viernes 29  de  marzo 2024
Cuba

El dólar regresa a la economía doméstica cubana para acentuar diferencias

El nuevo "invento" del régimen para recaudar divisas ha despertado un intenso debate. Los expertos y economistas consideran que al aprobar una tercera moneda, se corre el peligro de una rápida inflación del dólar
Diario las Américas | IVÁN GARCÍA
Por IVÁN GARCÍA

Especial
@DesdeLaHabana

Yailén, 43 años, apuró el café del desayuno, guardó en una cartera color crema varios billetes de cien euros, ochocientos dólares y un puñado de pesos mexicanos, y se dirigió al banco más cercano a su domicilio con la intención de abrir una cuenta en moneda libremente convertible.

El lunes 21 de octubre, los bancos estatales Metropolitano, Popular de Ahorro y de Crédito y Comercio iniciaron la apertura de cuentas en divisas a personas naturales.

En teoría, como cualquier ciudadano cubano que quisiera abrirse una cuenta en moneda dura, luego de presentar su carnet de identidad, Yailén podía ingresar un monto de dinero, incluso sin depositar fondos. Y en un plazo de tres a siete días, el banco debe entregarle una tarjeta magnética establecida por el régimen militar para la importación de productos no comerciales y realizar compras en la red minorista de 77 tiendas habilitadas en el país.

“En el papel todo estaba muy bonito. Pero en la práctica fue tremendo lío. Primero me encontré las colas de ancianos pa’ cobrar su pensión. Después, la desinformación. En dos bancos del [municipio] Diez de Octubre me dijeron que no estaban autorizados a cambiar divisas y que si quería ingresar dinero debía ser por transferencias desde el exterior. Para abrirme una cuenta tuve que ir a [el reparto de] El Vedado. En todo ese ajetreo perdí ocho horas”, se queja Yailén.

Una larga historia

Hace cuatro años, Yailén empezó a importar electrodomésticos, computadoras, teléfonos inteligentes, así como encargos específicos de sus clientes desde Panamá y México. Ella cree que esta nueva fórmula del Gobierno “afectará a las ‘mulas’ [traficantes] en determinadas mercancías, sobre todo las que se importaban en barcos, porque al asumir el papel de ‘mula’, el Estado no tiene que gastar en pasajes aéreos, hospedajes, taxis ni alimentación. Pero los cubanos nos escapamos del diablo por debajo de la saya. Ahora vendo ‘pacotillas’ [ropa] y cosméticos que todavía el Gobierno no vende a precios módicos ni con la calidad requerida. Los que gobiernan van a querer desplazarnos de ese segmento de mercado. Si eso ocurre, las mulas debemos tener otras opciones. Yo ya tengo la mía”, dice con una sonrisa cómplice.

¿Cuál?, le pregunto. Después de insistirle, Yailén cuenta que además de mantener su “bisne” (negocio) trayendo mercancías de afuera, piensa buscar clientes que por una u otra causa no quieran abrirse una cuenta bancaria. "La gente en Cuba sabe que el Gobierno lo controla todo. Hay personas que ganan dinero por la izquierda o de una manera que no es legal. Entonces contacto con ellos y les compro con mi tarjeta a cambio de un pequeño gravamen. Tendrían un servicio de postventa garantizada, pues la garantía del producto la pongo al nombre que quiera el cliente. También hay mucha gente que no tiene acceso al dólar. Tener en cuenta que cuando en Cuba se abre una cuenta en dólares, el Estado te da una mordida del 10 por ciento. Tengo un amigo que desde Panamá me puede hacer transferencias y aquí no me cobran el recargo. Entonces, al cliente le cobro un 3 o 5 por ciento por venderle los dólares y otro pequeño recargo cuando le llevo la mercancía a la puerta de su casa”.

El malestar

Las extensas colas y bancos sin conexión a internet provocaron encendidas críticas en la población. En el oficialista sitio Cubadebate, la mayoría de los más de 100 comentarios expresaban su contrariedad por la pésima gestión bancaría. “Fue un lunes tremendo en los Bancos Metropolitanos de La Habana. Enormes aglomeraciones en las sucursales desde la apertura hasta el cierre. No daban abasto los empleados por la coincidencia, el mismo día de esta nueva opción de tarjetas magnéticas en monedas en divisas, del pago de jubilados y del día final del pago de los trabajadores por cuenta propia”, señaló un lector identificado como Otraopinión.

