MIAMI.- JESÚS HERNÁNDEZ
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Aún está a tiempo de aprovechar la recuperación del dólar estadounidense y festejar el fin de año en lugares como Madrid, Ville de Québec o Río de Janeiro, donde celebran la Navidad a plenitud y la gente vive otros bríos.
Ciudad encantada
Si su sueño es disfrutar el fin de año rodeado de nieve, le garantizo que Ville de Québec se lo hará realidad. La antigua capital de la colonia francesa en Norteamérica cuenta con el preciado polvo blanco durante la fiesta decembrina.
Agregue a esto el encanto del viejo casco urbano de la ciudad amurallada con sus torres, torrecillas y techados piramidales, que rememoran la antigua arquitectura gala. Todo esto matizado por abundantes ramas de pino y cintas rojas que adornan las fachadas de las casas y anuncian el carácter festivo al estilo francés joie de vivre que inunda a la urbe quebecuá.
De hecho, los Québécoins cuentan con un inmenso mercado navideño, que llaman Marche de Noel, donde abunda la degustación de la buena comida, el vino y los dulces caseros. Es una feria muy popular que tiene por complemento la oferta de juguetes confeccionados por artesanos de la región.
Río de Janeiro
Playas y ciudades extraordinarias hay muchas, pero pocos lugares cuentan por igual el encanto de la naturaleza y de la gente. Río de Janeiro está de fiesta porque espera con alegría la celebración de las olimpiadas de verano 2016. Razón suficiente para acentuar la fiebre festiva que caracteriza a esta gran ciudad de Sudamérica.
Es por eso que la ciudad maravillosa, o Cidade maravilhosa como le llaman los brasileños en portugués; anuncia una colosal fiesta el 31 de diciembre en la playa Copacabana, a los pies del Cristo Redentor, que descansa con sus brazos abiertos a 710 metros de altura. Aquí acudirán más de dos millones de seres humanos a decirle adiós al Año Viejo, a golpe de samba y caipirinha. Es un auténtico festín público que es únicamente superado por el carnaval de la ciudad cada mes de febrero.
Madrid en Navidad
La gran festividad comienza en la capital española con el encendido del árbol de Navidad en la plaza de la Puerta del Sol y la iluminación especial de las calles de la ciudad.
En la Plaza Mayor, donde la historia se remonta al siglo XV, un gran mercado público con carrusel y otras atracciones ocupa el espacio central. Más de 80 casetas ofertan adornos y árboles de Navidad, así como los dulces típicos y los vinos espléndidos que complementan la mesa de Nochebuena.
Todo esto respaldado por un sin fin de representaciones, en las que no falta el típico Belén, o Nacimiento, que rememoran el carácter cristiano de la fiesta.
Son representaciones que, aún en tiempos de modernidad, responden a la tradición cultural del pueblo y tienen por punto final el gran desfile de los Reyes Magos el 6 de enero.
A tener en cuenta
Si porta pasaporte estadounidense, no necesita visa para visitar Quebec o Madrid. No obstante, debe obtener un visado de Brasil si viaja al país sudamericano.
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