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ESCENA

Diego Casado Rubio: "Mi teatro profundiza sobre las diferencias"

El director español, anclado en Buenos Aires desde hace 15 años, habla en extenso con DIARIO LAS AMÉRICAS sobre "Millones de segundos", premiada con tres Premios ACE 2018, entre otros galardones, montaje que fue seleccionado para cerrar el Festival Internacional de Teatro Hispano de Miami, que se llevará a cabo hasta el 28 de julio
Por YOLIMER OBELMEJÍAS

Diego Casado Rubio (Madrid, 1978), anclado en Buenos Aires desde hace 15 años, habla en extenso con DIARIO LAS AMÉRICAS sobre "Millones de segundos", reconocida con tres Premios ACE 2018, entre otros galardones, pieza que fue seleccionada para cerrar el Festival Internacional de Teatro Hispano de Miami, que se llevará a cabo hasta el 28 de julio.

El director español, inspirado por un impactante video que vio en YouTube, explica que a través del montaje quiere "poder expresar lo que podemos llegar a discriminar como seres humanos a las personas", ya que su obra busca escudriñar sobre la discriminación, el bullying y el amor igualitario, entre infinitos tópicos.

Asimismo, Diego Casado Rubio, quien participa por primera vez en la cita artística en Miami, reflexiona sobre la salud del teatro latinoamericano, el cual considera se "debería mirar con más humildad, con más orgullo y con más respeto".

Actualmente, el realizador viaja por el continente promocionando “Millones de segundos”, propuesta que en estos momentos suma dos años y medio de funciones ininterrumpidas en Buenos Aires y que también le ha permitido decir presente en diferentes festivales internacionales de Chile, Perú y ahora, Miami.

- ¿Qué mensaje o reflexión busca llevar con “Millones de segundos”?

- No se padecen las diferencias, se padece la incomprensión. Primer punto de partida. Mi teatro, en general, profundiza sobre la discriminación, el bullying, el amor igualitario, las diferencias. Con esta obra pretendo hacer una profunda reflexión sobre el cuerpo. Mi obra comienza con un desnudo femenino totalmente iluminado, mientras otro cuerpo masculino yace en el suelo apenas con un soslayo de luz. Recuerdo que cuando escribía la obra, esta imagen la tenía siempre clara en mi cabeza. Era como una obsesión y un motor que alimentaba mi escritura.

- Mi deseo era poder decir sin palabras, al público mientras entra a la sala y se acomoda en sus butacas: “de esto vamos a hablar” “Miren ese cuerpo desnudo”, “Siéntanse incómodos por un rato, verán como pronto dejarán de estarlo y podrán entender que el género es una construcción”. Lo que vemos no suele coincidir con lo que es. Los dos ejes que definen la historia, el género y el autismo, son expresados en este instante. La conmoción inevitable que tiene el espectador ante esta imagen inicial, el desnudo de un cuerpo algo andrógino, el hombre tirado, una tablet que muestra en bucle a una niña de cinco años jugando en la playa con una pelota y un sonido trabajado de un modo consciente para hablar de la ruptura del universo convencional, de la historia que esos cuerpos y esa infancia supone. El público tiene que correrse de toda esperanza de naturalismo y tendrá una participación activa al involucrar sus emociones. La luz juega un papel esencial y absoluto en la historia. Ni bien comienza la obra se produce un cambio de luz sobre el cuerpo de la actriz y es ahí cuando entendemos que ese cuerpo ya no es más el cuerpo que vimos. Es una construcción poética, metafórica y teatral del cuerpo que creemos ver. Ese cuerpo se convierte en un cuerpo no binario, un cuerpo que se transforma. “De esto va a hablar la obra”, les digo de nuevo con esta construcción que hago de la puesta en escena. La luz, sin duda, tiene un rol esencial, es un personaje más. Con esta obra creo que se logra una empatía absoluta con lo que le sucede a Alan, el personaje principal. Otro de los mensajes en los que estaba empeñado cuando escribí la obra: empatizar con el otro, ponernos en su piel y entenderlo.

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"Otro de los mensajes en los que estaba empeñado cuando escribí la obra: empatizar con el otro, ponernos en su piel y entenderlo", refiere el realizador sobre "Millones de segundos".

El gran conflicto en la obra está entre el deseo, que es la reasignación de sexo, y la prohibición médica de llevarlo a cabo por consecuencia del autismo El gran conflicto en la obra está entre el deseo, que es la reasignación de sexo, y la prohibición médica de llevarlo a cabo por consecuencia del autismo

- ¿Qué lo impulsa como dramaturgo a abordar la temática transexual?

