santiesteban Prats, escritor, exprisionero político y masón (33º).

Y agregó que "Camila comenzó a descubrir que la masonería, además de su misterio no tan secreto sino discreto, llevaba mas de seis décadas apagada porque así lo había decidido Fidel Castro desde que arribó al poder en 1959. Y supo que la gran mayoría de los propios masones apenas conocían sobre su propia historia".

Por eso, acotó, "este libro es la respuesta a la censura del régimen totalitario y un homenaje a los valerosos masones que, como los que empuñaron el machete en la manigua redentora, lucharon por la libertad de Cuba, como es el primer deber de todo masón". Por eso, acotó, "este libro es la respuesta a la censura del régimen totalitario y un homenaje a los valerosos masones que, como los que empuñaron el machete en la manigua redentora, lucharon por la libertad de Cuba, como es el primer deber de todo masón".

Eduardo Rene Casanova Ealo, director de la Editorial Primigenios, compartió en Facebook un fragmento del libro.

Fragmento del libro Del templo al temple, silencios y escándalos de la masonería cubana

Perjurio y traición contra la fraternidad

Uno de los hechos más penosos para la masonería cubana salió a la luz pública en el año 2011. Mediante la serie de la Televisión Cubana (TVC) Las Razones de Cuba, en un capítulo titulado “Ayudas peligrosas”, se dio a conocer la complicidad del ex Gran Maestro (GM), Dr. José Manuel Collera Vento, con la Seguridad del Estado (SE) cubana.

Collera Vento, Pediatra de profesión, había cumplido misión internacionalista en Angola entre 1983 y 1985. Desde su etapa como ajefista ocupa importantes escaños dentro de la institución masónica. Entre otros, fue Gran Orador de la Gran Logia de Cuba (GLC) (1977-1979 y 1994-1997); GM (2000-2003) y Gran Secretario (2003-2006). Fue además Vicepresidente de la Confederación Masónica Interamericana (CMI) y Presidente de la Zona II (Grandes Logias del Caribe), entre el 2000 y el 2003.

Según sus propias declaraciones, en 1975 inicia su colaboración con la SE y se infiltra en grupos disidentes; a la par, va escalando en la GLC. En este punto es que más aporta a la Contrainteligencia, pues viajaba constantemente y establecía contactos con la masonería cubana en el exterior, quienes ostentan una posición contraria al castrismo. A fines del año 2000 relata Collera, Gustavo Pardo Valdés, reconocido masón y disidente cubano, le presenta a personas procedentes de Estados Unidos, interesados en promover proyectos humanitarios en Cuba y en fortalecer la oposición interna al régimen. De esta manera, el GM entra en las “grandes ligas”. Collera refiere que la CIA, mediante la USAID, y esta a su vez a través de la Donner Canadian Foundation, comenzó a explorar la posibilidad de financiar a los masones en la Isla, pues los veían como un grupo potencial a “emerger con un liderazgo durante la transición”. Este ex GM afirma además que la Fundación Donner llegó a donar miles de dólares para la reconstrucción de templos masónicos en Cuba, con el objetivo de fortalecer a la Institución. Este interés se sustentaba en la estructura organizada de los masones, cuya membresía sobrepasaba los veintiocho mil en el año 2000, además de que existe prácticamente una logia en cada localidad del país.

Uno de los aportes de la citada Fundación, en colaboración con la GL de Washington, Distrito de Columbia, fue el financiamiento para la reimpresión de libros sobre la historia de la masonería cubana. Entre ellos: La Masonería en la Independencia de Cuba e Historia de la Masonería del Rito Escocés en Cuba, ambos de Francisco J. Ponte Domínguez; libros que hacía más de medio siglo no se reimprimían y que se hallaban en muy mal estado.

Entre el 2000 y el 2003, la Donner Canadian Foundation donó a la GLC 47 000 dólares, lo que representó el 52,96 % del total de los aportes recibidos en el período 2000-2005. De igual manera, la GL de Columbia concedió 14 757 dólares en el año 2003. Siendo ambas Instituciones las que más aportaron a la orden cubana entre 2000 y 2003, etapa en la que Collera ocupaba la Gran Maestría. Entre 2000 y 2005 los ingresos de la GLC ascendieron a 104 mil 214, 15 dólares; de ellos, se gastaron 22 871, 46 dólares en veinticuatro viajes a doce países tanto de Collera Vento –GM de 2000 a 2003 y luego Gran Secretario de 2003 a 2006– como de Arnaldo Amado González Padrón, GM de 2003 a 2006. Por lo que no todos los recursos se emplearon en la supuesta subversión interna y contribuyeron enormemente a fortalecer a la Orden tanto nacional como internacionalmente.

Tal fue la calidad del espionaje de Collera Vento que llegó a recibir la Medalla del Congreso de los Estados Unidos. Su desclasificación, en el año 2011, se debió a que tuvo que declarar en el juicio de Allan Gross, contratista de la USAID que fue detenido en Cuba en el 2009, cuando intentaba instalar, dentro de la comunidad judía cubana, sistemas de comunicación satelital (internet) sin filtraciones; por su parte, el régimen cubano sostuvo que ello formaba parte de una campaña de desestabilización del gobierno de los Estados Unidos para invalidar a la Revolución Cubana. Collera Vento había sido el contacto de Gross en Cuba; su declaración en el juicio fue crucial para condenarlo.

