En el Salón de Ciento, con la presencia de 46 delegados de 23 federaciones, Uruguay se erigió ganadora tras la paulatina retirada de sus oponentes España, Holanda, Suecia y, finalmente Italia, que decidió no competir con la propuesta uruguaya después de la encendida defensa del delegado argentino Adrián Beccar Varela.
Varela, según el acta de la FIFA expuso cuatro motivos: Los Excelentes resultados de Uruguay en los Juegos Olímpicos, el enorme desarrollo del fútbol en Sudamérica y Uruguay, la celebración del Centenario de la Independencia Política de Uruguay y, por último, que todas las Asociaciones Sudamericanas se sentirían "honradas" si la Uruguay organizaba el Mundial.
Frente a las 23 federaciones que eligieron la sede de ese primer Mundial, más de 200 asociaciones decidirán mañana entre la candidatura de Norteamérica (Canadá-México-Estados Unidos) y la de Marruecos, para organizar la Copa del Mundo de 2026.