- La idea de la obra me apareció después de ver un video en YouTube que se viralizó en donde se veía a un chico en una habitación de su casa autogolpeándose y a su perro tratando de evitar los golpes. El video terminaba con un abrazo hermoso entre ambos, el perro totalmente entregado a la protección del chico que lloraba de angustia por la crisis nerviosa que acababa de sufrir. Quedé tan conmovido, tan impactado al verlo que inmediatamente pensé, "esta historia la tengo que contar". Y me puse a averiguar más sobre quién era el chico del video. Ahí descubrí que lo que estaba teniendo era una crisis producida por el síndrome de Asperger, que es un tipo de autismo. Y además supe que el chico del video era transexual, es decir, nació en cuerpo de mujer, pero se autopercibe hombre (todo esto sucedió en Estados Unidos) Ahí está lo absolutamente necesario de contar esta historia que escribí tomando como disparador este video de YouTube, pero que es una ficción que fui armando, escribiendo para poder expresar lo que podemos llegar a discriminar como seres humanos a las personas. El gran conflicto en la obra está entre el deseo, que es la reasignación de sexo, y la prohibición médica de llevarlo a cabo por consecuencia del autismo. Mi personaje, Alan, no tiene ningún conflicto consigo mismo, desea vivir, se acepta con orgullo y tan sólo busca que lo respeten tal cual es. Sin etiquetas, sin diferencias, sin violencia, ni exclusión.

Basta de exclusión. Basta de machismo, basta de patriarcado. Basta de discriminación por orientación sexual, por identidad de género Basta de exclusión. Basta de machismo, basta de patriarcado. Basta de discriminación por orientación sexual, por identidad de género

- ¿Considera que las diferentes bellas artes se encaminan cada vez más a abrir sus espacios para tratar tópicos que en el pasado eran considerados tabúes?

- Por suerte, sí. Considero, además, que las sociedades van abriéndose inevitablemente a la aceptación de las diferentes realidades que nos rodean. Basta de exclusión. Basta de machismo, basta de patriarcado. Basta de discriminación por orientación sexual, por identidad de género. El futuro ha de ser verdaderamente igualitario y si no, no podrá ser. El avance es imparable. El arte siempre va por delante, la expresión más profunda y genuina que tienen las personas es a través del arte, ahí es dónde cualquier ser humano puede encontrarse consigo mismo, verse reflejado y sincerarse. Para mí, el arte siempre va por delante, siempre es más valiente, siempre es un lugar de resistencia, reflexión y ruptura. Celebro, aplaudo y brindo por un arte sin concesiones, verdaderamente libre e independiente, que respete a los artistas, autores y creadores para abrir cabezas y expresar sin censura el fin de la mediocridad.

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La pieza fue reconocida en la entrega de los Premios ACE 2018.

- ¿Qué significa para usted poder participar en el Festival de Teatro Hispano de Miami?

- Es un honor y un orgullo que mi obra “Millones de segundos” sea la que cierra un Festival con tanta trayectoria. Uno de mis objetivos como artista, creador y escritor, es que mis historias y mi forma de contarlas traspasen fronteras. Escribí esta obra y la puse en escena para llevarla por el mundo.

- ¿Es primera vez que lo hace?

- Sí, ¡Y espero que sea la primera de muchas!

- ¿Cómo evalúa la salud del teatro latinoamericano?

- Latinoamérica es reivindicación constante, fuerza, sangre, pasión, locura. Es la tierra que me atrapó, me adoptó, me enraizó. Mirarnos más, conocernos más, comunicarnos más. Generar más lazos entre artistas, más intercambio. Yo nací en España y llevo viviendo más de una década en Latinoamérica. Por elección, por decisión, por convicción. Creo que el resto del mundo debería mirar con más humildad, con más orgullo y con más respeto a Latinoamérica. Es una tierra que tiene mucho para mostrar y de la que hay que aprender todo. Mucho y todo. Esa es la salud del teatro latinoamericano. Ojalá pueda expandirse más y gozar de mayor apoyo gubernamental. La individualidad no sirve para nada. Unidos siempre seremos más fuertes.

Estoy en época de asumir nuevos riesgos y desafíos, nuevos rumbos, nuevas direcciones. ¿Quién se suma? Estoy en época de asumir nuevos riesgos y desafíos, nuevos rumbos, nuevas direcciones. ¿Quién se suma?

- ¿Cuáles son sus próximos planes? ¿En qué proyectos se encuentra trabajando?

- Seguir viajando con mi obra “Millones de segundos”. Un deseo profundo que tengo es poder llevarla a España, hacerla allá. Para quien lo lea, es una propuesta abierta y concreta. No pararé hasta conseguirlo. Mi obra lleva dos años y medio de funciones ininterrumpidas en Buenos Aires, hemos hecho gira nacional en Argentina y hemos sido invitados a varios Festivales Internacionales de Chile, Perú y ahora, Miami. Siento que es imparable el crecimiento de la obra. Y por eso mis planes siguen siendo “Millones de segundos”. Entre tanto, comencé a escribir dos obras nuevas. Soy un autor apasionado, amo escribir y contar historias. Y estas dos nuevas obras me tienen enloquecido, me encantan! y ya quiero terminarlas para armar equipo, convocar elenco y estrenarlas. Después la escritura lo que más me apasiona es dirigir actores y actrices. Estoy en época de asumir nuevos riesgos y desafíos, nuevos rumbos, nuevas direcciones. ¿Quién se suma?

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