"Espero que nos miren de otra forma. Los rusos son buena gente. Nadie nace malo. La gente se vuelve mala por las circunstancias", afirmó.
Onopko, segundo entrenador del CSKA Moscú, espera que los aficionados extranjeros acudan a Rusia a disfrutar del fútbol y se acaben enamorando de la cultura, la gastronomía y la gente de este país.
"Occidente no nos entiende, ya que para eso hay que vivir aquí, y nosotros tampoco entendemos del todo a los occidentales", admitió.
Oriundo del este de Ucrania, Onopko sabe de lo que habla, ya que tiene familiares en las regiones que han sido escenario del conflicto entre Kiev y los rebeldes prorrusos: Donetsk y Lugansk.
En su opinión, el Mundial es "más beneficioso" para un país que unos Juegos Olímpicos, ya que las infraestructuras pueden ser utilizadas por la gente, desde aeropuertos, a carreteras, estadios y campos de entrenamiento.
"Estoy convencido de que Rusia organizará uno de los mejores mundiales de la historia. Ya se vio en los Juegos de Invierno de Sochi, que fueron una fiesta", destacó.
En cuanto al torneo, cree que los favoritos al título son España, Alemania y Brasil, aunque animará a la Roja, ya que considera a ese país "su segunda patria".
"(Julen) Lopetegui ha demostrado que sabe de fútbol. Ha logrado un buen equilibrio entre la nueva y la vieja guardia. Cualquier club o selección necesita veteranos que guíen a los más jóvenes. La transición debe ser gradual. No puede haber cambios bruscos", señaló.
Aunque lo importante, añadió, es que "España mantiene la filosofía del juego" y sigue apostando por "el control total de la pelota".
"Me gustaría que Iniesta siguiera jugando en el Barcelona. En la final de Copa contra el Sevilla fue el mejor sobre el terreno de juego. Incluso me sorprendió que jugando así de bien se marche a Japón. Perdemos un futbolista de grandísimo nivel y todo un espectáculo", subrayó.
Para Onopko, la actual campeona mundial sigue siendo "la máquina alemana". "Un equipo bien organizado, equilibrado, sin debilidades y que juega los 90 minutos al mismo ritmo", agregó.
"Los alemanes son siempre favoritos en los Mundiales. Si España puede tener algún problema en defensa, Alemania no tiene fisuras ni en defensa ni en el centro ni en ataque", apuntó.
No le parece tan bien organizada Brasil, especialmente en el aspecto defensivo, aunque tenga grandes jugadores.
"A Marcelo le gusta mucho atacar. Hasta Roberto Carlos tenía problemas en defensa", destacó.
En el caso del país anfitrión, opina que "lo máximo a lo que puede aspirar es a los octavos de final", resultado que consideraría "muy bueno".
"El actual equipo, si lo comparamos con el resto (de selecciones rusas y soviéticas), es probablemente y siendo sinceros el más débil de todos. Pero la realidad es que en la historia de Rusia -desde la caída de la URSS- la selección nunca llegó a los octavos de final en un Mundial", recordó.
Eso sí, señaló que el Mundial será "un buen paso" para el desarrollo del fútbol ruso, que se va recuperando "poco a poco", pero que "aún está muy lejos de lo que fue el fútbol con la URSS".
Aunque trabaja en Rusia, en realidad sigue viviendo en España, adonde llegó un "día de Reyes" de 1996 para fichar por el Oviedo, ciudad en la que siguen viviendo su esposa y sus dos hijos, tras triunfar con el Spartak.
Guarda muy buen recuerdo del antaño presidente del Oviedo Eugenio Prieto, aunque reconoce que los agentes le hicieron una jugarreta en la que tuvo que intervenir incluso la FIFA y que le impidió fichar por el Atlético de Madrid de Radomir Antic.
Después de siete temporadas en tierras asturianas y breves singladuras en Rayo Vallecano y el fútbol ruso, colgó las botas a los 37 años.
Desde entonces no ha perdido el tiempo, ya que fue director deportivo de la federación rusa -lo que coincidió con el mayor éxito de la historia del fútbol nacional, las semifinales de la Eurocopa de 2008 ganada por España-, asistió a Guus Hiddink y colaboró con su homólogo español Fernando Hierro.
Ya en el CSKA, ayudó a Juande Ramos y ahora al bielorruso Víctor Goncharenko, aunque no niega que le gustaría volver al Oviedo, aprovechando que las cosas pintan bien con la llegada al club del multimillonario mexicano Carlos Slim.
"Les sigo atentamente. Creo en ellos. Es un buen proyecto. No se han vuelto locos fichando estrellas. Acabarán ascendiendo. Además, en Oviedo me quieren mucho", aseguró.