martes 26  de  marzo 2024
RÉGIMEN

Cuba: Precios se elevan antes del ordenamiento económico

Hace un año los precios de los productos y servicios en Cuba ya estaban al alza con el aumento salarial del sector presupuestado y las pensiones

“Son tres pesos”, le dice el dueño de un parqueo de bicicleta en la calle Luz y Caballero de la ciudad de Holguín, Cuba a un cliente que asombrado pregunta: “¿y cuándo subió el precio?”.

“Lo subimos en octubre”, responde el propietario del lugar que le señalaba el cartel donde un número tres, escrito con tinta negra, tapa un número dos. “No sé a dónde vamos a llegar si los precios siguen subiendo”, dice el afectado que de mala gana completa el peso que faltaba, reseña el portal web CubaNet

Aunque no se ha puesto en práctica el ordenamiento monetario y cambiario anunciado por el régimen cubano en octubre, los precios de los productos y servicios en el sector privado se han disparado.

En Cuba el salario promedio no llega a los 40 dólares mensuales, el súbito ascenso del costo de la vida asfixia económicamente a una población golpeada por el desabastecimiento de los comercios estatales.

Hace un año los precios de los productos y servicios ya estaban al alza con el incremento salarial del sector presupuestado y las pensiones a mediados del 2019.

“Leche, leche”, se oye el pregón matutino. A pesar de que el vendedor anuncia una y otra vez su codiciado producto, son pocas las personas que acuden a su llamado.

“Cuando costaba siete pesos el litro yo compraba seis litros semanales, pero desde que subió a 10 pesos solo puedo comprar dos litros”, dice María Esther, una vecina de la calle Miró en Cuba.

Por su parte, el lechero confirmó a CubaNet que con la subida del precio tiene que caminar más y el esfuerzo es mayor. “Pero tengo que venderla por ese valor. Así es como obtengo ganancia porque los ordeñadores decidieron vendérmela más cara”.

Otro producto que duplicó su valor en Cuba fue el llamado pan telera. No todo el mundo puede pagar los diez pesos actuales que pide su vendedor. “La única manera de ver el resultado de mi trabajo fue subiendo el precio del pan. Ahora todo ha encarecido. En la panadería yo hago cola desde la madrugada para comprar el pan liberado y corro el riesgo de ser detenido por la policía porque ellos consideran que mi trabajo es ilegal”, dice uno de los vendedores que prefirió ocultar su identidad.

Estos aumentos de precios en Cuba, al margen del ordenamiento monetario y cambiario, se debe a la inflación de la economía cubana causada por factores estructurales o permanentes, comentó el economista Elías Amor, presidente del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) en exclusiva para CubaNet.

“La expansión continua del déficit público estatal y del endeudamiento inyectan continuamente dinero en la economía, lo que tiene una incidencia inflacionista estructural. Cuba tiene uno de los porcentajes más elevados del mundo en dinero en manos del público sobre el Producto Interno Bruto, que llega a un 27.1%, y la oferta monetaria se incrementa hasta el 60% del PIB, estos datos tienen mucho que ver con la expansión monetaria inflacionista”.

El especialista ubicó en segundo lugar la ineficiencia de la mayor parte de los sectores productivos que dependen del Estado que “operan a bajos niveles de capacidad, de modo que no consiguen atender las necesidades de la demanda y provocan una tensión inflacionista continua que acaba en precios topados y racionamiento”.

El férreo control del Estado sometido contra el sector privado es un tercer elemento señalado por Elías Amor. Esto impide al sector privado “tomar decisiones libremente sobre qué producir, cuánto y a qué precios, y por ello, también se mantiene una tensión inflacionista porque no consigue atender la demanda (como pasa con los agropecuarios, por ejemplo)”.

Por último, Elías Amor considera que la “existencia de tres segmentos de distribución: el del área del CUP subsidiado y de canasta normada; el del área de CUC y CUP con precios liberados; y el reciente segmento de las tiendas en MLC hace más complicado aún controlar las tensiones inflacionistas, que se trasladan de un segmento al otro a la vez que provocan graves injusticias. Este problema, al menos, se corregirá con la tarea ordenamiento”.

“Hay que añadir la decisión de Díaz-Canel de subir los sueldos en el sector presupuestado y pensiones en julio de 2019, lo que provocó un aumento de los costes unitarios de producción en un sector que supone más del 80% de la economía, generando tensiones inflacionistas que no se han corregido tras la llegada de la pandemia por el coronavirus”.

En las barberías arrendadas por el estado un cartel anuncia a diez pesos el pelado; sin embargo, el precio real es 20. “Yo sé que estoy cometiendo una violación, pero tengo que cobrar esa cantidad porque han subido los precios de los productos que utilizo para mi trabajo y el gobierno no me facilita nada”, confiesa un barbero del reparto La Quinta que, por cuestión de seguridad, prefirió el anonimato.

La venta de café es otro negocio que ha encarecido su oferta. En el mercado informal la bolsita de café mezclado marca Hola subió de 10 a 30 pesos. “Es demasiado caro para ser un café mezclado con chícharo, pero no tenemos más opciones. Lo tomas o lo dejas. Y nosotros los cubanos somos muy cafeteros”, dice Armando Morales, un jubilado que confiesa degustar una taza de café todas las mañanas “para levantar el día”.