Según los datos ofrecidos por el programa de la TVC, luego de casi treinta años con el pseudónimo de Duarte, en el 2004 Collera comienza a utilizar, “por cuestiones operativas” y en homenaje a uno de los cinco espías cubanos, el de Gerardo. No obstante, algunos de los que llegaron a conocerlo personalmente, aseveran que esta larga trayectoria como agente encubierto fue construida, que fue realmente durante su etapa como GM que, amenazado por la SE, comenzó a trabajar para ella.

A partir de sus declaraciones en la TVC es que se sabe, además, que había implicado a la masonería cubana en asuntos de Inteligencia. La Institución, aparte de recibir financiamiento para proyectos masónicos, sería precisamente la intermediaria en la entrada de las ayudas humanitarias al país. Como masón, según enunció a la prensa, actuó “para proteger a todos aquellos a quienes amo y defiendo”.

Algunos compararían el accionar de José Manuel Collera Vento con el del GM (1949-1959) Carlos M. Piñeiro y del Cueto, agente Bushnell, quien participó activamente en la pugna contra Batista. Sin embargo, las circunstancias, en uno y otro caso, son muy diferentes. Piñeiro y del Cueto luchó contra una dictadura, no a favor de esta.

Ante las revelaciones del agente Gerardo, el entonces GM, José Ramón González Díaz (2009-2012), emitió una Circular Especial, con fecha 28 de marzo del 2011, en la cual declara que la GLC no tenía “ningún vínculo con las acciones desarrolladas por Collera Vento en calidad de ciudadano, aún con aquellas acaecidas en momentos de su mandato como Gran Maestro y otras oportunidades en que desempeñó altas responsabilidades en el seno de la Gran Logia de Cuba”.

Para entonces, José Manuel Collera Vento ya había sido suspendido de la Masonería, como resultado de la Sentencia No. 9, año 2010, de la Corte Suprema de Justicia Masónica, por el delito de “perjurio y traición contra la fraternidad, sus dogmas, instituciones y secretos”. Contra él figuraron varios cargos, uno de ellos fue el recibimiento de Gabriel Vieira Barceló, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de Habla Española para el Sur de los Estados Unidos, institución irregular, en la logia Luz y Constancia, de Marianao, La Habana. Collera Vento, Ariel Pérez Lago (ex Gran Orador y entonces Presidente de la Comisión Permanente de Relaciones Exteriores de la GLC) y Francisco Díaz Olivera, Venerable Maestro de dicho taller, efectuaron la tenida masónica pese a haber sido advertidos previamente, por la GLC, sobre las violaciones en que incurrirían. Los tres resultaron sancionados. Al respecto, Collera Vento sostiene que no cometía ningún delito porque él no acepta las diferencias entre regularidad-irregularidad, además de que Vieira Barceló ya había sido recibido en el Supremo Consejo cubano por el Soberano Gran Comendador Jesús Armada Pena. Convenientemente, se guarda el dato de que Armada Pena solo lo recibe en su oficina, no en sesión masónica, de lo contrario hubiese sido igualmente sancionado.

Asimismo, Collera había visitado logias irregulares en los Estados Unidos; había desarrollado, dentro de la GLC y de manera clandestina, algunas reuniones del comité gestor de las mujeres masonas y apoyado directamente la iniciativa; tales acciones representaban una violación de varios de los puntos de los Estatutos Generales de la masonería cubana.

De igual manera, fue de los principales promotores y fundadores, en el año 2006, del Capítulo “Cuba 0001”, perteneciente al Capítulo Internación del Real Arco de París (Rito de York). Este suceso despertó reacciones contrarias y polémicas entre el Supremo Consejo y la GLC, pues los primeros consideraron que se estaba vulnerando el Tratado de Paz y Amistad entre ambos Altos Cuerpos, en virtud del cual, el Supremo Consejo es el único con facultades sobre los Grados Filosóficos.

El Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba, teniendo en cuenta el mismo Tratado de Paz y Amistad, también expulsa a Collera Vento. Por primera vez en la historia de la Orden en Cuba, se juzgaba y suspendían los derechos a un ex Gran Maestro; solo comparable este suceso con el antecedente de la expulsión de Gerardo Machado de la Fraternidad, en 1933.

Más sobre Camila Acosta

Camila Acosta Rodríguez (Isla de Pinos, 23 de junio de 1993). Licenciada en Periodismo, Universidad de Habana, 2016. Trabajó como periodista en el Canal Habana (Instituto Cubano de Radio y Televisión).

Ha realizado dos documentales: uno sobre la Masonería en Cuba, y otro sobre las Hijas de la Acacia (rama femenina de la Masonería Cubana). Por estos trabajos obtuvo el reconocimiento de la Academia Cubana Altos Estudios Masónicos, en diciembre del año 2017. Ha publicado en varios medios de prensa cubanos y extranjeros. Colabora con el periódico The New York Times, trabaja como periodista de CubaNet y como corresponsal en La Habana del diario español ABC.

Embed

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar