Para Gus Machado, el mejor carro del mundo es el último que compra para venderlo al día siguiente. Gracias a esta filosofía, el empresario ha podido triunfar en la ciudad de Miami y convertirse en una figura clave en la comunidad. Hoy en día, Machado tiene al lado en el negocio a familiares y amigos, incluyendo a su esposa Liliam, su hija Lydia, y su eterno socio Víctor Benítez, en quienes ha depositado el futuro de su compañía, su legado y su inquebrantable confianza.
Cuando Gus Machado llegó a Miami proveniente de Cuba, en el año 1949, estudió en una escuela militar en Carolina del Norte. No se imaginaba en ese entonces que, años después, su esfuerzo, trabajo y habilidad como vendedor de automóviles lo convertirían en uno de los personajes más reconocidos del condado Miami-Dade.
“El primer dealership lo compré en el año 82. Fue un Buick GMC trucks, que fue la primera agencia oficial con la General Motors. En 1984, compré la Ford de Hialeah”, señaló.
Hoy en día, el empresario mantiene sus negocios en orden con ayuda de su extensa familia, quienes lo acompañan día a día.
“La familia viene cuando quiere participar. Según ellos, quieren estar conmigo, por eso vienen acá y siempre les buscamos algo para hacer”, enfatizó. Su esposa, Liliam, que lo apoya con la publicidad de la empresa, subrayó la relación entre el negocio familiar y la comunidad de Miami. “Nosotros devolvemos a esta comunidad lo que tanto nos ha dado, con actos que hacemos por medio de organizaciones benéficas y comunitarias, tanto en Hialeah como en el área de Palmetto Bay y Pinecrest”, afirmó.
“Sinceramente nos sentimos muy orgullosos y agradecidos de esta comunidad, y consideramos que es una bendición en nuestras vidas el poder devolverles algo”, comentó.Entre los familiares que acompañan a Gus Machado en el funcionamiento de la empresa se encuentran su hija Lydia, sus nietas Samantha y Sherron, y su hijastro Jorge. Además, Víctor Benítez, su socio, es considerado entre sus hijos, pues trabaja con él desde hace 28 años.
“Yo personalmente he aprendido que cuando uno tiene persistencia, cuando uno está comprometido con lo que uno quiere, lo logra, se logra. Con Gus he pasado momentos buenos y malos, y siempre él ha estado ahí persistente en lo que hace. Yo creo que eso es lo que hace que la persona en la vida sea exitosa. Lo más importante de Gus es que a pesar del éxito, a pesar de todo sus negocios, es la persona más sencilla, y que tiene unos valores humanos increíbles, para él lo más importante es la familia”, resaltó Benítez.
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