miércoles 20  de  marzo 2024
Gobierno de Trump

EEUU se sumerge en el peligroso mar de las politizaciones

La decisión de llevar a cabo la votación final sobre el juez Brett Kavanaugh llegó una semana después de que la presión de los senadores obligara al FBI a realizar una investigación sobre hechos que supuestamente ocurrieron hace 36 años
Por JESÚS HERNÁNDEZ

MIAMI.- Aún después del resultado final, analistas políticos y medios de comunicación siguen achacando a la práctica del voto partidista la suerte del juez Brett Kavanaugh.

La decisión de llevar a cabo la votación final llegó una semana después de que la presión de senadores obligara al FBI a realizar una investigación exprés, sobre unos hechos que supuestamente ocurrieron hace 36 años.

Kavanaugh se defendió luego de ser acusado públicamente de abusos sexuales por tres mujeres, entre ellas Christine Blasey Ford, quien la semana anterior acudió al Senado para dar su versión de los hechos, supuestamente ocurridos en 1982.

Ni Kavanaugh ni Ford lograron convencer a ambos bandos partidistas.

El juez negó rotundamente las acusaciones y se mostró desafiante a las preguntas, mientras la profesora continuó despertando simpatías.

“Si juzgamos a Kavanaugh por sus gestos, podríamos poner en duda ciertas respuestas. Pero la ley, el Senado en este caso, presta atención a las respuestas verbales y los informes investigativos que hayan llegado a sus manos”, indicó Mike Fields, profesor de sicología de George Washington University.

De hecho, el profesor Fields considera creíble las declaraciones de Ford pero igual las pone en duda “ante la falta de evidencias como pruebas absolutas que no admiten dudas”.

Ford pasó una prueba de polígrafo y se mostró dispuesta al proceso de investigación pero no fue suficiente.

El factor exprés

Al final, se recurrió al razonamiento oportuno del informe oficial del FBI, al que muchos cuestionaron por su condición exprés: apenas siete días para determinar la suerte de un puesto vitalicio en el máximo organismo judicial del país, “que podría determinar el resultado de asuntos tan importantes como el porte de armas, el aborto o la continuidad de los grupos de presión política”.

Tras leer el informe del FBI, los senadores republicanos concluyeron que las acusaciones no habían sido corroboradas y que debía procederse con la votación final.

Los republicanos basaron la defensa del juez en la ausencia de pruebas materiales o la corroboración de testigos, mientras que los demócratas opinaron lo contrario, al sugerir que las averiguaciones aportaban indicios de "mala conducta" por parte de Kavanaugh, y denunciaron que se trataba de una investigación incompleta y cuyo alcance fue limitado por la Casa Blanca.

Y de esta manera, el nominado por el presidente Donald Trump fue finalmente “recomendado” con apenas dos votos de diferencia.

Derrota

Lejos de predicar una victoria del bien, el mal o la razón, el país se vuelve a ver a ver sumergido en un mar de politizaciones.

“No hay un solo asunto que tratemos en el Congreso que no tenga la influencia del partido político que promulguemos, y eso es muy peligroso”, declaró Charlie Anderson, profesor de ciencias políticas de George Washington University.

Es la ausencia de voces que logren la conciliación política, con miras a resolver los problemas de la nación, justo antes de las elecciones de medio mandato el 6 de noviembre, cuando se debe decidir el poder de la mayoría parlamentaria en manos de un partido o el otro.

“Un bando apuesta por defender la imagen del partido, incluyendo el Presidente, por encima de cualquier lógica posible, mientras la otra bancada apuesta por todo lo que sea desacreditar al oponente. Así no podemos seguir. Es muy lamentable”, concluyó el académico.

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