Las autoridades decretaron este lunes por cuarto día consecutivo una pre-emergencia ambiental debido a los altos índices de contaminación del aire que afectan a la capital chilena.
"Esta va a ser una semana compleja y difícil", dijo el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, luego de decretarse la medida, que restringe la circulación de una parte de los vehículos motorizados, la prohibición de usar leña y sus derivados para la calefacción de los hogares, entre otras.
Los altos índices de contaminación no son nuevos durante la época invernal en Santiago de Chile, que está enclavada en un valle encerrado por montañas como la Cordillera de Los Andes y la de la Costa.
La situación se agrava porque no se prevén lluvias ni vientos para la dispersión de los contaminantes, por lo que las condiciones de calidad del aire "no van a ser buenas", agregó el ministro.
Otras de las medidas dispuestas por la autoridad es la prohibición para que se realicen prácticas deportivas y ejercicios en los colegios de la capital, donde residen alrededor de un tercio de los 17 millones de habitantes del país.
Incluso, el Intendente de Santiago, Claudio Orrego, llamó a los capitalinos abstenerse de asar carnes al aire libre con leña o carbón. "Hemos constatado una correlación altísima entre los episodios de pre-emergencia y emergencia y los partidos de fútbol", dijo.
"Los peores días que hemos tenido mala calidad del aire en Santiago ha sido al día siguiente de un partido de la selección de Chile", aseveró Orrego, al recordar el cotejo en el que el combinado nacional goleó el sábado por 7-0 a México por la Copa América Centenario, lo que derivó en celebraciones hasta la madrugada del domingo.
La contaminación ambiental también afecta a otras regiones del país, especialmente en el frío sur, donde fue prohibido el uso de la madera para la calefacción durante la emergencia.
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