En una clínica que atiende animales rescatados en El Salvador, un equipo de veterinarios realizó un meticuloso trasplante de plumas a un gavilán café (Rupornis magnirostris), después de que una persona se las cortara para retenerlo como mascota.
En julio último, el ave se escapó del cautiverio y logró llegar al patio del vecino de su captor. El vecino vio que tenía las plumas cortadas y conmovido, decidió entregarlo a la Policía.
Los veterinarios decidieron hacer un trasplante para "acelerar" su recuperación, ya que el ave tarda de seis meses a dos años en regenerar sus propias plumas.
José Coto, cirujano veterinario del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales dijo que "si tú le cortas las alas [a un gavil[an] estás perjudicando completamente su forma de vida, le genera estrés"
Las plumas implantadas eran de un gavilán café que había muerto unos meses antes.