lunes 18  de  marzo 2024
Estilo de vida

El sofá no siempre es la mejor elección

En en la actualidad, el mercado ofrece todo un abanico de alternativas un tanto retro y otras modernas, pero todas aplicables a las tendencias actuales de decoración de interiores

Los daybeds, recamiers y chaiselongues ya no son una rareza. Parecieran estar destinados para sentarse cómodamente en el jardín y evocar imágenes de damas nobles del pasado recostadas mientras veían el día pasar.

En en la actualidad, sin embargo, el mercado ofrece todo un abanico de alternativas a los sofás. La diferencia de estos nuevos modelos es que suelen ser para una persona y que permiten estirar bien las piernas o incluso recostarse.

En realidad, las ventajas que ofrecen son tres:

1. Cada vez se necesitan muebles más pequeños, que roben poco espacio. Los motivos son simples y bien conocidos: con el tiempo son cada vez más las personas que quieren vivir en la ciudad, los alquileres aumentan y las construcciones son más pequeñas para aprovechar el espacio. Conclusión: se necesitan muebles que ocupen menos superficie. Además, en Europa, por ejemplo, cada vez son más las viviendas en las que vive una sola persona, con lo cual si uno tiene en promedio unos 43 metros cuadrados, hay que aprovecharlos al máximo.

Estos muebles alternativos le dan un cambio radical al ambiente, incluso si se los coloca en casas grandes. Y al ser más pequeños que un sofá, se pueden cambiar de lugar en un santiamén y ya con eso le dan al espacio una ambientación totalmente diferente. Desde ese punto de vista, son ideales y muy diferentes a un sofá tradicional, que obliga a tener un ambiente casi inalterado durante años.

2. Los diseños retro están de moda. Sí, en materia de muebles, muchos diseñadores buscan inspiración en modelos del pasado, y así es como resurgió la chaiselongue del siglo XVIII, conocida en inglés como longchair. Sus orígenes son incluso más antiguos: cuántas imágenes se habrán visto del emperador César recostado en una pieza similar. Un detalle hermoso: son asimétricos.

El recamier, también del siglo XVIII, es parecido a la chaiselongue, pero no tiene respaldo.

Uno bien podría preguntar: ¿Acaso el mercado no tiene ideas nuevas? Sí, por supuesto, pero este comeback también tiene sentido, porque son muebles que al fabricarse de formas bastante reducidas, más bien resultan modernos.

3. No hay como tener un mueble que sirva de "rincón de relax" en casa. Al mismo tiempo, los muebles que uno escoge y el modo en el que decora el apartamento reflejan algo de uno mismo. Estos sofás, tan distintos, no sólo tienen un halo de distinción, sino que permiten generar un espacio dentro de un ambiente en el que uno pueda retirarse a descansar y sentirse bien, muy a gusto.

Pero claro, también hay personas que prefieren colocarlos como extensión al conjunto tradicional de sofás, para tener una mayor superficie donde compartir con amigos o familia después de las comidas. En ese sentido, es una alternativa perfecta. En lugar de pasar una velada alrededor de una mesa y en sillas duras, todos pueden ubicarse en los sillones y silloncitos y disfrutar de un encuentro más distendido.

FUENTE: dpa

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