A una pregunta de CubaNet sobre el posible éxito de la inminente reforma monetaria, el economista Elías Amor respondió: “de todas las actuaciones planteadas, la única que posiblemente se implementará sin problemas será la unificación monetaria con la desaparición del CUC por el canje de moneda establecido oficialmente. Los problemas vendrán tras la devaluación ‘alta’ del CUP, básicamente porque no se ha facilitado información para que los agentes económicos vayan planificando sus actuaciones para evitar las consecuencias de ese nuevo tipo de cambio, del que no se sabe nada. Poner a la economía cubana en relación con el resto del mundo a través del CUP, por primera vez en casi 30 años, entraña riesgos, como el aumento de la inflación, que provocarán los precios de los productos importados que se incrementarán como mínimo en el porcentaje que se deprecie la moneda”.

Amor encuentra poco probable que a corto plazo la oferta interna reemplace a las importaciones, por eso “habrá que asumir el incremento generalizado de precios”.

Considera que la subida de salarios y pensiones incluida en la tarea ordenamiento podría ser insuficiente para afrontar un escenario de precios más elevados, “lo que acarreará empobrecimiento real y pérdida de poder adquisitivo. Incluso, si la subida salarial no va acompañada de un aumento de la productividad, el peligro es que los costes unitarios se disparen y provoquen la quiebra técnica de las empresas, obligando al estado a intervenir con subsidios para evitar la destrucción de empleo”.

Elías Amor vaticina un posible fracaso de la tarea ordenamiento “que vendrá, una vez más, motivado por la intervención del estado en un proceso en que las fuerzas del mercado de oferta y demanda, actuando en libertad, pueden conseguir resultados mucho más eficientes”.

“La tarea ordenamiento tiene poco que ver con las necesidades reales de la sociedad cubana, y puede obedecer, en mayor medida, a las presiones del sector empresarial abierto al exterior controlado por el ejército y la Seguridad del Estado, que será el gran beneficiado de la devaluación, por ejemplo, al poder exportar más y obtener más ingresos. Es importante tener en cuenta el efecto de esta presión porque puede orientar futuras decisiones del gobierno cubano en materia de asuntos económicos”, concluye el especialista.

Carmen es una de las manicuras que trabaja en el bazar de la calle Martí. Ella reconoce que la clientela ha disminuido debido a la subida del precio del servicio que sus colegas y ella prestan. “No solo la vida ahora es más cara, también son más caros los pomos de pintura y acetona y eso nos obligó a subir el precio”. De cinco pesos que costaba el arreglo de las uñas de las manos ahora cuesta 10, mientras el arreglo de las uñas de los pies de 10 subió a 20.

Los alimentos son unos de los productos que llevan la delantera en el alza de los precios. Algunos de ellos como el plátano se comercializa a siete pesos la unidad, la yuca a ocho pesos la libra, el arroz a 30 y la carne de cerdo a 60 pesos la libra, esta última, a medida que se acerca el fin de año, es la que más aumenta su valor.

“Nos esperan una Navidad y Fin de Año muy malos. Si ahora la carne de cerdo, la yuca y los vegetales son caros, entonces para esa fecha, que aumenta la demanda, estarán a años luz del alcance de la mayoría de los cubanos”, dice con un tono de pesimismo y tristeza una señora a otra mientras espera en la cola para comprar el picadillo que llegó normado por la cartilla de abastecimiento.

Durante el corrido, CubaNet detectó un aumento de los precios en las dulcerías estatales donde un cake que hasta hace poco costaba 25 pesos subió a 30. “El Gobierno debería ser la competencia contra el sector privado, para evitar que se incrementen los precios. El cake es un producto que prefieren los niños y mira como le han subido el precio. Ahora el régimen no tiene moral para criticar a los cuentapropistas que venden a sobreprecio”, comenta indignado Arnaldo Pérez, un abuelo jubilado que carga con un pequeño cake dentro de una caja para sus cuatros nietos.

Sobre el tema Elías Amor asegura que “los asalariados del sector estatal o los jubilados verán como sus rentas más elevadas (se dice que se multiplicarán por cinco, pero no todas por igual) se erosionan en poder adquisitivo en poco tiempo, como consecuencia de la espiral de precios y salarios tras la devaluación”.

Los posibles afortunados del ordenamiento monetario y cambiario que se avecina serán “los cubanos que reciban remesas del exterior, en dólares o cualquier otra divisa, experimentarán un aumento del poder adquisitivo en CUP, al nuevo tipo de cambio que fijen las autoridades que será menor que el actual. Los emprendedores privados que se orientan al sector turístico igualmente incrementarán sus ventas e ingresos en la medida que regresen los viajeros”, finaliza Elías Amor.

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Vista de un cartel que advierte sobre el uso del CUC, la moneda que el régimen ha intentado igualar al dólar, en una tienda en La Habana, el 15 de septiembre de 2020.

Vista de un cartel que advierte sobre el uso del CUC, la moneda que el régimen ha intentado igualar al dólar, en una tienda en La Habana, el 15 de septiembre de 2020.

FUENTE: CUBANET

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