El 6 de enero celebramos el Día de Reyes y el roscón de reyes, o rosca, adorna la mesa durante el desayuno.
Por eso, ofrecemos la receta del rico dulce tan esperado por
La costumbre de este peculiar dulce con sorpresas en su interior nació en Europa durante la época romana, cuando festejaban la llamada Fiesta del Esclavo tras finalizar la dura faena de la cosecha en el campo.
Entonces repartían tortas hechas de miel, higos y dátiles, donde guardaban un haba o guisante que simbolizaba la suerte y prosperidad.
El esclavo que descubría el haba quedaba libre de trabajar y recibía las atenciones dignas de un rey durante un día.
Siglos después, los franceses adoptaron la festividad como la fiesta infantil navideña Le Roi de Fave el 6 de enero, cuando el niño que descubría el haba se convertía en el rey del festejo.
De esta manera, la nueva celebración llegó a España y de allí pasó al continente americano, principalmente a México, donde la sorpresa tiene forma de un pequeño bebé que anuncia la suerte y al niño Jesús.
RECETA
Cortesía del portal Vive mejor
Ingredientes
Dos sobres de levadura
Media taza de agua tibia
Cinco tazas de harina
Dos tazas de azúcar granulada
Cuatro de huevos
Cinco yemas de huevo
Una taza de mantequilla
Una cucharada y media de extracto de naranja
Una cucharada y media de cáscara de naranja
Un cuarto de cucharadita de sal
Tres pequeños bebés de plástico u otra sorpresa que resista el calor
Media taza de azúcar pulverizada
Una cucharada de leche
Variedad de frutas para adornar cubiertas
Azúcar granulada para esparcir sobre el roscón
Instrucciones
1-Mezcle la levadura con el agua tibia en un tazón mediano y déjela reposar hasta que burbujee, aproximadamente 5 minutos. Agregue media taza de harina. Cubra la mezcla y déjela reposar en un lugar tibio hasta que esté del doble de tamaño, aproximadamente 25 minutos.
2- Mezcle tres tazas y media de harina con el azúcar, los huevos, 4 yemas, tres cuartos de taza de manyequilla, el extracto de naranja, la ralladura y la sal en un tazón grande hasta que quede una mezcla arenosa. Agregue los bebés de plástico.
3- Revuelva la mezcla de levadura con la mezcla de harina. Quedará una masa muy pegajosa. Amásela sobre una superficie enharinada hasta que quede tersa, aproximadamente 15 minutos. Coloque la masa en un tazón grande engrasado. Cúbrala con plástico rociado con aceite en aerosol y déjela reposar en un lugar tibio hasta que esté del doble de tamaño, aproximadamente hora y media.
4- Mezcle el resto de la mantequilla con el resto del azúcar en un tazón mediano y bátala hasta lograr la consistencia cremosa. Agregue la taza de harina y la yema de huevo. Batir hasta suavizar la mezcla. Refrigere hasta que vaya a usarla.
5- Precaliente el horno a 350°F. Ponga una rejilla en la tercera parte de abajo del horno. Amase la masa sobre una superficie enharinada unas cuantas veces. Haga un rollo con la masa y forme la rosca en el molde circular y engrasado para hornear. Salpique los extremos con agua para pegarlos. Cúbrala con plástico rociado con aceite en aerosol y déjela reposar en un lugar tibio hasta que esté del doble de tamaño, aproximadamente 45 minutos. Bata el huevo restante con una cucharada de agua. Junte la fruta para adornar y tenga lista la mezcla de huevo.
6- Unte la mezcla de huevo sobre la rosca. Con la pasta de azúcar pulverizada forme tiras encima de la rosca, y decore con la fruta, presionando un poco para que se pegue, y luego espolvoree con azúcar. Hornee por 20 minutos o hasta que la superficie esté ligeramente dorada.
7- Déjela enfriar sobre una rejilla metálica. ¡No olvide recordarles a sus invitados que la rosca lleva sorpresas adentro!
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