"Casillas era un gran portero, pero ahora me gusta mucho De Gea. Antes, no. Ha cambiado totalmente. Va bien por alto, sabe salir, salva a su equipo y se ve que sus compañeros confían en él", comentó.
Dasáev, que disputó tres Mundiales y una Eurocopa con la Unión Soviética, destaca que antes el futbolista del Manchester United "no le parecía un portero de fútbol", sino de balonmano.
"Al principio, utilizaba demasiado los pies y apenas abandonaba la portería. Por eso no me gustaba. Ha crecido mucho como portero", apuntó.
En cambio, Neuer, que acaba de regresar después de muchos meses en el dique seco, y Ter Stegen, que ha realizado una gran temporada en el Barcelona, no le convencen, aunque al ruso le gustan los guardametas de gran envergadura.
"No me veo reflejado en los nuevos porteros. Soy muy crítico. ¿Keylor Navas? Es un portero medio. Salta mucho, pero no es alto y no tiene técnica. Oblak está parando bien y tiene futuro. Pero me quedo con la vieja guardia: Buffón y Cech. Y no les llame viejos. Si siguen jugando, es que aún están en forma", subraya.
Se deshace en elogios con Buffón -"es un portero como a mí me gusta"-, al que considera el mejor guardameta de las últimas décadas y lamenta que no pueda despedirse como se merece con el Mundial de Rusia.
"Yo nunca tuve ídolos. Esa es una palabra muy fuerte. Lev Yashin era un grandísimo portero, una leyenda. Recuerdo sus paradas en el Mundial de Inglaterra (1966), pero nunca lo consideré mi ídolo. Yo cogí lo mejor de cada uno y me convertí en Dasáev", explica.
Cree que para ser portero hay que ser "muy fuerte mentalmente", algo que echa de menos de los porteros actuales, incluido el ruso Ígor Akinféev.
"Esa es la diferencia con mi época. Antes, los porteros daban títulos. Ahora, no. Los que son fuertes psicológicamente son los aguantan y alcanzan sus metas", precisa.
Dasáev, actual entrenador de porteros del Spartak y embajador de la Copa Mundial, acude todos los días a la academia del equipo moscovita con su hijo Salim, de 12 años.
"Quiere seguir la senda de su padre. Lleva ya cuatro años entrenando. A los 8 años le pregunté y me dijo que sí, que quería ser portero. Veremos cómo le va. Es pronto para decir si será como yo. No hay que meterle prisa. Es muy difícil, más si tu padre fue bueno", señala.
Cree que España y Alemania son los grandes favoritos a alzarse con el título en Rusia, aunque no descarta a los brasileños.
"Los españoles pueden lograr el título en Rusia. Tienen muchas posibilidades. El peligro es que les pierda el exceso de confianza. No hay que marear tanto la pelota. Hay que ser más serio y más práctico. ¡Yo les animaré!", advierte.
La mezcla de veteranos como Iniesta y Silva, y jóvenes como Asensio e Isco le recuerda el equipo soviético que alcanzó la final de la Eurocopa de 1988 ante la Holanda de Van Basten y Gullit (0-2).
"Lo más importante es la unidad. Por eso, Alemania es uno de los principales favoritos. Además, tienen una estructura organizativa muy buena. Cada año producen nuevos jugadores para la selección", destaca.
A pesar de que han pasado 20 años desde que regresara de España, guarda una "estrecha relación" con la que considera su "segunda patria", ya que su esposa es española y sus hijos hablan castellano.
"Soñaba con jugar en el extranjero. Tenía varias ofertas, pero el Sevilla fue el que más pagó. Aunque jugué en el Sevilla, tengo buenos amigos, tanto sevillistas como béticos", señala Dasáev, que jugó en España entre 1988 y 1991.
Conserva un recuerdo especial del fallecido Luis Aragonés, con el que coincidió tras colgar los guantes.
"Tuve una gran idea. Le dije al presidente del Sevilla que los porteros no podían ser entrenados por un jugador de campo. Trabajé un año en el segundo equipo, llegó Aragonés y me subió al primer equipo", señaló.
Después de dos temporadas (1993-95), Aragonés abandonó el equipo hispalense y se quiso llevar al ruso al Valencia, pero no pudo ser.
"Trabajar con Aragonés fue muy interesante. Era muy simpático. ¡Cuántas veces nos sentábamos a hablar de fútbol, de la URSS y de política! Siempre me recordaba la final de la Recopa que perdió ante el Dinamo Kiev. Era una persona realmente sabia, por eso no me sorprendió cuando ganó la Eurocopa con España en 2008", destaca.
Dasáev, que estuvo presente hace ocho años en la elección de Rusia como sede del Mundial, cree que Rusia 2018 será una "gran fiesta", como lo fueron los Juegos Olímpicos de Moscú 1980.
Con respecto a su vida, asegura que le va "muy bien", ya que tiene trabajo y una gran familia, pero admite que no podría vivir sin el fútbol.
"Cuando lo dejas, estás harto del fútbol por espacio de diez días y después ya empiezas a echarlo de menos", asegura con un paquete de cigarrillos entre las manos, ya que ahora es un fumador empedernido.
Ignacio Ortega