sábado 16  de  marzo 2024
Venezuela

Juan Guaidó: "Estamos al borde de lograr la democracia"

Por MARJULI MATHEUS HIDALGO
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ESPECIAL

@marjuli

CARACAS.- Venezuela se ha convertido en el centro del debate político mundial. Lograr una salida no luce sencillo. Nicolás Maduro se aferra al poder, luego de unas elecciones presidenciales en mayo de 2018, en las que se proclamó reelecto, pero que fueron desconocidas por la comunidad internacional debido a la falta de transparencia y la carencia de condiciones competitivas, entre otras irregularidades. Mientras Juan Guaidó, presidente del Parlamento y presidente encargado del país, suma apoyo internacional y popular.

Al no haber una elección presidencial válida, el 10 de enero de 2019 se terminó el mandato de Maduro, quien fue electo presidente de Venezuela en 2013, tras la muerte de Hugo Chávez, quien lo dejó como su sucesor. Sin un presidente legítimo, la Constitución venezolana, en su artículo 233, faculta al presidente de la Asamblea Nacional para asumir la presidencia de la República.

De las filas del partido Voluntad Popular, fundado por el hoy prisionero político Leopoldo López, el 5 de enero, Guaidó asumió la presidencia del Congreso unicameral venezolano. El 23 de enero de este año, formalizó el mandato constitucional, en un acto público ante cientos de miles de venezolanos que lo aclamaban.

Desde entonces, EEUU y unos 60 países han reconocido a Guaidó como Presidente encargado de Venezuela y desconocen a Maduro, pero este se niega a dejar el poder con el aval de la cúpula militar y el apoyo de Rusia, China y algunos países del Caribe.

En entrevista exclusiva para DIARIO LAS AMÉRICAS, Guaidó conversó sobre las próximas acciones, la posición de Rusia ante la crisis que vive Venezuela y otros temas.

-Se cumplen dos meses de su juramentación como presidente encargado de Venezuela, ¿qué considera que ha sido lo que más le ha costado lograr y cómo planea conseguirlo?

-Es la democracia y la libertad plena, es el cese de la usurpación que es el fin de la dictadura. Ya hoy más del 90% del país que quiere un cambio, desesperadamente. Lo que no podemos permitir es que nos lleve a la frustración, ni que nos inmovilice. Eso ya lo hemos probado en Venezuela y no nos ha funcionado. Hoy, unidos, movilizados, estamos al borde de lograr definitivamente la democracia. Hay que abrirle las puertas a la confianza en la economía, para inversiones extranjeras, para la ayuda humanitaria, y la apertura de un corredor humanitario necesario en Venezuela para contener la emergencia humanitaria y sanitaria que tenemos. Son muchos los retos que tenemos en nuestro país. Pero el primero es, sin duda alguna, poder rescatar nuestra democracia ponerle fin a la usurpación ir a esa transición que “reinstitucionalice” y estabilice el país, que genere gobernabilidad.

-El vicecanciller de Rusia declaró que Moscú mantiene su ofrecimiento de mediación y dijo que usted debería considerarlo ¿Cuáles son las condiciones para que acepte la mediación rusa?

-Cualquier elemento que pase por cualquier tipo de mediación o contacto de buena fe, de cara a resolver la crisis en Venezuela, tiene que tener algo central: la elección libre, la transición y que cese la usurpación. Derivado de esas declaraciones, hay dos elementos importantes. Uno, el reconocimiento de Rusia a mi persona, a lo mejor no como presidente encargado en palabras de ellos, pero sí un reconocimiento de mi liderazgo y de la capacidad de interlocución. Y, lo segundo, están reconociendo una profunda crisis en Venezuela. Entiendo que es otra perspectiva, otro relacionamiento incluso con quien hoy usurpa funciones que es [Nicolás] Maduro. Pero, eso es resaltante y para Venezuela, a pesar de lo controversial, incluso puede ser visto como un avance. Sí podemos hablar con el Kremlin, que es distinto, de cómo solucionar la crisis y de cómo el cese de la usurpación puede construir la transición y tener una elección realmente libre.

-El cese de la usurpación, ¿va a ocurrir en el corto, mediano o largo plazo?

Esperamos que sea en el corto plazo. Venezuela sufre mucho hoy. El nivel de incertidumbre es muy alto. Eso significa que no sabes si vas a tener agua y luz; si vas a poder conseguir un medicamento o comprar comida; si tu hijo va a poder ir al colegio. Nosotros debemos tener certeza para nuestra gente, para nuestro futuro y eso pasa por el cese de la usurpación. Estamos trabajando muy duro para movilizarnos en lo que hemos llamado la Operación Libertad, en la que vamos a estar en cada uno de los sectores populares, en cada uno de los estados organizándonos para ir a ejercer la presión definitiva para lograr el objetivo.

-Usted ha extendido una Ley de Amnistía. ¿Es eterna o los militares tienen un plazo para apegarse a ella?

-Como todo buen proyecto, debe tener tiempos. Por supuesto que hoy es el momento ideal. No es que queremos una elección libre “algún día”, que se pongan [los militares] del lado de la Constitución en el corto plazo. Y hay muchos que ya lo han hecho, cruzaron un puente importante hace poco, que fue en Cúcuta [Colombia]. Literalmente un puente. El puente que tienen que cruzar en Caracas, en las zonas aledañas, es muy sencillo: exigir unas elecciones realmente libres en Venezuela.

-¿Tendrán acceso a la Ley de Amnistía las personas acusadas de corrupción y violaciones de los derechos humano?

-La posibilidad de amnistía es para los funcionarios militares y civiles que se pongan del lado de la Constitución. Lo único que no es “amnistiable” es la violación de derechos humanos.

-Usted ha dicho que preparar las elecciones libres podría tomar 6, 9 o 12 meses, ¿puede Venezuela esperar ese tiempo?

-Una vez cese la usurpación. Esto es importante, una vez cese la usurpación, sin transgredir el derecho a elegir o ser elegido de ningún venezolano, construir una elección realmente libre, nos tomaría ese plazo. Puede ser más o menos, dependiendo de la voluntad política de todos los factores, depende de cuán rápido podamos estabilizar el país. Venezuela no aguanta un día. Decir que aguanta seis o nueve meses sería incluso una falacia. Hay venezolanos que no aguantan un día, que ya no aguantaron el día de ayer. Es muy grave la situación en el día a día, no son números, son seres humanos. Estamos absolutamente conscientes de esa crisis. Lo que sucede en Venezuela ha sido un desmontaje muy grave del estado de Derecho, de las libertades individuales. Entonces, la lucha es a diario no solo por lograr (los objetivos) sino por resistir.

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