miércoles 20  de  marzo 2024
Astrología

Emociones, energías y enfermedades

La energía de las emociones encapsuladas que no liberamos en su momento perjudican a nivel consciente y subconsciente, acarrean problemas que no sabemos de dónde vienen y engendran enfermedades
Diario las Américas | ALINA RUBI
Por ALINA RUBI

Las emociones bloqueadas afectan nuestro bienestar. Las emociones pueden crear en el cuerpo humano procesos bioquímicos que trastornan la salud y terminan manifestándose en enfermedades físicas. El dolor interior que sentimos proviene de emociones del pasado que quedan contenidas en nuestro cuerpo y mente. Son energías atascadas que se quedan inscritas en nuestro sistema nervioso y no nos dejan prosperar como quisiéramos, ni realizar nuestro propósito en la vida. Casi todas las enfermedades físicas y mentales son causadas por marcas emocionales negativas no liberadas al momento. Estas enfermedades, descartadas las de origen genético o deterioro por la edad, son los mensajes de nuestro cuerpo revelándonos que así no puede, ni desea seguir. Si no atendemos los indicios, nuestros malestares irán complicándose hasta transformarse en afecciones graves.

Desde el punto de vista emocional, vivimos en un siglo en el que la precipitación, el estrés y la educación nos han adiestrado a ser más lucrativos que felices. Esto nos hace ver lo que sentimos como algo negativo o incluso como un signo de fragilidad, conduciéndonos a negar y silenciar nuestros sentimientos, dejando la energía de esas emociones encapsuladas y perjudicándonos a nivel consciente y subconsciente, acarreándonos problemas que no sabemos de dónde vienen y engendrando enfermedades psicosomáticas. Por ejemplo: la vesícula es el vaticinador de los problemas cardíacos, resulta dañada por el temor a la pérdida y la falta de confianza en la vida. El bazo retiene los fracasos, la apatía y la perdida de voluntad para vivir. El hígado, encargado de descomponer, almacenar y reconstruir la materia, cuando una persona se desmorona y no puede llevar a cabo la tarea de reconstruirse, entonces almacena sensaciones de hallarse sobrecargado, lo cual puede crear odio y resentimiento. El estómago es la capacidad de aceptar a una persona o situación, al padecer una afección estomacal debemos revisar nuestra intolerancia y miedo a lo que nos desagrada, la resistencia a las ideas nuevas, dificultad para adaptarnos a algo, o a alguien, que va contra nuestras creencias, es cuando el estómago nos arde.

La medicina holística concibe que la energía entra en el cuerpo por el aire, el Sol y los alimentos. La energía se reparte por todo el cuerpo a través de los meridianos. Esta energía nos permite, por un lado, llevar a cabo operaciones físicas, emocionales y mentales y por otro, hace que las células puedan regenerarse correctamente. Si la energía llega bien a todo el cuerpo, todo funciona. Cuando sucede un impacto emocional como un conflicto, disgusto, tristeza o miedo, si no se libera al momento hablando, gritando o llorando, ocurre un estancamiento de la energía, se obstruyen los meridianos y la energía se convierte en materia y ocurre un bloqueo energético. Los bloqueos energéticos tienen una repercusión física y otra emocional. A nivel físico, un bloqueo genera una presión sobre los órganos y absorbe su energía. A nivel emocional, la persona se aleja de quien realmente es y esto conlleva al origen de diferentes tipos de fobias.

Bloqueos energéticos más habituales:

Bloqueo de comunicación. Se forma en el cuello y su causa es por no expresar verbalmente los sentimientos. Físicamente afecta al sistema inmunológico (glándulas tiroides y timo). A nivel emocional, causa inseguridad y falta de autoestima.

Bloqueo del plexo. Se forma en el plexo por la acumulación de angustia y ansiedad. Cualquier bloqueo energético va a parar al plexo. A nivel físico, da problemas respiratorios (asma) y de piel (alergias). Emocionalmente altera el sistema nervioso.

Bloqueo de impotencia. Se origina en los riñones, relacionado al miedo, impotencia respecto a temas emocionales, trabajo o dinero. Debilita e inflama las lumbares, creando problemas en los riñones, el conducto urinario y la vejiga. El riñón deja de fabricar energía vital y esto se manifiesta en sensación de cansancio, sentimientos de cobardía, carencia de alegría y de ilusiones.

Es muy importante que nos comuniquemos con terapeutas que nos asistan a encontrar la raíz de nuestros problemas emocionales para suprimirlos porque si no conseguimos sanar la emoción retenida que causa una enfermedad, aparecerá nuevamente, aunque hayamos pasado por una cirugía. Por ejemplo, pueden extirparnos la vesícula (rencor) pero si no curamos esa emoción, entonces serán el hígado u otros órganos los afligidos.

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