Otras personas que fueron a abrir cuentas bancarias se quejaron de que en muchos bancos no funcionaba el sistema. “Fui a un banco en el municipio Cerro donde me dijeron que el personal no estaba preparado para detectar los dólares falsos. Parece que me vieron cara de delincuente”, asegura Jorge, un emprendedor privado.

El nuevo “invento” del régimen para recaudar divisas, ha despertado un intenso debate. Los expertos y economistas consideran que al aprobar una tercera moneda, se corre el peligro de una rápida inflación del dólar mientras se aleja cada vez más la esperada reunificación monetaria.

“Si el Gobierno no pone los mismos precios a los artículos que vende en pesos convertibles [CUC], un segmento importante de usuarios optará por adquirirlos en dólares, al tener mejor precio y ser de mayor calidad. Y como se mantiene el impuesto del 10 por ciento al dólar, entonces se disparará la compra de dólares en el mercado subterráneo. Esto llega cuando ha disminuido la circulación del dólar dentro del país debido al recorte de las remesas impuesto por la Casa Blanca”, opina un economista local.

En menos de dos semanas, el billete del enemigo de los Castro se ha reevaluado al menos tres veces. Antes de las últimas medidas, el dólar que en el mercado negro estaba cotizándose a 1.02 o 1.03, ha subido a 1.06 y 1.07. En Revolico.com, web de compra y venta, una persona con el nombre de Sergio avisaba que “paga los dólares a 1.09 si son billetes de 50 y 100. Los otros los compro a 1.07. Voy hasta su casa. Necesito dólares con urgencia”.

Yoandry, quien hace cinco años se dedica al tráfico de divisas, asegura que “en estos momentos no hay dólares por toda La Habana. Ya conozco gente que lo está pagando a 1.10 y 1.15. Cuando llegue el fin de año, es posible que suban a 1.20 o más por cada CUC. Si pagas en peso (CUP), un dólar te va costar 30 pesos. El dólar es la divisa que más circula en Cuba, a pesar del impuesto de un 10 por ciento que en la práctica es del 13 por ciento. Las otras divisas, el banco las pagas según la tasa cambiaria internacional. Con el dólar no ocurre lo mismo, pero eso no ha impedido que los cubanos siempre se hayan refugiado en 'el verde'”,

En La Habana, los establecimientos autorizados a vender exclusivamente en divisas están prácticamente listos. En una tienda de equipos electrónicos y electrodomésticos ubicada en el sótano del edificio FOCSA, en las calles 17 y M, en El Vedado, los empleados limpiaban el piso y acomodaban las mercancías en los estantes, mientras una docena de curiosos miraban detrás de las vidrieras.

“En estas tiendas no van a apagar los aires acondicionados como en los mercados por pesos convertibles. Esto es cosa gorda. Habrá buen trato y gestión de venta, aunque nadie nos ha dicho si nos subirán los salarios”, comentaba una empleada.

Marlén, cuentapropista que guardaba las divisas en su casa, ya depositó el dinero en el banco y está esperando a que le entreguen una tarjeta magnética. “El lunes 28 soy de las primeras en ir a la tienda a ver las ofertas y los precios. Terminé de reparar la casa y necesito comprar un montón de cosas. Tengo un negocio de peluquería y con el dinero ahorrado compré dólares. Es verdad que al depositarlo en el banco el Gobierno me va a descontar un diez por ciento, pero así y todo, creo que la mercancía me saldrá más barata”.

Yosvany, ingeniero, piensa todo lo contrario. “Quiero comprar una moto eléctrica para mi hijo y un motor nuevo para mi auto, todo me costaría unos 4.000 y pico de dólares. Pero como es un descaro que el Estado “de jamón” [con facilidad] se engavete más de 500 dólares de impuestos, mejor cuadro con alguien que tenga una tarjeta magnética y al cambio de un por ciento me realice la compra. No le quiero regalar mi plata al Gobierno”.

Es ahí donde aparecen “mulas” como Yailén para hacer un trato.

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