El seleccionador español Julen Lopetegui dirigió una sesión a puerta cerrada, de recuperación para aquellos internacionales españoles que más carga de minutos tuvieron ante Suiza en la noche del domingo y de mayor intensidad para los que menos participaron y jugadores como Sergio Ramos e Isco Alarcón que se quedaron en Madrid.
La buena noticia de la mañana en la concentración de la selección fue la mejoría de Busquets, que no pudo disputar el primer partido amistoso de los dos programados, a causa de una gastroenteritis aguda que le dejó recluido en el hotel de concentración de España en Villarreal.
El centrocampista saltó al césped con el resto de sus compañeros, con una bebida isotónica en mano según mostró la Federación española en las fotos difundidas, y zapatillas. Fue uno más escuchando la charla de Lopetegui a sus jugadores y posteriormente prosiguió con su recuperación.
Los internacionales españoles disfrutarán como la pasada semana, de medio día libre desde la comida para desconectar, en un nuevo plan de trabajo de Lopetegui respecto a la preparación de pasados Mundiales. Hasta las doce de la noche no tendrán que regresar a la residencia de La Ciudad de Fútbol.