jueves 21  de  marzo 2024
Astrología

Destino, libre albedrío y astrología

La astrología puede servir para predecir situaciones antes de que estas se manifiesten, o sea que desde el punto de vista astrológico hablamos de una correlación entre destino y libre albedrío
Diario las Américas | ALINA RUBI
Por ALINA RUBI

"Unos nacen con estrella y otros estrellados". ¿Quién no ha escuchado esta frase tan popular que hace referencia a que algunos tenemos vidas afortunadas y otros desafortunadas. Y es que desde hace miles de años, las personas pensaban que ya nacíamos con un destino escrito y que no podíamos cambiarlo.

Vivimos en un momento donde lo que más está de moda es lo material y la palabra destino es controversial, hasta ofensiva, porque puede ser interpretada en muchos casos como pérdida de control o incompetencia.

En otras culturas no se habla de destino, sino de karma; karma una palabra sánscrita que significa acción. Karma, ley de retribución que dice que por cada acto habrá un efecto correspondiente. Cada sujeto posee un determinado karma, un destino personal, pero esta ley también reconoce que cada cual trae consigo un aprendizaje, un contrato personal, éste puede ser modificado o completado a través de las experiencias y del conocimiento interno.

Científicamente hay un destino que algunas veces es mandatorio, el condicionado por la genética. El contexto social también tiene probabilidades de influirnos.

A diario especulamos sobre nuestro destino y nos encanta saber que nos tiene preparado, porque nos crea la ilusión de que controlamos el futuro, olvidándonos de nuestro libre albedrío el cual es indispensable para tomar decisiones, confiar en nosotros y asumir los retos que nos pone este destino.

Hay muchas historias donde hay indicios de que el destino ha puesto su mano cambiando radicalmente la vida de las personas, en las catástrofes aéreas, en las situaciones trágicas donde muchos pierden su vida y más tarde vemos personas que tenían que haber abordado ese avión o pasar por ese camino pero ese día algo sucedió que les cambio el rumbo. Y siendo menos fatalistas, cuántas personas se conocen por sincronicidad y con el paso del tiempo reflexionan que de no haber ido a ese parque, a ese mercado o de no visitar a determinados amigos nunca se hubieran encontrado. Es que ocasionalmente el destino es implacable y caprichoso reafirmando que en la vida tenemos ciertas cosas predestinadas: nuestro objetivo es llegar a cumplirlas y se nos brindan las oportunidades necesarias para que así sea.

Como astróloga pienso que en el instante del nacimiento comienza a cumplirse nuestro destino, pero también en ese momento entra en juego nuestro libre albedrío. Creo en el destino, pero también en nuestra facultad para cambiarlo y decidir nuestro camino, porque un aspecto astrológico tiene una diversidad de posibilidades las cuales dependen de nuestra libertad de elegir.

La astrología puede servir para predecir situaciones antes de que estas se manifiesten, o sea que desde el punto de vista astrológico hablamos de una correlación entre destino y libre albedrío. Nuestro destino esta escrito con lujo de detalles en la carta natal, nos dice cuáles van a ser nuestros retos, pero también con qué herramientas contamos para enfrentarlos. Esto sucede porque existen en cada símbolo planetario diversas formas de manifestación.

Mediante el estudio astrológico podrás conocer tus talentos, capacidades y los obstáculos a enfrentar. Al conocerte mejor a ti mismo y todas las energías que se pueden manifestar tienes más posibilidad de ser libre porque puedes aprovechar las oportunidades, como escribió Shakespeare: El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.

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