martes 26  de  marzo 2024
EEUU

El alguacil Joe Arpaio asegura tener buena relación con los latinos

"Yo nunca fui tocando puertas y arrestando inmigrantes indocumentados, a pesar de que tenía la autoridad para hacerlo", dice uno de los personajes más controversiales de la historia política reciente

PHOENIX.- A escasos días de que el 4 de enero deje el cargo desde el que se ha convertido en una de las principales figuras en la lucha antinmigrante del país, el polémico alguacil del condado Maricopa, Joe Arpaio, dice que no es "racista" y mantiene una buena relación con la comunidad latina de Arizona.

"No soy racista. Cuando no pueden llamarte de otra forma te llaman racista", asegura Arpaio en entrevista con Efe en su oficina en Phoenix (Arizona), desde donde ha mantenido una postura de mano dura contra los indocumentados y presumido de ser el "sheriff más duro del oeste".

Admirado y respetado por sus seguidores, pero también temido por la comunidad migrante, quien fue el blanco de muchos de sus operativos, Arpaio asegura que durante los 24 años en los que ha ocupado el cargo se limitó siempre a "cumplir" con las leyes del estado de Arizona, aunque hubo "grupos" que nunca lo entendieron.

"Yo nunca fui tocando puertas y arrestando inmigrantes indocumentados, a pesar de que tenía la autoridad para hacerlo. Inmigración entrenó a mi personal entre 2007 y 2009", dice uno de los personajes más controversiales de la historia política reciente de Arizona.

A pesar de todo, asegura tener una "buena" relación con la comunidad latina y dice que hay latinos que hasta la fecha lo paran en la calle y le dicen que votaron por él.

Pero el desempeño de Arpaio como alguacil del mayor condado de Arizona ha estado plagado de críticas, múltiples demandas y acusaciones de violaciones a los derechos civiles, especialmente en contra de la comunidad latina.

Arpaio por años llevó a cabo operativos en las calles del condado en las que detenía a inmigrantes indocumentados, quienes eran entregados posteriormente a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

También llevaba a cabo sorpresivas redadas en sitios de trabajo donde arrestaba a empleados sin "papeles", quienes, en su mayoría, enfrentaron cargos por robo de identidad.

Quien fuera antes de llegar al cargo en 1993 director de la Agencia Federal Antidrogas (DEA) en Arizona y trabajó con esta misma agencia federal en países como México asegura que su departamento entregó a 12.000 indocumentados en los últimos años a ICE, reos que cumplieron sentencias en sus cárceles.

"Estas personas estaban en la cárcel no por ser inmigrantes indocumentados, sino porque cometieron crímenes, como asesinatos", indica el veterano oficial, de 84 años.

A pesar de que sus operativos se centraron en la inmigración indocumentada, el mismo Arpaio dice no tener una respuesta de cómo solucionar este problema y, sobre todo, qué hacer con los cerca de 11 millones de indocumentados que se calcula viven en EEUU.

Estos operativos migratorios lo llevaron a enfrentar una serie de problemas legales, y en 2013 un juez federal lo declaró culpable de prácticas de perfil racial en contra de conductores hispanos.

Este año, fue declarado en desacato, junto con sus oficiales de mayor rango, por continuar con sus operativos migratorios durante 17 meses después de que se lo habían prohibido, y su juicio está previsto que arranque en abril próximo.

Sus abogados han solicitado que sea un jurado y no un juez quien decida este caso, confiados en que si los que le juzgan son sus vecinos tendrá más opciones de evitar una condena que puede llegar a los seis meses de prisión.

"Es como es, cuando eres una persona de alto perfil la gente te mira más de cerca, pero siempre traté de hacer lo mejor que pude y nunca traté de, intencionalmente, violar la ley", dice.

En una campaña marcada por estos problemas legales, Arpaio fue derrotado en las urnas el pasado mes de noviembre por Paul Penzone, quien le reemplazará el próximo 4 de enero.

Sin embargo, el alguacil atribuye su derrota en las urnas a la intervención en la campaña del billonario George Soros, quien donó más de dos millones de dólares para lograr su derrota tras seis victorias electorales consecutivas.

"Hay grupos que simplemente me querían fuera de mi puesto", puntualiza. "Hay ciertos grupos a los que no les importa lo que yo diga o haga, nunca me apoyarán a pesar de que creo que en el fondo saben que soy un buen tipo".

Arpaio considera que sus mayores "éxitos" como alguacil fueron el establecer una cuadrilla de voluntarios y el establecimiento de la cárcel de la Ciudad de las Carpas, donde los reos cumplen sus sentencias al aire libre, lo que conlleva soportar las altas temperaturas del desierto de Arizona.

Con mirada nostálgica, no descarta presentarse de nuevo al cargo en 2020, pues "en la política nunca se puede decir nunca".

Arpaio, uno de los primeros políticos en dar su apoyo al presidente electo, Donald Trump, después de que éste anunciara su candidatura a la Casa Blanca, tampoco descarta la posibilidad de un puesto dentro de la nueva administración, aunque rechazó decir si el equipo del magnate le ha ofrecido un cargo.

"Quizás pueda ser embajador en México", concluye Arpaio en tono de broma mientras sonríe.

FUENTE: EFE

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